Eva Longoria, la actriz que no supo que vivió en la pobreza porque siempre estuvo rodeada de amor

Eva ha estado bajo los reflectores desde hace más de 20 años. Entre sus personajes más queridos, está el de Gabrielle Solís en Desperate Housewives, que es el papel que la catapultó hacia la fama. Pero Eva no solo es una actriz de renombre, también es una mujer que ha logrado mucho a través de su historia. Quizá la vida llena de contrastes que tuvo en su infancia la motivó a ayudar a los demás a crecer.

En Genial.guru admiramos profundamente a quienes logran llegar a la cima, pero incluso desde ahí no pierden de vista el mundo que los rodea.

Una infancia llena de amor, pero con carencias

Eva creció con tres hermanas en un rancho de su familia, en el mero corazón de Texas. Su padre, Enrique Longoria, es ranchero y su madre es maestra de educación especial y cuida a la hermana mayor de Eva, Elizabeth, quien tiene una discapacidad. Eva vivió una infancia rodeada de amor y con el apoyo de sus padres. A veces, ellos sacrificaban usar aire acondicionado o calefacción para poder ahorrar y permitir que sus hijas fueran porristas o recibieran lecciones de música. Un dato muy curioso es que Eva jamás supo que vivían con carencias: “Nunca supe que éramos tan pobres, porque crecimos con mucho amor y mi familia es muy unida”.

Ni las críticas ni las comparaciones la detuvieron

En su niñez, a Eva la molestaban por su físico, le ponían apodos hirientes, pero eso no la detuvo para seguir adelante y querer conquistar sus sueños. “Le decían a mi mamá: ’Tus hijas son muy bellas, ¿pero ella quién es?’, yo era piel y huesos y muy torpe. Al crecer, supe que no dependía de mi apariencia ni de la superficialidad de ser bonita, porque no lo era. Siempre supe que tenía que trabajar duro, que no se me iba a dar nada. Creo que eso lo aprendí de mi mamá y de mi papá”.

Consciente de las oportunidades que la vida le da

Los papás de Eva siempre procuraron darle atenciones a su hermana Elizabeth. Todo lo que se organizaba en familia giraba en torno a ella. “Cada vacación, cada viaje, siempre se preguntaban: ’¿Puede ir Lisa? ¿Estará bien?’. Eso me moldeó para estar consciente de las oportunidades que yo tengo, así que hay que sacar el mejor provecho de ello. Ella me ha enseñado muchas cosas, es un alma increíble, una hermosa luz en nuestra familia”.

Desde pequeña descubrió el valor del trabajo

Durante tres años de la escuela, Eva trabajó en un restaurante de comida rápida para ahorrar y poder pagar su fiesta de quince años. Este empleo le dio muchas enseñanzas y ánimos, “no podía esperar a tener un trabajo y ganar mi propio dinero”.

Un afortunado descubrimiento

Estudió kinesiología en la Universidad de Texas A&M y, en ese tiempo, también ganó el título de Miss Corpus Christi. Pero no fue sino hasta que finalizó sus estudios cuando decidió ir a un concurso de talentos que la llevó a Los Ángeles, y poco tiempo después, un agente de teatro la descubrió. Mientras audicionaba para diferentes personajes, trabajó como cazatalentos.

Directo a la cima y sin escalas

Una de las primeras apariciones que tuvo Eva en televisión fue al lado de Luke Perry (Dylan, de Beverly Hills, 90210). Pero su personaje más icónico fue el de Gabrielle Solís, una de las “esposas desesperadas” del programa homónimo que comenzó en 2004 y duró ocho años al aire. Su fama creció y se convirtió en una de las actrices mejor pagadas de Hollywood, ya que ganaba 375 000 USD por capítulo.

Un sueño compartido con los demás

Sin embargo, no vive el éxito sola. Eva cumplió el sueño de comprar una casa grande para sus papás. “Cada día, mi mamá despierta y dice: ’¡Siento que me gané la lotería!’”. Eva también decidió crear una fundación con su nombre, que se dedica a ayudar a las mujeres latinas a construir un mejor futuro para ellas mismas y para sus familias a través de la educación y el emprendimiento. Por otra parte, es embajadora de fundaciones humanitarias como Global Gift. Ciertamente, Eva llegó a la cima, pero desde ahí no olvida ayudar a los demás a tener una mejor calidad de vida.

¿Qué hecho de tu infancia ha influido en la toma de decisiones de tu vida adulta?