Mi marido se ha estado gastando nuestros ahorros a mis espaldas y no pienso seguir permitiéndolo

De todos los matices de la vida matrimonial, la administración de las finanzas del hogar es un pilar fundamental para el equilibrio y la seguridad de la familia. Sin embargo, cuando este delicado balance se ve amenazado, pueden surgir conflictos profundos. Tal es la historia de la mujer a continuación, que se encuentra atrapada en un dilema angustiante: su esposo está desviando los ahorros familiares para fines que ella no aprueba y esto ha puesto en riesgo la estabilidad financiera que ambos habían construido con esmero.

“Mi marido y yo llevamos juntos más de nueve años y nunca se me había ocurrido separar nuestras finanzas, hasta el año pasado. Yo siempre he sido la ahorradora y él, el gastador. Al principio no me molestaba, porque teníamos dos ingresos. No éramos ricos, pero vivíamos cómodamente.

Hace unos años, mi marido tuvo un grave accidente en coche y ya no puede volver a trabajar, así que me convertí en el único sostén de la familia. Ahora recibe una pensión por discapacidad, pero el proceso para obtenerla duró cuatro años. Durante ese tiempo, redujimos nuestros ahorros a cero, estuvimos a punto de perderlo todo y nuestras deudas aumentaron”.

“Cuando recibió el pago del salario que le debían, solo le pedí que pagara el préstamo de su auto y que ahorrara una parte. No hizo ninguna de las dos cosas. Por el contrario, se gastó todo ese dinero, y no pude pagar ninguna de las deudas que habíamos acumulado esos años.

Últimamente, he podido ahorrar algo de dinero de mi sueldo, pero no mucho, y tenía planeado pagar algunas deudas, una vez que tuviera suficiente dinero ahorrado. Él sabía que estaba ahorrando para eso”.

“Hace aproximadamente un mes, noté que faltaban más de 700 dólares de nuestros ahorros y le pregunté qué había pasado. Me dijo que se los había prestado a sus padres. Le pregunté cuándo se lo iban a pagar, porque ese dinero ya se había gastado y lo necesitaba. Él me respondió que no sabía cuándo podrían pagarlo.

Estallé y perdí la cabeza. No me preguntó, no habíamos hablamos de eso. Lo hizo a mis espaldas porque sabía que me enojaría y le diría que no, si me lo pedía. Tuvimos una gran pelea y pensé que después de esa pelea, pararía, pero no”.

“Ayer revisé mi cuenta y otros mil dólares habían desaparecido. ¿Adónde se fueron? Se los dio a sus padres. Entonces, le dije sin rodeos que a partir de hoy ya no tendré nada que ver con sus padres. Pagaré la mitad de las facturas de la casa, compraré nuestra comida y eso es todo.

Si él quiere prestarles todo su dinero por discapacidad, está bien, pero no voy a trabajar 60 horas a la semana para que él pueda seguir regalando nuestro dinero. Pienso ir al banco a retirar todo el dinero de mi cuenta y abrir una nueva a la que él no tenga acceso. ¿Estoy yendo demasiado lejos?”.

Para llevar las finanzas del hogar en paz

Algunas prácticas sencillas pueden ayudar a evitar conflictos y a mantener una relación armoniosa en el manejo de las finanzas de una pareja. Cada una de ellas debería ser acordada con anticipación por ambos:

• Hablen abiertamente sobre el dinero: La comunicación es clave. Siéntense juntos y hablen de sus ingresos, gastos, deudas y metas financieras. Ser honestos y transparentes ayudará a evitar malentendidos y construir confianza.
• Establezcan un presupuesto juntos: Crear un presupuesto en pareja permite que ambos tengan claro cuánto dinero entra y sale cada mes. Involúcrense en este proceso y decidan juntos cómo asignar los recursos para que se sientan cómodos con las decisiones tomadas.
• Definan metas financieras comunes: Tener objetivos compartidos, como ahorrar para una casa, unas vacaciones o la educación de los hijos, puede unirlos y darles una razón para trabajar en equipo. Celebrar los logros financieros juntos también fortalece la relación.
• Revisen las finanzas regularmente: Hagan revisiones financieras periódicas, ya sea mensual o trimestralmente. Esto les permitirá ajustar el presupuesto, discutir cualquier cambio importante y asegurarse de que ambos estén al tanto de la situación financiera del hogar.