Mi hija quiere el vestido de novia de mi esposa, pero yo no se lo voy a dar

Hay invitaciones a una boda que, en vez de darnos alegría, nos causan preocupación. El solo hecho de pensar en el vestido, los zapatos, el desplazamiento y hasta el regalo para los novios, suelen ser temas que pueden volverse un poco difíciles de solucionar. Más, cuando los novios ponen protocolos estrictos o que se pasan de ingeniosos. En el caso de esta invitada, el problema era aún mayor porque se trataba de la boda de su propia hermana.
Con tantas cosas que planear al rededor de una boda, casi ninguna está exenta de alguno que otro tropiezo en el camino hacia el altar. Ya sea que se presenten malentendidos entre la pareja o discusiones entre los novios y otros miembros de la familia, lo importante es poder tener herramientas para solucionarlos.
Si, por cualquier motivo, no quieres o no puedes asistir a una boda a la que te hayan invitado, es mejor hablar con claridad y a tiempo, para que los novios no tengan que incurrir en un gasto innecesario. Esto lo puedes hacer perfectamente a través de una llamada, explicando tus motivos de forma amable, para evitar herir los sentimientos de quienes te invitaron.
Otra forma de hacerlo es enviarle a la pareja un regalo de bodas, a pesar de no asistir. Eso, acompañando de un mensaje de felicitación, les hará sentir que cuentan con tu apoyo y que, el hecho de no estar presentes, no significa que no haya un cariño especial hacia ellos.