Cuando mi amiga vegana me invitó a comer y casi perdemos nuestra amistad

Historias
hace 1 mes

Las diferencias en los estilos de alimentación han pasado de ser simples preferencias personales a convertirse en temas álgidos, que pueden generar tensiones en las relaciones sociales. Para la muestra, la historia de esta chica, para quien una comida casual con su amiga vegana, terminó fracturando la relación entre ambas.

“Una de mis amigas es vegana y soy respetuosa con ella cuando viene a mi casa. Tengo diferentes tablas de cortar para verduras y carne. Corto primero las verduras y demás para que no se mezclen con la carne, si cocino carne esa noche. Siento que soy extremadamente respetuosa con sus elecciones de comida. Además, si cocino para ella, no uso mantequilla y el aceite que uso es de aguacate, etc.

Hace unos días, estuve en su casa, íbamos a comer hamburguesas (no fue mi elección, por cierto, ella dijo que estaba haciendo hamburguesas), y dijo que la mía era de carne vacuna. Yo le dije ’oh, gracias’. Después de terminar de comerla me preguntó cómo estaba y le dije que la había disfrutado. Fue entonces cuando me dijo que era una hamburguesa vegana”.

“Le pregunté por qué me había mentido. Ella solo dijo que pensaba que yo no la comería si me lo decía. Traté de explicarle que era la mentira lo que me enojaba más que cualquier otra cosa, que si yo le hubiera hecho eso a ella y le hubiera dado una hamburguesa de carne, mintiéndole al respecto, se habría enojado, entonces ¿por qué está bien que ella me mienta acerca de lo que estoy dándole a mi cuerpo?

Dijo que yo estaba exagerando y que si yo le hubiera dado carne real, ella podría enfermarse. Entonces le pregunté si ella sabía mis alergias, y le dije, ’¿y qué pasaría si yo fuera alérgico a algo de lo que contiene la hamburguesa vegana y me enfermo? Pues es lo mismo’. Me enojé y me fui de su casa. Resulta que soy alérgica a la soja y, dependiendo de la cantidad que ingiera, así es el nivel de mi reacción. Ahora tengo un sarpullido porque esa hamburguesa tenía algo de soja. Si hubiera tenido demasiada soja podría morir”.

“Después de eso, ella me llamó, se disculpó por haberme puesto esa hamburguesa, diciendo que había olvidado mi alergia, pero no era una excusa, solo pensó que si me gustaba, yo podría considerar volverme vegana o al menos vegetariana.

Le respondí que, si bien acepto sus disculpas y le agradezco por disculparse, ya no cumpliré con sus restricciones alimentarias en mi casa. Si quiere comer, puede traerlo ella misma. Además, ya no aceptaré sus invitaciones a cenar. Finalmente, me dejó un mensaje de voz llorando y diciendo que entendía que ella estaba equivocada”.

Consejos para suavizar conflictos en torno a los estilos de alimentación

  • Fomentar la comunicación abierta: Hablar sobre las preferencias alimentarias de manera respetuosa evita malentendidos. Preguntar sin juzgar permite entender las motivaciones detrás de cada elección, ya sea por salud, ética o cultura.
  • Respetar las decisiones de los demás: Cada persona tiene derecho a decidir qué consume. Evitar comentarios despectivos o bromas pesadas es clave para mantener un ambiente agradable. Respeta las elecciones aunque no las compartas.
  • Buscar alternativas inclusivas: Al planear reuniones, intenta incluir opciones para todos. Si alguien es vegano o sigue una dieta específica, considera preparar platillos que se adapten a sus necesidades o, mejor aún, invita a que colaboren con alguna propuesta.
  • Evitar los debates durante las comidas: Las discusiones sobre qué dieta es mejor pueden volverse acaloradas. Si surge el tema, es preferible abordarlo fuera del contexto de la comida y con disposición a aprender, no a imponer.
  • Practicar la empatía: Ponerse en el lugar del otro ayuda a entender su perspectiva. Tal vez para esa persona su dieta es más que una elección, es parte de su identidad o un compromiso personal.
  • Priorizar la amistad sobre la alimentación: Recuerda que la relación va más allá de lo que cada uno come. Centrarse en los intereses y valores compartidos fortalece el vínculo, dejando las diferencias alimenticias en un segundo plano.
  • Establecer límites claros: Si las conversaciones sobre alimentación se vuelven incómodas, es válido establecer límites. Explicar con amabilidad que prefieres no discutir ciertos temas puede prevenir futuras tensiones.
Imagen de portada No_Rub5462 / Reddit

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