Lo que se sabe sobre los hongos y su papel inesperado en la exploración espacial

Curiosidades
hace 6 horas

Imagina un futuro donde los hábitats en Marte no se construyen con acero, sino que crecen solos gracias a redes de hongos. Lo que parece ciencia ficción ya está en marcha: desde experimentos en la Estación Espacial Internacional hasta prototipos de la NASA, los hongos podrían ser la clave para vivir en el espacio.

Te contamos cómo estas formas de vida humildes están revolucionando la exploración espacial, con investigaciones que combinan biología, arquitectura y tecnología de punta.

El experimento espacial que podría facilitar todo

En agosto de 2024, un cohete SpaceX llevó a la Estación Espacial Internacional un cargamento inusual: tres especies de hongos, Melena de León, Cola de Pavo y Cordyceps. El experimento, liderado por la Universidad Tecnológica de Swinburne, busca entender:

  • Cómo se adaptan estos organismos a la microgravedad
  • La formación de redes de micelio (estructuras similares a raíces)
  • Su potencial para producir alimentos o medicinas en misiones largas

No veremos setas floreciendo en el espacio, pero sí cómo sus redes crecen en condiciones extremas, explica la astrofísica Dra. Sara Webb.

Dato clave: El proyecto incluyó a estudiantes de preparatoria, demostrando que la próxima generación de científicos ya está moldeando el futuro espacial.

Terraformar Marte con hongos es el sueño de un visionario

El micólogo Paul Stamets (colaborador de la NASA), hoy padre de la astromicología, está probando cómo 700 especies de hongos pueden convertir el polvo marciano (regolito) en suelo fértil. Los más prometedores incluyen:

  • Pleurotus ostreatus (seta ostra): Capaz de degradar rocas y crear “protosuelo” mediante la secreción de enzimas especializadas.
  • Ganoderma lucidum (reishi): Sus micelios forman ladrillos con resistencia comparable al acero inoxidable cuando se procesan adecuadamente.

Es más fácil plantar un hongo que transportar toneladas de materiales desde la Tierra, afirma Stamets en sus investigaciones.

Escudos contra radiación y casas autoconstruidas

La NASA explora activamente el micelio fúngico para múltiples aplicaciones:

  • Construcción de hábitats: Estructuras que crecen automáticamente al hidratarse, utilizando desechos orgánicos como alimento. Pueden autorepararse y expandirse según las necesidades de la misión.
  • Protección radiológica: El hongo Cladosporium sphaerospermum ha demostrado capacidad para absorber radiación. Podría integrarse en trajes espaciales o revestimientos de hábitats.
  • Mobiliario espacial: Sillas, mesas y otros elementos pueden “cultivarse” en lugar de manufacturarse, ahorrando peso y espacio.

¿Qué es la microgravedad?

La microgravedad es un estado de gravedad extremadamente baja (como la que experimentan los astronautas en órbita). No es gravedad cero, sino bastante menor que en la Tierra. Esto afecta desde el crecimiento de plantas hasta el comportamiento de materiales.

Bono: Beneficios para la salud de los astronautas

Investigaciones preliminares muestran que los hongos comestibles tienen grandes beneficios para nuestra salud. Esto, además, sugiere aplicaciones adicionales:

  • Melena de León (Hericium erinaceus): Podría estimular la neuroregeneración y contrarrestar los efectos cognitivos de la microgravedad.
  • Cordyceps militaris: Aumenta la resistencia física en ejercicios de alta intensidad, lo que podría ser un beneficio en entornos con bajos niveles de oxígeno.

Los hongos nunca han sido organismos simples, habitan toda la Tierra y son tan complejos que hasta ahora estamos notando sus potenciales aplicaciones espaciales. Con proyectos activos de la NASA y universidades líderes, podríamos estar ante la próxima revolución en exploración interplanetaria.

¿Vivirías en una casa hecha de micelio? ¡Comparte tu opinión y preguntas en los comentarios!

Imagen de portada caspar s / Flickr, CC BY 2.0

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas