14 Historias de los lectores de Genial que trabajaron en el comercio y casi se vuelven locos por las payasadas de los clientes

En el emocionante trayecto hacia la paternidad, cada revelación y experiencia desatan un torbellino de sentimientos. Una simple revelación de género no solo celebra la expectativa de un nuevo miembro en la familia, sino que también desentraña miedos arraigados en experiencias personales.
“Mi esposa (31 años) y yo (30 años) estábamos organizando una revelación de género para nuestro primer hijo. A mi esposa no le importa el género del bebé; simplemente quería reunir a algunos amigos y familiares para una pequeña celebración, y yo pensaba que compartía esa perspectiva. Ambos estábamos de acuerdo en no hacer nada extravagante; solo tuvimos a un amigo que leyó la carta y reveló el género.”
“Aunque no se lo dije a mi esposa, tenía la esperanza de tener una hija en lugar de un hijo. Por lo tanto, cuando se reveló que íbamos a tener un niño, me afectó profundamente. A pesar de eso, no quería arruinar el día, así que intenté actuar con normalidad y celebrar con mi esposa y la familia.
Más tarde, cuando todos se fueron, me encontraba solo en nuestra habitación mientras mi esposa estaba abajo. Estaba sentado en la cama y simplemente me puse a llorar. No acostumbro a llorar con frecuencia, ya que considero que es una pérdida de tiempo e innecesario, pero en ese momento sentí pánico.”
“Mi deseo de tener una hija se debe a la difícil relación que tuve con mi padre, quien me afectó profundamente. Temo repetir los patrones negativos con mi hijo y no quiero que experimente lo mismo que yo. Mi miedo a convertirme en mi padre existe desde antes de conocer a mi esposa; de hecho, fue una de las razones principales por las que inicialmente no quería tener hijos.
Mi esposa me encontró llorando y traté de explicar la razón sin entrar demasiado en detalles sobre mi padre (ya que ella no sabe nada sobre su comportamiento). Su reacción fue calificar mi actitud como egoísta y lanzarme algunos comentarios hirientes. Luego me pidió que durmiera en el sofá.
Desde entonces, nuestra relación ha cambiado y ella aún está visiblemente molesta.”
Enfrentarse a algo así durante un embarazo, puede ser realmente doloroso y complejo, por eso, desde Genial.guru, queremos darle algunos tips que podrían ayudar: