Después del divorcio, Eva Longoria vuelve a abrir su corazón y construye su familia soñada
El matrimonio no es algo fácil. No solo requiere de amor, también de mucha comunicación y un compromiso real de querer estar con la otra persona. Es elegir a alguien e ir hasta el final con ella. A veces, no funciona, y deben de tomar rumbos distintos. Un divorcio puede ser algo difícil, y volver a salir al ruedo de las citas podría ser aterrador. Pero, con un poco de suerte, la persona correcta puede llegar después de la tormenta.
La actriz Eva Longoria creció con mucho amor; sin embargo, no tuvo mucho éxito con sus primeros dos matrimonios. Decidió que el divorcio era lo mejor, y estaba en lo cierto, porque para que el arcoíris se forme, primero debe llover.
Eva Longoria es una actriz con ascendencia mexicana que ha luchado por lo que tiene. Su éxito en Hollywood llegó cuando interpretó a Gabrielle Solis en Desperate Housewives en el 2004. Antes de su gran oportunidad, participó en algunas series. Fue en una de ellas, General Hospital, donde conoció al que fue su primer esposo, con quien estuvo casada por dos años.
Después de la ruptura, ya con mucha atención de la prensa gracias a que la serie Desperate Housewives era muy popular, conoció al basquetbolista Tony Parker en un partido en el que él jugó. Hubo química y comenzaron los rumores de una posible relación sentimental entre ellos dos.
Se los veía muy enamorados. Aunque ella era 7 años mayor que él, lograron que el amor triunfara sobre la diferencia de edad. Decidieron casarse el día 7 de julio del 2007, una fecha que pensaron era especial. Tuvieron una boda de ensueño en Francia, junto a sus familiares y amigos.
Lamentablemente, 3 años después de la boda, Eva solicitó el divorcio al enterarse de que Tony le era infiel. Ella estaba desconsolada. Su buen amigo, el presentador, Mario López, dijo a la prensa: “Está devastada, quiere que todos lo sepamos. Pero ella es fuerte”.
El divorcio fue tan mediático que afectó negativamente la salud mental de la actriz. Ella dijo: “No comía. Estaba deprimida. Mi dieta era café. La gente seguía diciendo, te ves increíble. El divorcio te sentó bien. Y yo estaba como, no me siento bien. No tengo energía, no sabía que estaba deprimida”.
Aun así, tomó una postura bastante madura sobre la situación, mencionó: “Muchas personas quieren que lo odie, que lo destruya. Pero no le deseo nada más que lo mejor. Creo en perdonar y olvidar. Hubo una razón por la que nos casamos, quiero aferrarme a los buenos ratos”. Y, sí, tal vez había una razón para que se separaran: su familia soñada.
En 2010, Eva Longoria conoció a José Bastón, conocido como Pepe. Sin embargo, como ambos estaban saliendo de relaciones que no funcionaron y no estaban listos. El tiempo siguió su curso y no fue hasta 2013 que volvieron a encontrarse y hablar. Ese año comenzaron a salir.
Se los empezó a ver juntos en más eventos y, en un viaje a Dubái, Pepe le propuso matrimonio. Ella dijo que sí. Eva comentó: “Cuando Pepe y yo nos conocimos, dije que no quería volver a casarme nunca más. Él dijo: ’Genial, yo tampoco’. Y aquí estamos”.
Eva cree que el tiempo y la edad tuvieron que ver con el éxito de su relación. Ella dijo: “Encontrar el amor a los 40, encontré a mi esposo cuando yo tenía 40, y él tenía 50, fue como, ’¿Podemos simplemente disfrutar esta vida juntos?’”.
El matrimonio les sentó bien y supieron llevarlo juntos. Eva describió: “Algunos días sentimos que hemos estado casados por 40 años y otros días sentimos que hemos estado casados por dos segundos, solo depende del día”. Y después de unos años de matrimonio, decidieron tener un hijo. Sería el primero para la actriz y el cuarto para su esposo. Así que, de alguna manera, Eva ya tenía cierto entrenamiento con ser madre, al convivir con los hijos de Pepe.
La relación que Eva tiene con los hijos de su esposo es buena. Sobre esa situación, ella dijo: “Han sido un gran regalo en mi vida. No siento que nos falta porque no tenemos un bebé”. Ella siempre se consideró afortunada por esa dinámica y relación fuerte.
En 2018, Eva y Pepe se convirtieron en los padres de Santiago. Y desde que nació, se puede ver a Eva muy feliz. A ella no le importó en lo más mínimo ser madre a una edad madura, ella comentó: “Creo que los niños son producto del amor. Entonces, si encuentras a la persona adecuada y quieres tener una familia con esa persona, entonces es el momento adecuado”.
La vida le sonrió a Eva. Ahora no puede parar de compartir fotos con su hijo Santiago y disfrutando de su vida familiar. Ella no cambiaría nada de su pasado, puesto que lo que tiene ahora, en parte, se lo debe a lo que caminó antes.
Ella no se arrepiente de nada. Eva dijo: “Creo que cada relación es un camino hacia donde estás hoy. Cada giro equivocado te llevó al lugar donde estás, por lo que no fue necesariamente el giro equivocado en ese momento. No cambiaría nada, nunca”.
El divorcio se puede dar por distintas causas, y este puede ser beneficioso para las mujeres. Por más aterrador que resulte pensar en la separación, a veces suele ser lo mejor para ambas partes.