Hábitos de cuidado facial de acuerdo con cada edad que pueden ayudarte a lucir una piel saludable

Consejos
hace 3 años

Nuestro cuerpo cambia continuamente a lo largo del tiempo, y con él también lo hace nuestra piel. Con el paso de los años, no solamente su aspecto se transforma, sino también las células en ella; comenzamos a producir menos colágeno y, debido a esto, empieza a perder su elasticidad. Es por eso por lo que cada edad requiere cuidados distintos.

Genial.guru realizó una pequeña guía para que puedas cuidar la piel de tu rostro de acuerdo con sus necesidades en cada etapa de la vida.

A los 20 años

Desmaquíllate al terminar tu día

Puede haber días en los que el cansancio nos alcance y no resistamos la tentación de irnos a dormir con base, máscara de pestañas y rubor encima. Pero cuando esto se convierte en un hábito, puede no ser muy bueno para la piel. La doctora Sue Ann Wee del Grupo Dermatológico Schweiger afirma que esta costumbre puede exponernos innecesariamente a radicales libres que permanecen en el maquillaje dañando la piel y propiciando el envejecimiento de la piel, además de que puede tapar los poros, causando acné. Por eso es tan importante retirarlo, ya que al hacerlo le damos a la piel la oportunidad de regenerarse.

Utiliza protección solar

Protegerse de los rayos UV es uno de los pasos más importantes dentro de una rutina de cuidado facial. Esto se debe a que puede ayudar a reducir el impacto de la luz del sol y todos los objetos que la reflejan sobre nuestra piel, manteniéndola protegida. Un estudio demostró que el uso diario de bloqueador solar sobre el rostro puede ayudar a mantener la piel hidratada y a prevenir manchas oscuras que son signos del fotoenvejecimiento.

Comienza un tratamiento antienvejecimiento

Tal vez es difícil pensar en tratamientos antiedad en los veinte. Sin embargo, el dermatólogo Dennis Gross asegura que al llegar a los 25 comienza la pérdida de colágeno y elastina, que son las proteínas que le dan estructura a la piel. Es por eso por lo que, mientras más pronto comencemos a cuidarla y a mejorar nuestros hábitos, mejores resultados tendremos a largo plazo.

Por otro lado, la doctora Annie Chiu sugiere comenzar este proceso con productos que contengan vitamina C o algún antioxidante, para prevenir el envejecimiento prematuro.

Cuida tu alimentación

Además de cuidar tu piel por fuera, puedes comenzar a hacerlo desde el interior. La dermatóloga Leslie Baumann recomienda el consumo de alimentos como el salmón, que es rico en omega-3, frutas que contengan grandes cantidades de agua (para evitar la retención de líquidos), vitamina A (como la zanahoria), vitamina C (que podemos encontrar en cítricos), vitaminas D, E y grasas saludables, como las almendras o el aguacate, para mejorar las defensas y la elasticidad de la piel. En cambio, el exceso de azúcares en la dieta puede ser perjudicial.

A los 30 años

Protege el contorno de tus ojos

La piel que da forma a nuestros párpados es la más delgada de todo el cuerpo, y es por eso por lo que requiere de un cuidado particular. La protección solar es importante para evitar los daños que ocasionan los rayos UV, pero las pigmentaciones y la hinchazón en los párpados inferiores también pueden comenzar a hacerse presentes. Busca productos que contengan antioxidantes, retinol, vitamina B3 y/o vitamina K, pues estos pueden contribuir a la regeneración y protección de esta delicada zona.

Adquiere una rutina nocturna de limpieza

La dermatóloga Renée Rouleau afirma que las necesidades de nuestro rostro son muy distintas de día y de noche, por eso no debemos tener la misma rutina para ambos momentos. De día, debemos preocuparnos por la protección del medioambiente, del polvo y los rayos solares. Por la noche, la prioridad es limpiar todos aquellos agentes que dañan nuestra piel para darle un respiro, ayudándola a regenerarse. Usa la noche para aplicar tratamientos hidratantes, cremas y sérums en mayor cantidad para absorberlos mientras duermes.

Ve tu cuello como parte de tu rostro

La piel del cuello también está expuesta constantemente al medioambiente, casi tanto como nuestra cara, envejeciendo de forma similar. Esa es una excelente razón para cuidar de ella casi de la misma manera. Para evitar que suceda prematuramente, extiende la aplicación de protector solar a esa zona, mantenla hidratada con productos que contengan ácido hialurónico, sé cuidadoso con tu postura, pues esta puede generar marcas en tu cuello, y evita el consumo de tabaco y alcohol.

Duerme 8 horas diarias

Dormir las horas adecuadas puede beneficiar distintos aspectos de nuestro organismo, y la salud de la piel no es la excepción. Es el momento en que le damos la oportunidad a nuestro cuerpo para regenerarse y recuperarse de la fatiga del día a día, el estrés y otros factores que pueden propiciar el envejecimiento prematuro y que se reflejan en la apariencia del rostro.

A los 40 o 50 años

Exfolia 2 o 3 veces por semana

De acuerdo con la doctora Audrey Kunin, con la edad, los poros se acentúan y las células muertas de la piel no son eliminadas con la misma facilidad que en años anteriores. Por eso, exfoliar un par de veces a la semana puede ayudar a eliminar impurezas, a absorber mejor los productos que aplicas en tu rostro, a eliminar algunas pigmentaciones y a unificar el tono de tu piel.

Practica un poco de gimnasia facial

A esta edad, la piel deja de producir la misma cantidad de colágeno y elastina que hace 20 años, y esto puede hacerse evidente. Una opción que puede llegar a revertir estos efectos es realizar ejercicios faciales, ya que estos suavizan la textura de los tejidos y fortalecen los músculos del rostro. Un estudio demostró que esta práctica puede hacer lucir la piel hasta tres años más joven.

Uno de los ejercicios que puedes realizar es yoga facial:

  • Con el fin de suavizar las arrugas de la frente, coloca tus dos manos hacia adentro entre las cejas y el nacimiento del cabello. Suavemente presiona con las yemas y lleva tus manos hacia la sien para tensar la piel. Repite 10 veces.

  • Para reducir los pliegues nasolabiales, llena tu boca de aire y ciérrala. Posteriormente, mueve el aire hacia arriba, abajo y los costados. Mantén cada posición por 5 segundos.

Considera suplementos de colágeno

De acuerdo con un estudio publicado en 2019, el consumo de estos suplementos puede dar mayor hidratación, elasticidad y densidad a la piel, fortaleciéndola. Sin embargo, te recomendamos consultar a tu médico antes de integrarlos a tu rutina.

Por otra parte, existen alimentos que pueden estimular la generación de colágeno, como los cítricos, moras (que son ricas en vitamina C), y claras de huevo, por su alto contenido de proteína. También los pescados, mariscos y algunas piezas de pollo que son en sí fuentes de colágeno.

Cambia la funda de tu almohada

No es solamente cuánto tiempo dormimos, sino sobre qué lo hacemos. Las fundas de algodón suelen absorber la hidratación de la piel y crear fricción. Sin embargo, las almohadas de cobre, según una investigación, pueden llegar a reducir la profundidad de las líneas de expresión y mejorar la apariencia de la piel. También existen fundas de seda, tejido que genera menos fricción e irritación, pudiendo traer beneficios también a la salud del cabello.

¿Cuál es tu rutina de autocuidado? ¿Qué consejo de belleza le darías al resto de nuestros lectores?

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