Evita estos errores si quieres ser rico
Entonces, ¿quieres hacerte rico? O tal vez solo quieras ser mejor con tu dinero. No, la solución no es encontrar un tesoro enterrado o ganar un concurso. Es cambiar algunos hábitos simples que mucha gente comparte.
Gastar excesiva e indulgentemente:
Es uno de los grandes, y puede significar una compra importante o las pequeñas que apenas se notan. El caso es que todas estas compras suman una cantidad significativa a tus ingresos. Por ejemplo, pongamos todas tus cuentas en una mochila: una suscripción a un servicio de transmisión en directo no tiene mucho peso, pero si añades dos membresías más, esa mochila empieza a estar más pesada. Anoche saliste a cenar, pero también pediste comida para llevar en las tres noches anteriores: ¿empezando a sentir la tensión? Acabas de comprarte esa guitarra nueva que querías, está bien, ahorraste para eso y aún te queda espacio en la mochila, pero también compraste algunas cositas en el camino: ropa nueva, unos cómics, te cortaste el pelo.
Ahora tu mochila pesa demasiado y no puedes cargarla. Tienes todas esas cosas que querías, pero ahora estás atascado. Por supuesto, debes gastar en comida, ropa nueva y las cosas que te hacen feliz, pero primero tienes que hacer un presupuesto. Un consejo fácil es crear una tabla u hoja de cálculo y exponer cuánto dinero ganas cada semana. Decide cuánto necesitas usar en lo esencial y ahorrar para mantenerte en el camino de tu objetivo financiero. Así tendrás un resumen claro del dinero que te queda para gastar. Es importante saber qué puedes permitirte y cuándo. Pregúntate si tus viejos tenis pueden durar un mes más antes de comprar un par nuevo o si la gente todavía puede ver tus ojos a través del flequillo antes de cortarte el pelo. Al mismo tiempo, es importante no privarte de lo que puedes permitirte.
Enfocarse demasiado en el ahorro:
¿Alguna vez te pusiste duramente a dieta y acabaste cayendo en hábitos alimenticios poco saludables? Suele ser el resultado de ser muy duro con uno mismo o de esperar demasiado; al fin y al cabo, todos merecemos darnos un gusto de vez en cuando. Lo mismo puede decirse del ahorro de dinero. Una golosina azucarada o un postre dulce al día pueden ayudarte a mantener tu dieta. También el gasto ocasional puede aliviar el estrés de trabajar para conseguir un objetivo financiero. Digamos que llevas tres días comiendo solo ensalada y verduras. Tu estómago gruñe y se te antoja ese pastel de chocolate que acaba de hacer tu compañera de piso.
Finalmente cedes, no puedes más, y devoras un trozo de pastel, pero ahora fallaste tu dieta, así que puedes comer otro. Antes de darte cuenta, te comiste todo el pastel. Marcarte objetivos puede ser una tarea difícil. Cuanto más compleja es la meta, más fácil es cometer un error y desanimarse. Cuando te desanimas, es difícil no rendirse del todo. Pero no lo hagas. Permite que un pedazo de pastel diario haga que tu dieta sea mucho más fácil. Así que date un gusto, ve una película con un amigo o cómprate esos tenis nuevos a las que les echaste el ojo, pero asegúrate de apegarte a tu presupuesto.
Comparar tus finanzas con las de otros:
Tu vecino de al lado tiene una gran casa de lujo, una bonita alberca y una televisión de pantalla ancha. Probablemente pienses: “¿Por qué no tengo yo una casa tan grande como la suya?”. En cambio, el vecino de enfrente tiene una casa más pequeña y un carro viejo. Posiblemente te sientas muy bien con tu situación económica en este momento. Después de todo, podría ser peor, ¿no? Sin embargo, que las personas que te rodean sean más ricas o pobres no significa necesariamente que tú estés mejor o peor que ellos. Comparar tu valor con el de los demás no te ayudará a alcanzar tu propio objetivo financiero. Solo te distraerá.
No pierdas el tiempo concentrándote en lo que tienen o no tus vecinos: preocúpate de tus propios objetivos. Haz un plan que funcione para ti y actúa. Puede que dentro de diez años tengas una casa aún más grande que la de tu vecino de al lado: no hay problema, no es una competencia. Lo único que importa son tus metas individuales. Todos estamos en nuestros propios caminos.
Descuidar el cambio para ganar más dinero:
Quedarse en un trabajo estable con un salario cómodo y ascender poco a poco solía ser la norma para la mayoría de la gente. Claro, te metes en una cómoda rutina: vas a trabajar, impresionas a tu jefe, recibes tu sueldo y te vas de fiesta con tus amigos el fin de semana. Suena bastante sencillo, pero puede que eso no sea necesariamente bueno para ti. Tal vez te estés aburriendo de esa misma rutina, y quizá no te estés retando a ti mismo para alcanzar tus deseos y potencial.
