Cómo funciona la terapia de luz LED facial y qué tan efectiva es para cuidar la piel

Salud
hace 20 horas

La belleza del futuro parece haber llegado en forma de luces de colores. Pero antes de dejarte hipnotizar por las máscaras de luces LED que ves en redes, te contamos qué es este tratamiento, qué beneficios tiene y si realmente vale la pena para decirle adiós al acné y las arrugas. Spoiler: no es milagroso, pero tiene ciencia detrás. Y sí, las imágenes parecen una película de ciencia ficción.

ESTE CONTENIDO SE PROPORCIONA ÚNICAMENTE CON FINES INFORMATIVOS Y NO SUSTITUYE EL CONSEJO MÉDICO. CONSULTA A TU MÉDICO ANTE CUALQUIER DUDA SOBRE TU SALUD Y SOBRE CUALQUIER CONDICIÓN MÉDICA.

¿Qué es exactamente la terapia de luz LED?

La fototerapia LED es un tratamiento no invasivo que utiliza luz de baja intensidad para mejorar la salud de la piel. Hoy día se ha convertido en una de las opciones más buscadas por quienes apuestan por una piel tersa sin recurrir a métodos más invasivos, como las cirugías o las inyecciones estéticas.

La exposición a la luz LED es indolora, no molesta ni pica y no requiere tiempo de recuperación. Cada sesión con la mascarilla dura entre 15 y 30 minutos. Aunque se dice que en principio lo recomendable es hacerlo de dos a tres veces por semana al comienzo del tratamiento, todo depende de cada tipo de piel y del objetivo con el que se aplique la luz: no es lo mismo si queremos combatir el acné que si buscamos reducir arrugas o líneas finas de expresión.

¿Luz para la piel? Así empezó todo

Aunque hoy parezca lo último de lo último, la fototerapia LED tiene historia. En los años 60, el médico húngaro Endre Mester descubrió por accidente que la luz roja ayudaba a cicatrizar heridas y estimulaba el crecimiento del cabello en ratones.

En realidad, estas dos observaciones fueron en principio efectos secundarios de la aplicación de un láser de baja potencia sobre la piel afeitada de un ratón. Lo que el científico buscaba era ver si este podía influir en el crecimiento de ciertos tumores y, por accidente, como suele ocurrir con los grandes descubrimientos, observó estos dos hechos: el pelo del ratón crecía y sus heridas cicatrizaban.

Décadas después, la NASA se apropiaría de esta técnica para curar heridas de los astronautas en el espacio. Al día de hoy, el método se ha domesticado y se ha vuelto una herramienta muy usada en clínicas estéticas y hasta en casa.

Cada color, un beneficio

No todas las luces LED hacen lo mismo: cada color tiene una función específica según las necesidades de la piel o el efecto que estemos buscando. Aunque las luces azul y roja son las únicas con respaldo científico sólido, en tratamientos estéticos también se utilizan otros tonos, como el verde y el morado (asociado con efectos relajantes y detox). Si bien sus beneficios aún no están comprobados por la ciencia, algunas personas los encuentran útiles como complemento.

  • Luz azul: Es la favorita contra el acné. Ayuda a eliminar las bacterias responsables de los brotes (como Cutibacterium acnes) y reducir la inflamación típica de estas lesiones. Además, regula la producción de sebo y puede prevenir la formación de nuevos granitos. Es ideal para pieles grasas o con tendencia acneica.
  • Luz roja e infrarroja: Reduce la inflamación y estimula la producción de colágeno. En consecuencia, reducen líneas de expresión y mejoran la elasticidad y la firmeza.
  • Luz verde: Se dice que unifica el tono de la piel y que ayuda a reducir la hiperpigmentación, manchas solares y rojeces.
  • Luz violeta: Se cree que mejorar la luminosidad, descompone el exceso de melanina responsable de las manchas oscuras y acelera la reparación de la piel después de brotes de acné o irritación.

¿De verdad funcionan?

Aunque prometedora, la fototerapia no es milagrosa pero aporta mucho. Como ocurre con otro tipo de tratamientos estéticos, sus resultados no son mágicos ni instantáneos sino acumulativos y pueden tardar tiempo en manifestarse. Esto significa que podrás notar cambios luego de varias sesiones y siempre y cuando la combines con otros hábitos de cuidado y tengas en cuenta los siguientes consejos:

  • Mantén tu piel hidratada y limpia; y usa protector solar a diario.
  • Elige siempre equipos confiables, de buena calidad y, si es posible, con certificaciones médicas.
  • Consulta a un dermatólogo si tienes la piel muy sensible o alguna otra condición.
  • Evita aquellos que usen luces no respaldadas por evidencia científica.
  • Si quieres resultados más rápidos, combínalo con otros tratamientos estéticos exfoliantes estimuladores de colágeno, como microdermoabrasión, peelings químicos suaves o radiofrecuencia. Cualquiera de estos potenciará el efecto del tratamiento porque actúan sobre las capas superficiales de la piel, haciendo posible que la luz penetre en profundidad.

¿Cuál es tu opinión sobre los tratamientos de estética? ¿Hasta dónde estarías dispuesta a llegar para verte más joven? ¡Nos interesa tu opinión! 💆‍♀️

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