Cómo cambia nuestro metabolismo a cada edad y consejos para cuidar su buen funcionamiento
Nuestro cuerpo necesita energía para realizar cualquier tipo de actividad, desde respirar y caminar hasta pensar. El metabolismo es el encargado de proporcionarnos esa energía a través de las reacciones químicas y físicas que ocurren en nuestras células para poder transformar los alimentos. Muchos piensan que nuestro metabolismo cambia al alcanzar la madurez y ya no es tan fácil detener esos kilitos que se acumulan. Sin embargo, nuevos estudios han revelado que ya no podemos echarle la culpa al metabolismo lento.
En Genial.guru, siempre tratamos de aprender y actualizarnos, por eso queremos compartirte cómo cambia el metabolismo a lo largo de la vida según los más recientes estudios y de paso derribar algunos mitos alrededor del aumento de peso con la edad.
1. Un nuevo estudio cambia la perspectiva sobre el metabolismo en los distintos rangos de edad
Según un reciente estudio, alcanzamos el pico de gasto energético mucho antes de lo que pensábamos y, a su vez, el metabolismo se ralentiza durante una etapa más tardía en la vida. Los científicos utilizaron el método por excelencia para calcular la variación del gasto energético denominado el estándar de oro.
El gasto energético total diario se mide empleando la técnica del agua doblemente marcada. Este método consiste en que la persona toma una dosis de agua con dos isótopos estables no radiactivos.
La dosis se mezcla con el agua del cuerpo, entre los 7 y 14 días se toma una muestra para determinar la diferencia de la velocidad de eliminación, y, por lo tanto, la producción de dióxido de carbono. Este es el único modo de medir exactamente la energía que utilizamos.
El estudio se realizó con una muestra lo suficientemente amplia de los diferentes rangos de edad para poder sacar las conclusiones sobre los efectos del envejecimiento y el desarrollo, teniendo en cuenta el tamaño corporal. Esta investigación sería la primera en brindar un resultado claro del trabajo que realizan nuestros cuerpos durante prácticamente toda nuestra vida.
2. Los bebés son los quemadores de calorías por excelencia
El reciente estudio determinó que los bebés son los que tienen las tasas metabólicas más altas de todos, un dato que podría resultar sorprendente para muchos. Las necesidades energéticas se disparan durante los primeros 12 meses de vida y, para su primer cumpleaños, un pequeño quema calorías un 50 % más rápido para el tamaño de su cuerpo que un adulto.
Los bebés necesitan la energía para triplicar su peso al nacer durante su primer año de vida, pero aún después de eso, sus gastos energéticos se disparan más de lo que se espera para su tamaño y composición.
3. Los adolescentes no queman tantas calorías como se pensaba anteriormente
Algunas investigaciones anteriores ya habían concluido que la pubertad era el momento durante el que nuestra tasa metabólica basal, es decir, nuestra unidad de gasto energético en reposo, sufría una disminución.
Después del incremento durante la infancia, los datos muestran que nuestro metabolismo comienza a ralentizarse aproximadamente un 3 % cada año hasta llegar a los 20, edad en la que se estabiliza en un nuevo parámetro. Los expertos no encontraron ningún aumento en las necesidades calóricas durante la pubertad, a pesar de los grandes brotes de crecimiento que se producen durante esta etapa.
Esta información podría ser muy importante para los padres y aportarles un poco de claridad para poder cuidar mejor las necesidades nutritivas de los adolescentes.
4. La adultez no implica metabolismo lento
Anteriormente, se pensaba que el metabolismo comienza a hacerse cada vez más lento a medida que la adultez avanza y muchos comenzaban a limitar sus antojos temiendo los kilitos de más. Hay muchos factores que intervienen en la subida de peso durante la adultez tardía, como la falta de ejercicio, la vida sedentaria, el estrés y los malos hábitos alimenticios. Sin embargo, el metabolismo lento no es uno de ellos.
Los científicos descubrieron que el gasto energético entre los años 20 y 50 en realidad es de los más estables. Incluso durante el embarazo, las necesidades energéticas de las futuras mamás no cambian más o menos de lo esperado, teniendo en cuenta el peso del bebé.
5. El metabolismo realmente cambia a partir de los 60
Al contrario de las creencias populares, no empezamos a quemar menos calorías a partir de los 30 o 40, sino que las necesidades energéticas se ven realmente afectadas a partir de los 60. La disminución es de alrededor del 1 % anual; sin embargo, una vez que se llega a los 90, necesitamos alrededor del 25 % menos de las calorías necesarias para la edad mediana.
En parte, la causa podría ser la pérdida de masa muscular debido al envejecimiento, ya que el músculo quema más calorías en reposo que la grasa.
Cómo prevenir la ralentización del metabolismo con la edad
Aunque es un proceso natural del cuerpo, podemos tomar ciertas medidas para que el metabolismo lento nos afecte lo menos posible y evitar las consecuencias como el sobrepeso u otros problemas de salud derivados.
1. Practica entrenamiento de resistencia
El entrenamiento con resistencia o levantamiento de pesas es un excelente método para prevenir el metabolismo lento. Además de fortalecer el cuerpo y ofrecer los beneficios del ejercicio en general, ayuda a desarrollar y conservar la masa muscular, un factor que ya vimos anteriormente influye mucho en el mantenimiento del metabolismo.
2. Dale una oportunidad al entrenamiento HIIT
El entrenamiento interválico de alta intensidad se ha vuelto bastante popular durante los últimos años, ya que sus beneficios para la salud han sido comprobados. Este tipo de actividad alterna ejercicio anaeróbico intenso con períodos de descanso cortos. Lo peculiar es que el cuerpo continúa quemando calorías incluso después de terminar el entrenamiento debido a que el músculo necesita más energía para recuperarse.
3. Duerme las horas suficientes
La falta de descanso puede ralentizar el metabolismo. Según algunos estudios, el sueño insuficiente puede desempeñar un papel en el aumento de la prevalencia de diabetes y/u obesidad. Los datos actuales sugieren que la restricción del sueño puede influir en el aumento de peso y el riesgo de diabetes, causando alteraciones en el metabolismo de la glucosa, aumento del apetito y disminución del gasto de energía.
La falta de sueño también está asociada a la pérdida de masa muscular, la cual influye en hacer más lento el gasto energético.
4. Come más alimentos ricos en proteínas
Una dieta rica en proteínas también puede ayudar a prevenir el metabolismo lento. Esto se debe a que el cuerpo quema más calorías en digerir y absorber alimentos con alto valor proteico. Además, los alimentos ricos en proteínas ayudan a conservar la masa muscular.
5. Asegúrate de comer lo suficiente
Una dieta baja en calorías hará que el metabolismo se ralentice para conservar todos los nutrientes necesarios. Aunque la pérdida de peso puede ser una prioridad durante la juventud, con la edad se vuelve mucho más importante mantener la masa muscular. Lo más recomendable es comer pequeñas porciones con más frecuencia para evitar la pesadez y conseguir las calorías que el cuerpo necesita.
¿En qué etapa te encuentras ahora? Cuéntanos qué medidas tomas para cuidar tu salud y la de tu familia.