Hoy día, la vida es algo más que la rutina de 9 a 5. Con tantas oportunidades en el mercado laboral, es habitual que la gente busque nuevos caminos profesionales hasta encontrar algo que le guste y se le dé bien. Por ejemplo, puede que tengas un trabajo como profesor, pero eres un amante de los animales y te gustaría hacer una carrera como veterinario. Por supuesto, obtener un nuevo título y formarte en ese sector puede ser un reto. Pero, al final, puede que seas más feliz, y probablemente ganarás más haciendo algo que te apasiona.
El cambio de estas viejas formas de pensar se extiende también a la forma de actuar cuando cambian tus circunstancias financieras. Acabas de conseguir un gran ascenso en el trabajo que te gusta y eso conlleva un generoso aumento de sueldo. Sin embargo, sigues viviendo de acuerdo con tus necesidades anteriores, haciendo tú mismo todas las tareas y cocinando pasta barata para cenar para ahorrar hasta el último centavo. Aprende a cambiar de perspectiva y ajusta tu estilo de vida a tus ingresos. Si te lo puedes permitir, te lo ganaste, y hacerte la vida más fácil solo hará que la vida laboral sea más agradable.
Enfocarse en el precio:
Jessie J cantó una vez: “It´s not about the money, money, money”, bueno, en el caso de nuestro video, en cierto modo sí, pero puede que no se trate de la “etiqueta del precio”. ¿Recuerdas esa guitarra para la que estabas ahorrando? Bueno, ya tienes tus ahorros y estás en la tienda de música listo para comprar. Pero ves la etiqueta del precio de la guitarra que quieres y dudas: seguro tienes suficiente, pero también podrías gastar menos en una más barata y ahorrar. Así que compras la más económica de la tienda y guardas el resto del dinero en el banco. Sin embargo, cuando llegas a casa, esta no entona bien y suena fatal: este es un ejemplo de malgastar tu dinero, incluso cuando creías que lo estabas ahorrando. Tal vez te sientas más inclinado a comprar algo simplemente porque es caro.
Cuando haces una compra, el valor no viene de lo que ahorras o de lo que gastas. Viene de lo que significa para ti. No pienses en lo que pierdes. Sino en lo que ganas. Y recuerda respetar tu presupuesto. Puede que tengas que ahorrar varios meses para la guitarra que quieres, pero cómprala cuando alcances tu objetivo. Si eres músico, piensa que es una inversión. Una buena guitarra te ayudará a tocar en los conciertos y a recuperar potencialmente ese dinero. Es ganar dinero de forma inteligente. Si estás buscando hacer eso, quizás quieras considerar dónde pones tu dinero. Incluso si lo guardas en el banco, piensa en qué cuenta es mejor para acumular intereses.
Gastar dinero que no tienes:
Hoy en día, hay muchas más opciones y servicios que nunca para gastar el dinero que aún no tienes. Desde las tarjetas de crédito hasta los sitios web de “compra ahora y paga después”, puedes volver a casa con ese artículo caro al que viste en las tiendas para pagarlo en el futuro. Para algunos puede ser una opción más asequible para gestionar sus gastos de lujo, pero puede salirse rápidamente de tus manos si no tienes cuidado. Acabas de comprarte esa guitarra nueva, fue costosa, pero no pasa nada, no tienes que pagar el importe total hoy. Puedes pagarlo en las próximas quincenas. Ahora todavía tienes más dinero para gastar, más artículos caros para comprar y más crédito en tu cuenta de pago posterior. Llegas a casa con todas tus cosas nuevas, y solo gastaste una cuarta parte del precio total en cada una.
Pero ahora debes hacer ese mismo pago cada quince días, y el futuro siempre es incierto: tus amigos podrían planear una salida espontánea, o podrías recibir una factura inesperada. Puede que te las arregles, pero también es posible que te cueste mantener tus objetivos financieros de los próximos dos meses. Siempre es mejor evitar gastar el dinero que no tienes a menos que puedas presupuestarlo con seguridad. Ahorrar dinero y fijarse un objetivo financiero es un juego complicado, y hay muchas pautas que pueden ayudarte a ganar el dinero que quieres.
Pero, como todo en la vida, lo más importante es tu salud y felicidad. Así que fija tus objetivos, haz un presupuesto que te sirva y asegúrate de darte un gusto cuando te lo puedas permitir. A veces puede parecer imposible, sobre todo cuando sientes que vives al día o que no consigues mantener ese molesto dinero en el banco. No estás solo; todos hemos pasado por eso. Las finanzas son algo difícil de controlar. Ya sea para pagar la renta, las facturas, la comida o el ocio, la vida puede resultar cara. Pero no te preocupes, con estos consejos, ¡te tenemos cubierto!