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Mi madre me dio la espalda en mi peor momento, y ahora me ruega por ayuda
Nuestra madre se supone que debe ser nuestro mayor apoyo y aliada en tiempos de necesidad, pero la realidad no siempre coincide con nuestras expectativas. A los 24 años, Estefanía se encontró enfrentando el período más oscuro de su vida, con tres hijos y sin nadie a quien recurrir, excepto a su propia madre. Sin embargo, la negativa de su madre a ayudarla dejó a Estefanía en una posición difícil. Ahora, años después, su madre es quien busca ayuda de su hija. Estefanía nos contactó en busca de consejo sobre cómo manejar esta compleja situación.
Esta es la carta de Estefanía:
¡Gracias por compartir tu historia con nosotros, Estefanía! Hemos preparado algunos consejos que esperamos te sean útiles.
Establece límites
Es esencial definir límites claros para proteger tu bienestar y el de tu familia. Aunque es comprensible sentir una obligación hacia tu madre, es crucial priorizar tu salud mental y emocional, así como la de tus hijos.
Comunica tus límites a tu madre de manera educada, pero firme, explicando que, aunque comprendes su situación, no puedes aceptar su petición de quedarse contigo. Ofrece formas alternativas de apoyo, como conectarla con refugios locales o servicios sociales que puedan brindarle asistencia.
Busca una conclusión a través de la comunicación
Considera iniciar una conversación con tu madre para expresar tus sentimientos y buscar un cierre. Aunque puede ser difícil confrontarla sobre sus acciones pasadas, expresar tus emociones puede ser un paso hacia la sanación.
Sé honesta acerca del dolor que su ausencia te causó a ti y a tus hijos, pero también intenta comprender su perspectiva. Esta conversación puede brindarles a ambas la oportunidad de reconocer errores pasados y potencialmente reconstruir su relación en nuevos términos, aunque esto no implique que ella se quede contigo.
Enfócate en el cuidado personal
Prioriza tu propio bienestar y el de tus hijos durante este tiempo emocionalmente agotador. Asegúrate de tomarte tiempo para descansar, recargar energías y participar en actividades que te traigan alegría y satisfacción. Considera buscar apoyo de un terapeuta o consejero que pueda ofrecer orientación y ayudarte a procesar tus sentimientos hacia la repentina reaparición de tu madre.
Al priorizar el cuidado personal, estarás mejor equipada para manejar emociones difíciles y tomar decisiones que se alineen con tus valores y necesidades.
Empodérate a través del perdón
Considera el perdón como una herramienta poderosa para tu propia liberación emocional. Perdonar no significa necesariamente condonar u olvidar las acciones pasadas de tu madre; más bien, es un proceso de dejar ir la ira, el resentimiento y la amargura que pueden estar frenándote.
Recuerda que el perdón es un viaje, y está bien tomarte tu tiempo y buscar apoyo mientras lo recorres. Al abrazar el perdón, recuperas tu poder y agencia, allanando el camino para un futuro más brillante para ti y tus hijos.
Otra persona tiene una historia complicada con su madre. Durante dos años, le envió 50 mil dólares, confiando en que este dinero se utilizaría para su bienestar. Sin embargo, descubrió que su madre le había robado todo. Sintiéndose traicionado, nos contactó en busca de orientación sobre cómo manejar esta difícil situación.