De los concursos de belleza a los de musculatura, Vanessa Guzmán es un ejemplo de convicción
Vanessa Guzmán es una mujer mexicana que hace lo que le gusta. Ha sido reina de belleza, actriz de telenovelas y fisicoculturista. En cualquier camino que elige, logra los objetivos que se propone y nos da un ejemplo de que la dedicación rinde frutos.
Un sueño en la infancia
Creció en Chihuahua, con sus padres y tres hermanos, en el núcleo de una familia unida. A los 9 años tuvo el primer acercamiento a lo que definiría su futuro. Vio en televisión el concurso de belleza Miss Universo, quedó encantada y le dijo a su mamá que ahí era donde quería estar.
Con el paso de los años, Vanessa siguió con esa idea, pero no fue hasta que cumplió 16 que sus padres le dieron permiso para participar en un concurso. Ambos le pusieron una condición: su padre, la de no descuidar las calificaciones en la escuela, y su madre, que si en verdad quería hacerlo, debía prepararse para ello. Esta última condición la ha mantenido por el resto de su vida.
Camino a Miss Universo
Con el visto bueno de sus padres, comenzó a prepararse. Entró a una escuela de modelaje y pronto comenzó a conseguir castings para pasarelas. “Yo soy así, si voy a hacer algo, lo voy a hacer bien”. Vanessa se sentía muy segura de las metas que quería cumplir. Gracias a su enfoque y preparación logró coronarse como Señorita Adolescente en su ciudad y esta fue la clave para poder seguir concursando en otros certámenes que le permitieron ganar el título a nivel nacional.
Cumpliendo su deseo
A los 19 años se convirtió en la representante de México para Miss Universo de 1996. A pesar de ser una de las favoritas para recibir la corona, fue Alicia Machado, la también actriz, quien ganó representando a Venezuela. Algunos señalaron que un pequeño error al contestar una pregunta fue el momento decisivo que le hizo perder el título. Pero Guzmán consideró que aunque estaba preparada, su colega fue digna merecedora del triunfo.
Estrella de telenovelas
El éxito que obtuvo a partir de Miss Universo le consiguió oportunidades para seguir su carrera como actriz en televisión. Así comenzó a tomarse en serio la actuación, con apariciones como presentadora y pequeños papeles en telenovelas, como Camila y Carita de Ángel. Después tuvo varios protagónicos en programas estelares como Alborada y Atrévete a soñar, que lograron una buena recepción por parte del público y demostraron su talento y versatilidad como actriz de drama o comedia.
Consecuencias de la presión
A pesar de que Vanessa lograba más de lo que había soñado, no todo era color de rosa. Confesó que con las presiones del medio del espectáculo, le fue fácil dejarse llevar por los estereotipos de belleza y sin darse cuenta empezó con trastornos alimenticios. Esto la llevó a sufrir graves consecuencias en relación a su salud. Tanto en su entorno familiar como laboral la apoyaron y así pudo recuperarse con el paso de los años.
Recientemente, la actriz también declaró que mientras grababa algunos proyectos, sufría problemas de ansiedad que en ese momento no entendía. Solía aislarse después de escenas con muchas personas presentes, lloraba sin razón aparente y evitaba socializar. Aunado a todo esto, su mamá y su exesposo sufrieron un grave accidente y decidió tomarse un descanso para cuidar de su familia y de sí misma, alejándose de las cámaras después del programa Infames en 2012.
Un difícil regreso a la actuación
En 2019, después de siete años fuera de los sets y alejada de los medios, regresó a las pantallas con un papel protagónico para el programa Soltero con hijas, junto a Gabriel Soto.
Aunque estaba emocionada por retomar su carrera como actriz, su padre falleció durante las grabaciones. Fue un golpe para ella, pero aun así decidió seguir con las grabaciones, lo que fue un reto, pues el programa además tenía tintes de comedia.
Una nueva meta como atleta profesional
Después de perder a su padre, Vanessa Guzmán decidió perseguir un nuevo sueño que se le había presentado alejada de las pantallas. Encontró que hacer ejercicio le ayudaba y que podía dedicarse a ello profesionalmente.
Ahora está certificada como entrenadora y es una atleta profesional del fisicoculturismo, acreedora de medallas en diversas competencias, dueña de su propia marca de productos fitness, y está enfocada en su salud física y mental.
Enfrentando las críticas
Aunque ha sido severamente criticada en redes por su musculatura, ella defiende sus ideales y no deja que nada sea un impedimento para dedicarse a su pasión. Ahora disfruta de su vida como atleta, madre de familia y no deja a un lado la posibilidad de volver a actuar.
A lo largo de los años, Vanessa Guzmán se ha enfrentado y superado diversos retos, siempre partiendo de la dedicación y el compromiso con ella misma. Sin duda es un gran ejemplo de una mujer fuerte y sensible que nos enseña que los obstáculos se pueden vencer trazando siempre nuevas metas.
¿Qué sueño te costó cumplir, pero finalmente lo lograste?