En la vida adulta, el dinero se convierte en un aspecto clave para muchos, sin embargo, preocuparnos tanto por él puede traernos más problemas que beneficios. El dilema de esta usuaria que compartió su historia nos recuerda que la riqueza material no lo es todo, pues apoyar a las personas que son parte de nuestra vida en sus momentos difíciles vale mucho más.
Jen y yo no somos amigas, pero nos toleramos y somos cordiales cuando nos vemos. Cuando ella tuvo a su primer bebé, mi esposo le compró un regalo carísimo, fueron como 200 o 300 dólares. Yo no tenía ningún problema con el regalo o con cuánto gastó mi esposo en él.
Unos años después, Jen y su esposo comenzaron a ganar bastante bien en sus empleos. Luego Jen anunció que estaba embarazada de nuevo y le mandó a mi esposo la lista de regalos que le gustaría recibir; estaba llena de cosas caras.
La verdad, yo pensé que era medio raro porque la mayoría de los artículos eran los mismos que los que le regalaron en el baby shower de su primer bebé.
Así que mi esposo decidió gastar como 400 dólares en un regalo para ella, yo solo le dije que por mí estaba bien. Unas semanas después, desafortunadamente, Jen perdió a su bebé. No sé de detalles, pero ella obviamente estaba devastada y yo me sentí muy mal por ella.
Han pasado ya unos meses desde que todo pasó y mi esposo no está seguro de cómo manejar la situación del regalo, porque no es algo que le sirva para su otro hijo e intentar tener otro bebé sería algo muy riesgoso para ambos. Pedirle que nos regrese el regalo parece cruel y probablemente ya pasó el tiempo que teníamos para devolverlo y que nos reembolsen el dinero.
Yo la verdad si pediría de regreso el regalo porque ella lo tendrá arrumbado además si fuera una persona realmente correcta y buena no hubiese solicitado regalos caros desde un principio así que le puedes comentar "Querida Jen lamento muchísimo tu pérdida en verdad es un suceso muy doloroso y en verdad lo sentimos mucho y cambiando el tema nos gustaría mucho apoyar a gente de recursos limitados que necesitan nuestra ayuda donando todo lo que no vas a ocupar entre eso lo que nosotros te dimos espero nos ayudes gracias" y listo es una manera educada de solicitarle lo que le regalaron y además sutil
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Sería diferente si hubiera podido usar el regalo, ahí ya es dinero bien gastado. Pero si se va a quedar en una caja arrumbada por años, ahí es donde no nos parece bien.
¿Sería muy grosero de nuestra parte pedir que nos regresen el regalo? Si no podemos tener nuestro dinero de regreso, nos gustaría por lo menos dárselo a alguien que sí lo vaya a utilizar.
Las respuestas no se hicieron esperar
Tras compartir su historia, esta usuaria recibió cientos de comentarios donde le hacían saber que tal vez era ella la que estaba reaccionando mal a la situación:
