Le pedí a mi madre de 64 años que sea niñera de sus nietos, pero no quiere hacerlo sin pago

Conciliar la maternidad con las responsabilidades profesionales puede ser un desafío abrumador. Para una joven madre de 29 años, el regreso al trabajo después de la licencia por maternidad se ha complicado inesperadamente. Enfrentada a una encrucijada familiar y financiera, busca desesperadamente una solución que pueda satisfacer tanto sus necesidades laborales como las de su recién nacido.

“Yo (29F) le pedí a mi mamá que me ayudara a cuidar a mi recién nacido para poder regresar al trabajo una vez que termine mi licencia. Cabe mencionar que mi mamá tiene 64 años, ha sido ama de casa desde 1992 y no ha trabajado fuera de casa desde entonces. Ella se negó, diciendo que está demasiado vieja y que ya crio a sus hijos. También agregó que, si realmente quería a este bebé, entonces tal vez debería haber considerado quedarme en casa como ella lo hizo, para cuidar al bebé mientras mi pareja trabaja y nos mantiene como una familia ’tradicional’. Dijo que si ella y mi papá lograron hacerlo, nosotros también podríamos.”

“Sin embargo, estamos saliendo de una pandemia y entrando en una posible recesión, y no hay manera de que mi pareja y yo podamos vivir con un solo ingreso. Yo gano 55 000 dólares al año, pero tengo 39 000 dólares en préstamos estudiantiles y 20 000 dólares en otras deudas (tarjeta de crédito, préstamo de auto, deuda médica en crédito). Mi pareja gana alrededor de 36 000 dólares al año y tiene 5000 dólares en deuda de tarjeta de crédito. Como yo soy la principal proveedora, tengo una obligación interna de volver al trabajo, ya que no solo tengo más en juego, sino que también gano más para mantener a nuestra familia. Actualmente, vivimos en un pequeño apartamento de una habitación en una zona metropolitana y necesitaremos ahorrar dinero para mudarnos a un apartamento de dos habitaciones cuando el bebé crezca en un par de años, ya que necesitaremos más espacio.

Cuando le expliqué todo esto a mi mamá, ella procedió a decir que me cobraría 20 dólares por hora por cada hora que cuide al bebé, además de cargos por demora si llegamos tarde a recogerlo, y que debo proporcionarle una silla de auto, un carrito, biberones y básicamente el doble de todo lo que tenemos en nuestra casa para compensar el hecho de que el bebé estaría en su casa. Ella no pisará mi casa por razones personales (solo ha venido una vez y he vivido con mi pareja durante cinco años; ella está a 15 minutos en coche).”

“Quiero ahorrar dinero para reducir nuestra deuda y no quiero pagarle tanto ni invertir en el doble de todo, ya que esto aumentaría aún más nuestra deuda. Estoy considerando inscribir al bebé en una guardería, ya que el costo en general sería menor y estaría un poco más cerca de nuestra casa. Debido a nuestros trabajos, no podemos trabajar desde casa, por lo que estamos desesperados por encontrar cuidado infantil. Todos los demás en nuestra familia trabajan a tiempo completo, por lo que no pueden ayudarnos, ya que tienen un horario similar de 9 a 5.

Entonces, ¿soy la mala por querer que mi mamá, quien está en casa todo el día (créeme, no hace nada más que ver televisión y cocinar), cuide a mi bebé gratis mientras mi pareja y yo tratamos de solucionar nuestras finanzas?”

Para hacer frente a esta situación, en Genial.guru, hemos buscado algunas recomendaciones:

• Explora Opciones de Guardería: Investiga y compara diferentes guarderías cerca de tu hogar o lugar de trabajo. Muchas veces, las guarderías ofrecen tarifas más accesibles que contratar a un cuidador privado, y tienen horarios flexibles que podrían adaptarse a tus necesidades.
• Subvenciones y Ayudas: Investiga si calificas para alguna subvención o ayuda gubernamental para el cuidado infantil. Muchos estados y ciudades ofrecen asistencia para padres que trabajan y tienen ingresos limitados.
• Comunicarse con Transparencia: Mantén una conversación abierta y honesta con tu mamá sobre tus necesidades y limitaciones financieras. Explícale tu situación de manera calmada y busca un entendimiento mutuo.
• Buscar Alternativas en la Familia: Habla con otros familiares cercanos para ver si pueden ayudar de manera ocasional, incluso si no pueden comprometerse a tiempo completo. A veces, la carga compartida entre varios miembros puede ser manejable.
• Trabajo a Distancia o Flexibilidad: Explora la posibilidad de ajustar tu horario laboral o de trabajar a distancia algunos días a la semana. Algunas empresas son más flexibles, especialmente si explicas tu situación.
• Planificación Financiera: Considera hablar con un asesor financiero para que te ayude a crear un plan para reducir tu deuda de manera más eficiente y encontrar maneras de ahorrar para el cuidado infantil.
• Negociar un Acuerdo: Si decides pagar a tu mamá por el cuidado del bebé, negocia una tarifa y un horario que sea asequible para ti. También podrías ofrecer otros incentivos, como ayudarla con tareas del hogar o compras, para reducir el costo monetario.
• Evaluar el Presupuesto: Revisa tu presupuesto mensual para identificar áreas donde puedas reducir gastos innecesarios. Cada pequeño ahorro puede contribuir a los costos de cuidado infantil.
• Planificación a Largo Plazo: Piensa en el futuro y cómo puedes mejorar tu situación financiera a largo plazo. Considera oportunidades de formación o avance en tu carrera que podrían aumentar tus ingresos y hacer que el cuidado infantil sea más asequible.