13 Personas que tienen su cerebro funcionando a toda velocidad

Viajar en avión puede ser toda una aventura, especialmente cuando compartes espacio con personas que parecen estar en su peor día. Así le ocurrió a una familia, acompañados de su pequeño hijo. Todo iba bien hasta que un pasajero detrás de ellos decidió hacer que tuvieran una pésima experiencia de viaje. Pero, lo que nadie esperaba era la ingeniosa forma en que esta familia decidió enfrentar la situación. Una historia de paciencia, pequeñas victorias y una venganza tan silenciosa como efectiva.
“Estaba volando de regreso a casa en un vuelo internacional con mi esposa y mi hijo de 3 años. Detrás de nosotros y directamente detrás de mí estaba sentado un hombre que se quejaba de todo, desde la comida hasta el asiento, el avión, todo.
Mi hijo se había portado muy bien hasta ese momento (llevábamos 15 horas en el avión) y entonces, entró en desesperación y se puso a llorar, pero nada grave. El hombre gritó en voz alta ’¡cállate, hombre!’, seguido de ’¡espero que ese bebé se calle de una vez la boca!’. Mi esposa y yo lo ignoramos, logramos tranquilizar a mi hijo y lo resolvimos”.
“Cuando aterrizamos y bajamos del avión, el tipo se estaba comportando como un idiota porque la gente detrás de nosotros tenía vuelos de conexión ajustados y se negó a dejarlos pasar; solo cedió cuando la tripulación de cabina le dijo que se moviera. Luego le dijo a su familia, ’apresúrense, de prisa, que nuestro conductor nos está esperando y tenemos que salir ahora’. Así que ahí fue donde me vengué”.
“Yo estaba en el asiento del pasillo, al igual que él. Me levanté y me tomé mi tiempo para preparar mi bolso, el de mi esposa y el de mi hijo. Lentamente, preparé mi consola de juegos, mis auriculares, la tableta, los cargadores y los auriculares.
Luego, di dos pasos hacia atrás para bloquear su asiento, lo que significaba que no podía salir y tenía que esperar. Incluso me detuve frente a las filas para dejarlos salir. El tipo pasó corriendo furioso. Lo irónico fue que, al final, recibimos nuestras maletas antes que las suyas”.