Cómo Adele se convirtió en un icono de moda en su época y por qué pide a sus fans que no sigan su ejemplo

Adele nunca acudió al gimnasio con el fin de perder peso, tal como lo reveló en una reciente entrevista. Los cambios en su figura resultaron ser un efecto colateral; la razón principal para dedicarse al ejercicio estaba relacionada con su salud emocional. Actualmente, los medios de comunicación de todo el mundo destacan el estilo y la condición física de la cantante, cuyas opiniones en el ámbito de la moda captan la atención de millones, incluyendo a figuras públicas. Adele es considerada un referente en el mundo de la moda, aunque esto no siempre fue así.

Introducción al mundo de la moda

Esta fotografía captura uno de los primeros momentos de Adele en la alfombra roja, durante la ceremonia de los Brit Awards 2008 en Londres. Fue en ese entonces cuando recibió el premio a la “Revelación del Año”, sus canciones escalaban a lo más alto de las listas de éxitos, y los medios la describían como alguien que “podría llegar a ser uno de los artistas más admirados e influyentes de su generación”.

Sin embargo, la joven cantante estaba aún por familiarizarse con el mundo de la moda, un aspecto relevante en la carrera de cualquier artista. En 2009, fue invitada a una sesión fotográfica para Vogue, un encuentro que la llenó de temores, comparándolo con una escena de El diablo viste a la moda. No obstante, Anna Wintour logró ganarse su confianza y la introdujo al trabajo de renombrados diseñadores.

En la ceremonia de los Grammy de 2009, el aspecto de Adele estuvo a cargo de un equipo de profesionales, entre ellos estilistas, maquilladores y peluqueros. Se presentó luciendo un distinguido vestido de cóctel de satén negro, diseñado a medida por Barbara Tfank. Previo a su aparición, Adele comentó en tono de broma: “Voy a estar realmente glamurosa”.

En aquel entonces, la vida personal de Adele estaba lejos del brillo y glamour. La cantante mantenía un estilo de vida poco saludable y cancelaba conciertos debido a la nostalgia que sentía por su hogar durante las giras, periodo al que ella misma se refirió como su “crisis de juventud”.

Con el tiempo, su situación mejoró significativamente. La popularidad de Adele y su música iba en aumento. Sus canciones establecían récords de ventas a nivel mundial, y sus apariciones públicas eran minuciosamente analizadas por las revistas de moda. En la entrega de los premios MTV Video Music Awards de 2011, se presentó con un vestido negro y un peinado inspirado en los años 60. Las revistas escribieron que la cantante había desarrollado un estilo único, el mod-glam.

Era de exploraciones estéticas

En los años siguientes, Adele se aventuró a explorar diferentes estilos. Para la ceremonia de los Grammy de 2012, lució un deslumbrante vestido negro de Giorgio Armani que llegaba al suelo y tenía mangas tres cuartos. Este evento marcó su primera aparición pública con cabello rubio, tonalidad que mantendría por varios años.

Durante su fase de exploración de estilo, Adele tomó una decisión audaz para la gala de los Grammy de 2013, que provocó un considerable debate. Optó por dejar a un lado sus característicos vestidos negros en favor de una elección más vistosa: un vestido de Valentino Couture, ricamente adornado con bordados florales, de mangas largas y con cuello. Este atuendo, complementado con zapatos a juego, atrajo críticas de ciertos sectores de la prensa, quienes lo compararon de manera poco halagadora con un tapete.

En la ceremonia de los Grammy de 2016, Adele deslumbró con un brillante vestido de Givenchy. Su peinado y maquillaje, de estilo sencillo, no restaron atención al vestido. La apariencia de la cantante capturó rápidamente el interés, desviándolo de su actuación problemática ese día: los instrumentos estaban desafinados, lo que afectó la calidad de su presentación. Sin embargo, Adele compartió con sus seguidores un consejo para levantar el ánimo: “Por eso me doy el gusto de comer una hamburguesa. Quizás, al final, mereció la pena”.

En la 59ª edición anual de los Grammy, Adele acaparó todas las miradas al llevarse 5 premios, incluyendo los de mejor álbum, canción y grabación del año. Su vestimenta esa noche también captó grandes elogios. Se decantó por un diseño exclusivo de Givenchy, un elegante vestido de satén de seda con detalles en encaje, creado por el diseñador Riccardo Tisci.

Era de transformaciones

Adele se ha convertido en un referente de moda no solo para el público general, sino también para las celebridades. Por ejemplo, se dio un curioso incidente durante una entrevista con Oprah Winfrey. Al prepararse para la grabación, la presentadora pidió a sus sastres confeccionar un traje de color albaricoque. Sin embargo, al enterarse de que la cantante asistiría en un deslumbrante atuendo blanco, decidió cambiar de planes y optar también por un traje de tonos claros. Oprah comentó que no quería parecer “un loro” al lado de una Adele tan elegante.

En el año 2020, la transformación física de Adele captó la atención de la prensa: había rebajado más de 45 kilogramos. El propósito detrás de su pérdida de peso no era simplemente estilizar su figura. Adele buscaba en el ejercicio físico una vía de escape a las preocupaciones que la agobiaban durante su proceso de divorcio con el empresario Simon Konecki.

A lo largo de su carrera, Adele fue admirada por su autenticidad y por representar el body positive, dada su figura curvilínea. No obstante, después de adelgazar, enfrentó críticas de seguidores que se sintieron traicionados. Frente a ello, la artista subrayó que nunca pretendió ser un ejemplo a seguir, y dejó abierta la posibilidad de experimentar fluctuaciones en su peso en el futuro. “Me consideraba partidaria del body positive, pero ahora me defino simplemente como positiva”, señaló.

¿Alguna vez has experimentado un cambio radical en tu aspecto y, de ser así, cómo te sentiste después de esa transformación?