“Transformar mi cuerpo me causó depresión”, la batalla de Zac Efron por su salud física y mental
A Zac Efron lo recordamos por su papel como Troy Bolton en las películas de la serie High School Musical. En su juventud, se convirtió en el ídolo de muchas personas, y por eso tuvo que cargar con la presión de mantener su imagen de eterno adolescente. Esto lo afectó severamente, ya que durante mucho tiempo se preocupó demasiado por mantener su cuerpo atlético. Sin embargo, hace poco habló de esto y de cómo tuvo que cambiar su mentalidad con los golpes de la vida, esperando que su experiencia sea de ayuda para aquellos que se preocupan demasiado por su exterior, tal y como él lo hacía.
Zac comenzó su carrera a los 18 años en la trilogía de películas de High School Musical, y desde entonces comenzó a sufrir por la presión de la fama. Una de las cosas que más le afectó fue cuando se hizo público que él no había cantado las canciones de la primera cinta, sino que habían sido dobladas por el actor Drew Seeley.
Esto aumentó la presión. “Me puso en una posición incómoda”, admitió Zac en 2017. “No es algo que esperaba que me pidieran”. Entonces, se puso a ensayar para poder cantar algunas de las canciones en la segunda película de la serie. “Ese fue un punto muy importante para mí. Tuve que luchar para poner mi voz en estas pistas”, explicó el actor. “En la primera película, mi voz no estaba en ellas. En realidad, no me dieron una explicación. Simplemente sucedió de esa manera”.
En 2017, Zac Efron consiguió uno de los papeles principales en la adaptación para la pantalla grande de la exitosa serie Baywatch: Guardianes de la bahía. Esto se convirtió en un reto para el actor, pues, aunque estaba en buena forma, las escenas de playa eran muy demandantes y una parte relevante del atractivo de la historia.
En una entrevista reciente, él habló sobre todos los problemas que tuvo que pasar para lograr un “cuerpo de ensueño”. “Ese aspecto en Baywatch, no sé si sea realmente alcanzable. Hay muy poca agua en la piel. Es falso; parece CGI. Requirió potentes diuréticos lograrlo”, dijo. Pero además de eso, también tuvo que someterse a una dieta extrema y a mucho ejercicio. “Empecé a desarrollar insomnio”, dijo, y luego agregó: “Caí en una depresión bastante grave durante mucho tiempo. Algo de esa experiencia me quemó. Me costó mucho reencontrar el camino. Convertir tus abdominales de seis a un paquete de cuatro. Cosas como esa, eso... es estúpido, simplemente no es real. Cuida tu corazón. Cuida tu cerebro”.
Ahí fue cuando decidió hacer una pausa y tomarse un año sabático para descansar y dejar de hacer ejercicio. “En un momento dado, ese era mi sueño: no tener que estar en forma todo el tiempo”, dijo.
Zac ya se había acostumbrado a un cierto nivel de condición física desde que era un niño. “¿Qué pasa si me dejo llevar? Así que lo probé y tuve éxito. Y por todas las razones que pensé que sería increíble, era miserable. Mi cuerpo no se sentía sano; simplemente no me sentía vivo. Me sentí empantanado y lento”.
Parte de la obsesión por entrenar que tiene Zac es porque le gusta estar a solas. En una entrevista, reveló que sufre de un tipo de fobia a los grandes grupos de personas.
“Simplemente no salgo”, dijo. “La gente en grupos grandes desencadena mi agorafobia”. La agorafobia es un tipo de ansiedad que se dispara cuando hay muchas personas alrededor, lo que hace sentir al que la padece atrapado o rodeado. Para un artista que es reconocido por millones de personas, esta clase de fobia puede ser más intensa que para una persona común.
Sin embargo, ese no es el único problema de salud que ha tenido que enfrentar. Hace unos 4 años, según contó, en el transcurso de un año y medio se lesionó un ligamento, se dislocó un hombro, se rompió una muñeca y se lastimó la espalda.
Pero la lesión más fuerte que sufrió fue cuando se rompió la mandíbula, aunque no debido al entrenamiento. Había estado corriendo por su casa con calcetines y se resbaló, lo que lo llevó a golpearse la barbilla contra la esquina de una fuente. Perdió el conocimiento y, cuando se despertó, el hueso de su barbilla estaba colgando de su cara. Él contó que los músculos de su rostro tuvieron que reajustarse para poder cumplir con funciones básicas como masticar, por lo que algunos crecieron de tamaño.
Durante una intervención que tuvo en un video para celebrar el Día de la Tierra, muchos fanes notaron que su cara estaba diferente, y de inmediato surgieron rumores de que se había hecho una cirugía plástica. El actor recordó que su mamá le habló por teléfono para preguntarle si se había operado, inyectado bótox o puesto implantes, como habían sugerido los medios.
Zac tuvo que pasar por varias sesiones de fisioterapia para poder recuperarse al 100 % de esa lesión que casi le costó la vida.
Todas esas experiencias lo hicieron alejarse de los medios y tomar la decisión de ocuparlos solamente para promocionar sus películas. También dejó de preocuparse tanto por su físico y comenzó a buscar historias más significativas y que le representaran nuevos retos como actor.
A principios de 2022, estrenó su primera película de terror, en la cual cambió el papel de joven galán por el de un padre que trata de salvar a su hija en Llamas de venganza. Aunque la cinta no fue un éxito de taquilla, sirvió para que el actor explorara otra faceta de su carrera y le permitió alcanzar otros horizontes donde no solo estaba de por medio su físico. “Tenía a esta hija frente a mí. Tuvimos unas escenas bastante intensas de padre e hija desde el principio, y me di cuenta de que estaba muy poco preparado para este papel. No sabía lo que estaba haciendo”, confesó en una entrevista.
A mediados de 2022, también estrenó The Greatest Beer Run Ever, cinta que protagonizó y en la que interpretó a un veterano de la guerra de Vietnam que regresaba al frente solo para poder estar con sus amigos.
Es una historia atípica en la carrera del actor, en la cual se involucró muy profundamente. Gracias a que él rescató la historia se realizó la película, demostrando que puede tomar ciertos riesgos y que quiere explorar otros caminos en lo que a su trabajo respecta.
Ahora, Zac comparte una nueva filosofía, una que tiene que ver con los retos físicos y profesionales a los que se ha enfrentado últimamente: “Tienes que crecer y evolucionar”, concluyó. “Esto fue parte de algo que me prometí a mí mismo cuando era joven: si no me asusta, no me pone nervioso, no es un desafío o tal vez no es algo que solo yo podría hacer, y solo podría averiguarlo con el 100 % de mi esfuerzo... ¿vale la pena hacerlo?”.
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