Ella no tuvo su noche soñada, por eso hoy regala fiestas de 15 a chicas de bajos recursos

Historias
Hace 2 semanas

El cine nos tiene acostumbrados a ver hadas madrinas. Por lo general, usan vestidos largos, vuelan y aparecen con sus varitas brillantes. Pero no todas lucen igual, existen personas de carne y hueso que portan toda la magia y energía de las hadas madrinas. ¿El superpoder? La solidaridad. ¿El objetivo? Cumplir sueños. La protagonista de este artículo pertenece a ese grupo de seres humanos extraordinarios que, sin necesidad de hechizos, logran transformar una ilusión en realidad.

La fiesta de 15 que no pudo ser

“No encuentro palabras para describir lo que es ver a cada una de esas chicas, probarse los vestidos o entrar a su fiesta. Me hacen latir fuerte el corazón”, expresó Romina al referirse a las quinceañeras a las que ayuda. Y es que ella no pudo tener su fiesta de 15 años. Cuando llegó a esa edad, sus papás se habían separado y su padre sufrió un ACV. Entonces, todo el dinero que ingresaba en la casa era para pagar el alquiler, ya que el hombre no podía trabajar.

A Romina le quedó un sabor amargo y una sensación rara en el pecho, por no haber podido cumplir ese sueño. “El año anterior, muchas de mis amigas de la escuela y del barrio, y mis primas habían tenido su fiesta, solo faltaba yo, pero no se pudo”, dijo con congoja.

Un camino de solidaridad

Lejos de frustrarse por no tener su anhelado festejo de 15 años, Romina transformó su amargura en solidaridad. Abrió un comedor frente a su propia casa que se llama “Jóvenes hacia el futuro” para ayudar a las familias más vulnerables de su barrio. Preparan 600 litros de comida por día y brindan talleres de peluquería para que los jóvenes tengan un oficio.

Un día, una mamá que siempre asistía al comedor para comer y colaborar, le contó que, por problemas económicos, no iba a poder organizarle el cumpleaños de 15 a su hija. En ese momento, Romina recordó la tristeza que sintió ella, cuando su fiesta se frustró. Así que le ofreció ayuda a la mujer para llevar adelante la celebración. Lo que no sabía, es que esta acción desinteresada, la llevaría a convertirse en un “hada madrina” de los cumpleaños.

El “hada madrina” de los cumpleaños

Romina comenzó a pedir colaboración en sus redes sociales para celebrar el cumpleaños de Jemina, así se llama la primera quinceañera a la que ayudó. No sabía bien cómo ni por dónde empezar, pero, de a poco, todo se fue armando. Luego de que la chica tuviera su fiesta, Romina siguió ayudando a otras adolescentes.

Consiguió que una tienda de ropa le otorgara vestidos a un precio muy económico y también recibió donaciones. Luego de las fiestas, cada uno de los atuendos quedan en la casa de Romina para que una próxima cumpleañera los pueda usar. Además, cuando Romina anuncia en su Facebook que hay un nuevo cumpleaños, muchas vecinas se ofrecen para colaborar con pasteles, tartas y ayudar con la decoración.

El círculo se cierra

Romina organiza dos cumpleaños por mes y su agenda está muy abultada. Luego de cada donación, ella se ocupa de publicar un detalle de los gastos y cómo fueron utilizados, para que la acción sea completamente transparente. “No tengo manera de expresar lo que siento en cada cumpleaños viendo a esas chicas con sus vestidos, tal como lo soñaron. La Romina de 15 años las mira, celebra con ellas y es inmensamente feliz”, concluyó la mujer y así se cierra el círculo virtuoso de solidaridad.

Si el universo te concediera el poder de hacer feliz a una persona, ¿a quién sería y cómo la ayudarías?

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas

tptp