6 Razones por las que hemos estado juzgando mal a Miranda de “El diablo viste a la moda”
En la vida profesional se dice que existen buenos líderes y malos jefes, así como en las películas héroes y villanos. Sin embargo, muchas veces omitimos el contexto real de personajes que aparentan ser antagonistas, no logrando empatizar con ellos. Este sería el caso de Miranda Priestly.
En Genial.guru creemos que Miranda tenía razones que demandaban y validaban su forma de ser, dejando más de una enseñanza en el camino.
1. Miranda solo buscaba la perfección en todos, no ser “mala”
El infame apodo de diabla que tiene Miranda se hace notar desde un inicio del filme, cuando Andy, la protagonista, aparece en la oficina. De un momento a otro, todos los que trabajan ahí se alteran al saber que su jefa llegará pronto. Es entonces cuando se puede notar una de las características de Miranda, y su principal anhelo, que es la búsqueda de la perfección.
Esta se puede definir de tres maneras diferentes, pero la que caracteriza a Priestly es la perfección orientada a terceros. Esta define a las personas que esperan excelencia en quienes las rodean (en el caso de Miranda, de todos los que están a su cargo).
2. Los mismos directores la consideraban maravillosa, por eso la llamaron Miranda
El nombre de Miranda no fue elegido al azar. Este proviene del latín mirandus, que significa maravillosa o digna de admiración. Ese podría ser el énfasis que el director quiso darle al personaje. Es que Priestly se encuentra en una industria dominada por hombres, donde no puede mostrar flaqueza. Esta ardua labor define su forma de ser y actitudes, puesto que se ve obligada a encontrar un balance entre su vida personal y la profesional.
3. Miranda transmitió enseñanzas a lo largo de la historia, en especial a Andy
Andy llega a la industria sin saber prácticamente nada de esta, por lo que encontrarse con esta jefa altamente demandante y en constante búsqueda de la perfección le deja variadas enseñanzas. Una de ellas es la excelencia profesional, dada la alta exigencia dentro de la editorial.
Otras enseñanzas pueden ser la atención al detalle, el dar todo de uno mismo y la resiliencia llevada al límite. Esto puede verse en escenas como la de los cinturones, donde Priestly le da un discurso a Andy sobre la importancia de tener un ojo detallista. Más adelante incluso empieza a solicitarle tareas casi imposibles de cumplir, como comprar un libro que aún no había sido publicado, probándole que ella puede ser capaz de lograrlo casi todo.
4. Su personaje se inspiró en una aclamada jefa
El personaje de Miranda está inspirado en Anna Wintour, una editora de Vogue. La autora del libro en el que se basó la cinta, Lauren Weisberger, en una entrevista para Cosmopolitan dijo que su trabajo como asistente de Anna fue uno de “los momentos más valiosos de su carrera”, puesto que le permitió aprender y conocer a personas que estaban en la cima de la industria.
Esto podría demostrar que las intenciones finales de Miranda no son precisamente mostrarse como la típica persona al mando, sino como una líder en, como ya mencionamos, una búsqueda eterna del perfeccionismo, no siendo esto algo negativo al final en torno a su liderazgo.
5. Más allá de las apariencias, era una persona empática
Miranda ve en Andy un reflejo de ella misma. Al inicio de la película, esta última cuestiona y defiende su forma de ser con mucha autoestima. Esto es valorado por Priestly, quien se siente identificada al ver a una mujer joven sin miedo de dejar su huella en el mundo.
Esto también puede percibirse en dos puntos. Primero, Emily, la asistente personal de Miranda, es devota de su jefa, no le cuestiona nada y siempre está atenta. Esto la lleva a hacer un trabajo excepcional, pero Miranda no ve mayores aspiraciones en ella. Por otro lado, al final de la película, Miranda mira con orgullo a Andy, al verla convertida en una profesional con las herramientas y ganas de destacar en la vida.
6. Su cargo era exigente, por eso necesitaba que todos dieran su 100 %
Al final podemos decir que la forma de ser de Miranda era lo necesario para estar a la altura de la industria en la que competía, y que si ella hubiese sido hombre, no habría causado tal impacto como “antagonista”. Incluso en una escena se le hace un guiño a esto. Por otro lado, el novio de Andy podría ser el real villano de la película, ya que no la apoyó en su viaje a Francia, optando incluso por cortar la relación.
Para definir el punto de la alta exigencia y las expectativas de la gente exitosa, el director de la película, David Frankel, en una entrevista con Variety dijo: “Deberíamos estar agradecidos de la excelencia. ¿Por qué la gente exitosa debería ser agradable?”.
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