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Taylor Swift acaba de recuperar oficialmente los derechos de sus seis primeros álbumes, marcando el final de una batalla de casi seis años por el control de su música. Esta victoria histórica no solo le devuelve el poder sobre sus canciones originales, sino que también consagra su estrategia de relanzarlos como Taylor’s Version, un movimiento que redefinió el empoderamiento artístico en la industria. Con millones de reproducciones, un alza meteórica en ingresos y una base de fans que la respalda con fervor, Swift demuestra que el poder, cuando se canta con inteligencia, puede mover tanto emociones como cifras.
En el contrato que Taylor Swift firmó con Big Machine Records cuando era una adolescente, la discográfica obtuvo la propiedad de los másteres de sus primeros 6 álbumes: Taylor Swift (2006), Fearless (2008), Speak Now (2010), Red (2012), 1989 (2014) y Reputation (2017), lo que le daba control total sobre cómo se usaban y distribuían. Aunque Taylor conservaba los derechos sobre la composición, no le permitía controlar la explotación comercial de las grabaciones originales.
Al ver cómo perdía el control sobre su música, Taylor decidió usar una cláusula de su contrato que le permitía regrabar sus canciones después de cierto tiempo. Así nació Taylor’s Version, un proyecto mediante el cual Taylor comenzó a regrabar sus primeros álbumes uno a uno, creando nuevas versiones de sus canciones. Empezó en 2021 con el lanzamiento de Fearless (Taylor’s Version), seguida por Red (Taylor’s Version), Speak Now (Taylor’s Version) y 1989 (Taylor’s Version) en 2023.
Además, incluía canciones inéditas escritas en la época que lanzó los álbumes originales, pero que nunca vieron la luz, haciendo de estos lanzamientos aún más atractivos para sus seguidores. Y así, buscó que ellos prefieran escuchar sus nuevas grabaciones propias en lugar de las originales, disminuyendo el valor comercial de los másteres que ya no controlaba.
Todos pensaban que Taylor Swift anunciaría el esperado Reputation (Taylor’s Version), el penúltimo álbum que le falta regrabar, o que incluso sorprendería con la nueva versión de su primer álbum homónimo. Pero nadie se esperaba lo que ocurrió: la cantante reveló que, por fin, ha recuperado oficialmente los derechos de todos sus másteres originales. Con esta jugada histórica, Taylor cierra una batalla legal y personal que duró casi seis años, y lo hace en la cima de su poder artístico y comercial. Ahora, no solo es la dueña de sus nuevas versiones, sino también de las grabaciones originales que alguna vez le arrebataron. Es un giro total en la historia que muchos creían perdido para siempre. Pero, ¿cuánto le costó? Se especula que Taylor pagó la suma de 360 millones de dólares para recuperar todo.
Detrás de cada victoria de Taylor hay una legión imparable: los Swifties. Su apoyo no solo es emocional, es estratégico. Son quienes disparan las reproducciones, agotan ediciones físicas y viralizan cada lanzamiento. En esta batalla por recuperar sus canciones, su rol fue clave: al elegir las Taylor’s Version por encima de las originales, ayudaron a desvalorizar los másteres que no le pertenecían. Más que fans, son una fuerza empresarial que mueve millones y demuestra que, cuando el vínculo artista-público es auténtico, se convierte en un poder imparable.
“Pensé por un segundo que Travis Kelce iba a ser padre”.
Últimamente, Taylor Swift es noticia, y no es casualidad, pues ahora los fans pueden escuchar todos los álbumes sin remordimientos. El impacto fue inmediato: sus streams subieron como espuma. Se reporta que solo el día del anuncio, su catálogo completo aumentó un 55,1 % en reproducciones. En Spotify, los álbumes originales lideraron el crecimiento: Speak Now subió un 430%, seguido por Taylor Swift (+220 %) y Reputation (+160 %). Esto también se reproduce en ganancias para ella.
Como si eso fuera poco, ese mismo fin de semana fue vista en Nueva York junto a Selena Gomez, desatando rumores sobre un posible embarazo tras unas fotos que levantaron sospechas, pero resultaron ser una ilusión óptica. Días después, salió en una tierna cita con su novio Travis Kelce en Florida y luego fueron vistos como invitados en una boda en Tennessee. ¡Taylor realmente está en todos lados!
Taylor Swift no solo transformó una situación desfavorable en una victoria histórica, sino que sentó un precedente para toda la industria musical. Su batalla por la propiedad de su arte inspira a otros artistas a exigir mayor control sobre su trabajo. Ahora que nada la detiene y su influencia es más fuerte que nunca, todos se preguntan qué viene después para Taylor, ¿un nuevo álbum? ¿Y tú, cuál prefieres: las versiones originales o las Taylor’s Version?