Keanu Reeves, las pérdidas de su pasado y por qué ahora da tanto gusto verlo enamorado
Lejos del mundo de la fama y los paparazis, el camino de Keanu Reeves ha estado marcado por pérdidas devastadoras. No por nada su característico aire melancólico. Sin embargo, a pesar de todo, su nueva relación ha sido un rayo de esperanza para el actor, y nosotros no podemos estar más felices por él.
Sus primeros años y el abandono de su padre
Keanu Reeves nació el 2 de septiembre de 1964 en Beirut, Líbano, pero en su sangre tiene ascendencia inglesa, hawaiana, china, irlandesa y portuguesa. Antes del glamur de las alfombras rojas de Hollywood, su vida no fue precisamente un lecho de rosas.
Su padre, Samuel Reeves, tuvo problemas con la ley y pasó años tras las rejas. Y, aunque formó su familia fuera de prisión, la abandonó cuando Keanu era un niño de solo 3 años. Entonces, Patricia Taylor, su madre, los llevó a él y a su hermana mayor, Kim, a vivir a Sídney y luego a Nueva York, para finalmente establecerse en Toronto.
Keanu en una alfombra roja con su mamá y Karina, su hermana.
La madre de Keanu trabajó como diseñadora de vestuario y bailarina. Así logró sacar adelante a sus dos hijos. En medio de sus múltiples mudanzas, se casó tres veces, lo que para Keanu significó tener 3 padrastros durante su infancia.
Keanu creció siendo un niño muy serio. Tuvo problemas en la escuela por su dislexia, conflictos con la autoridad, e incluso llegó a ser expulsado de la institución, hasta que él mismo decidió renunciar a esta cuando tenía 17 años.
Con respecto a su papá, Keanu y él sí se han vuelto a ver varias veces, pero su relación nunca ha sido buena. El mismo actor admitió que la historia con su padre “está llena de dolor, aflicción y pérdida”.
La partida de su mejor amigo
Uno de los primeros trabajos importantes en el cine para Keanu Reeves llegó en 1991, de la mano de la cinta Idaho: El camino de mis sueños, filme que estelarizó junto a su amigo, River Phoenix (hermano del también actor Joaquin Phoenix). Esta película recibió muy buenas críticas y ayudó a catapultar la carrera de los jóvenes actores, pero para River, también se convirtió en una de sus últimas actuaciones.
River falleció en 1993, a los 23 años, debido a una sobredosis. En ese momento, Keanu estaba rodando Máxima velocidad junto a Sandra Bullock, quien recuerda cómo la noticia afectó a su coestrella. Ella pensó sobre él: “Dios, si esa es la punta del iceberg de su profundidad y su nivel de amor y cuidado por un amigo, eso simplemente te atrae”.
Aunque han pasado décadas desde que perdió a su amigo, Keanu reconoció en una entrevista que le es difícil hablar de River en pasado. Dijo: “Casi siempre tengo que mantenerlo presente. Era una persona realmente especial, tan original, única, inteligente, talentosa, ferozmente creativa... Fue genial haberlo conocido. Inspirador. Lo extraño”.
Si quieres saber más sobre quién fue River Phoenix y cómo su muerte afectó a su hermano, Joaquin, puedes leer este artículo.
El adiós a su expareja y su hija
Aunque Keanu siempre ha tratado de mantener su vida privada alejada de los reflectores, fue bien conocida su relación con Jennifer Syme, quien era asistente personal del director de cine David Lynch. Keanu y ella se conocieron en una fiesta y luego comenzaron a salir. Al año, ya vivían juntos y estaban esperando una bebé.
Lamentablemente, a los ocho meses de embarazo, la bebé nació sin vida, lo que afectó la estabilidad de la pareja y los dejó en un ir y venir. Poco más de dos años después de tener que despedir a su hija, Keanu también tuvo que decir adiós a Jennifer, pues falleció en un accidente automovilístico en 2001.
Por esa época, el actor debía trabajar en la secuela de Matrix, pero el dolor fue tal que decidió buscar paz y tiempo para lidiar con ello. Años después, la estrella de John Wick (personaje que también vive un duelo por su pareja) dijo en una entrevista que “el dolor cambia de forma, pero nunca termina”.
Oda a la felicidad
Como pasaría con cualquier persona, después de enfrentar estos duelos, Keanu no volvió a ser el mismo, pero el cariño de sus fanes permaneció intacto. Quizá sea su personalidad humilde y un tanto melancólica lo que lo ha convertido en un famoso tan entrañable, muy alejado de la arrogancia del mundo hollywoodense.
Una de las formas en las que Keanu lidió con sus emociones fue escribiendo. Incluso publicó un libro de poemas llamado Oda a la felicidad, el cual fue ilustrado por Alexandra Grant. Sí, esa misma Alexandra con la que hizo pública su relación en 2019 y con la que se lo ha visto muy feliz.
Keanu es un actor, escritor y filántropo (aunque no le gusta alardear sobre ello), pero más allá de eso, es alguien que tomó las partes más tristes de su vida y las convirtió en inspiración, tanto para él como para otros. Por eso, hoy nos da mucho gusto verlo triunfar y dándose una oportunidad en el amor junto a su novia, Alexandra.