Quiero divorciarme aunque mi esposo es en teoría el hombre “perfecto”

Crianza
hace 10 horas

A veces lo que comienza como la historia de amor perfecta termina en una rutina llena de cansancio y agotamiento mental. Razones para que esto pase hay muchas, pero esta usuaria recurrió a TikTok para platicar cuáles fueron las que a ella la llevaron a querer ponerle un “hasta aquí” a lo que creía que era el matrimonio perfecto. Ahora su historia es un ejemplo de que es posible salvarte de un divorcio cuando hay verdaderas ganas de cambiar.

Esta es su historia

Mi esposo y yo hemos estado juntos por casi 20 años, pero hace unos tres años consideré seriamente divorciarme. Y quiero contarles por qué. Así que les voy a platicar la historia del día en que me dije a mí misma: “tal vez ya no quiero hacer esto”.

Mi esposo y yo tenemos cuatro hijos. Ambos trabajamos tiempo completo y hemos estado juntos por 16 años, desde la preparatoria. Y en teoría, tengo un esposo increíble. Es amable, leal y un gran padre. Se involucra, participa, en teoría siempre está presente. ¿Qué más podría pedir?

Sin embargo, en realidad mi experiencia es muy similar a la de otras mujeres. Tengo este esposo maravilloso que en teoría es genial, pero estaba muy frustrada y cansada a causa de nuestro matrimonio y la maternidad. Porque lo que pasa con muchas de nosotras es que nos casamos con estos hombres magníficos y tenemos una relación increíble y entonces tenemos hijos. Y cuando tenemos hijos, las mujeres solemos llevar una carga desproporcionada del trabajo del hogar, de la crianza de los niños, y la carga mental de todo. Esto fue justamente lo que nos pasó.

Continué: “Todas las noches, cuando hacemos la cena, me preguntas qué tienes que hacer. Todos los días cuando dejas a los niños en la guardería me preguntas qué necesitan llevar en sus mochilas. Soy la manager de esta casa y necesito que tú hagas más cosas”.

Y él me miró y me dijo: “okay, solo dime qué debo hacer, ¿está bien?”. Todas las mujeres hemos escuchado esto. “Solo dime qué hacer y lo hago”. Y yo dije: “Está bien. Algo que me haría la vida más fácil es si por las mañanas, cuando bajo por los niños, porque las mañanas las paso sola un rato, el lavavajillas está vacío, los platos están acomodados y te has encargado de sacar la basura. Eso haría mi vida mucho más fácil, porque cuando tengo a los cuatro niños corriendo de un lado a otro y el bebé está llorando, no puedo estar buscando el vaso favorito de alguien en el lavavajillas, solo necesito saber que está limpio”.

Él me dijo que sí, que lo haría y no sería un problema. Pero entonces tuve que recordarle y él lo olvidaba, y yo tenía que recordarle de nuevo. Hasta que una mañana me desperté y fui a poner algo en el bote de la basura y estaba desbordándose. Y fui por el vaso de mi hijo y estaba en el lavavajillas con todos los otros trastes limpios. Y me sentí tan invisibilizada, menospreciada y ofendida en ese momento.

Y recuerdo que le envié un mensaje de texto a mi esposo, le escribí: “¿Qué pasó? ¿Por qué no hiciste lo que te pedí?”. Su respuesta fue: “Perdón, se me hizo tarde para ir al trabajo”. Y recuerdo haber pensado: “Dios mío, ni siquiera me ve, porque lo que ha hecho ahora va a provocar que yo llegue tarde al trabajo. Y eso a él no le importa. No le importa el impacto que esto tiene en mí. Y no se da cuenta de que cada cosa que pasa en nuestro hogar solo sucede porque se lo pido, o porque yo lo hago, o yo lo planeo y organizo”.

La pañalera está llena porque yo la llené, ¿verdad? Yo puse ahí las toallitas húmedas. Me sentí tan frustrada. Y recuerdo haber pensado: “¿Cuál es el punto de esto? ¿Cuál es el punto de hacer esto con alguien más? Podría simplemente hacerlo sola”. Y no fue porque mi esposo no me amara, o me hubiera hecho algo, y no fue porque yo no lo amara, sino porque sentía que se estaba aprovechando de mí en nuestra relación.

Y esta dinámica no sucede por accidente, ¿verdad? No es algo que “mi esposo me hizo”. Es que hemos crecido en esta sociedad que les dice a los hombres y a las mujeres quiénes deben ser dentro del matrimonio y cómo debe ser una buena mamá y un buen papá. Y sabemos que el estándar es altísimo para las mamás, y muy bajo para los papás. Caemos en estas normas, en estos roles dentro de nuestra familia, incluso cuando no quisimos que así fuera.

Yo tengo suerte. Y lo digo porque tengo una pareja que sé que me ama y que quiere que yo sea feliz, que se dispuso a cambiar, y lo logró. Hicimos todo el trabajo para descubrir cómo se debería ver la equidad dentro de nuestra relación. Y puedo decir ahora, tres años después, que somos más felices que nunca. Nuestros hijos están muy bien, nuestra casa funciona como una máquina bien cuidada, y eso nos costó un montón de trabajo. Nos tomó como 18 meses y ha valido la pena, pero esta situación no es poco común.

Así que si tu esposa se acerca a ti y te dice: “Estoy exhausta por la carga mental y necesito que te involucres más”, no te lo está diciendo solamente porque quiere que hagas más tareas del hogar. Lo dice porque es algo que realmente podría herir su relación, podría arruinar su matrimonio si no participan de una forma equitativa en casa.

¿Y eso cómo se ve en la práctica? ¿Qué significa realmente cambiar estas dinámicas? Tenemos que analizar seriamente cómo se distribuye el trabajo en nuestros hogares. Porque en la mayoría de los casos, y los datos respaldan esto, las mujeres cargan con una parte desproporcionada del trabajo. Se encargan de cocinar, limpiar, lavar la ropa y cuidar a los niños, al mismo tiempo que tienen un trabajo de tiempo completo. Mientras que los hombres tienen más oportunidad de explorar sus pasatiempos, como el golf, por ejemplo, o simplemente hacer ejercicio, correr un maratón.

Así que necesitamos tener esa dura conversación sobre cómo luce nuestro horario, cómo es el trabajo en casa, qué tipo de trabajo está siendo invisibilizado. Tenemos que hablar de este tipo de cosas, porque cuando no lo hacemos, la otra alternativa es ya no tener un matrimonio, o por lo menos no uno feliz.

Comparto esta historia porque no creo ser la única con esta experiencia, y quiero que las personas sepan que hay esperanza. Que si tienes una pareja que está dispuesta y se compromete, pueden cambiar esto. Pueden cambiar esta dinámica.

¿Cómo tener un matrimonio más saludable?

Para tener un matrimonio duradero y, sobre todo, respetuoso, no solo basta con querer mucho a tu pareja. Como cualquier otra relación, requiere de un esfuerzo constante para mantener la armonía en el hogar. Estos son algunos puntos que puedes considerar si quieres mejorar la dinámica en tu relación:

  • La comunicación es una de las claves para un matrimonio saludable. Es importante expresar lo que verdaderamente sentimos con claridad y de una forma respetuosa.
  • Está bien no estar de acuerdo en todo. Cada persona tiene una forma distinta de ver el mundo y hacer las cosas, lo importante es encontrar el punto medio donde ambos se sientan cómodos y apreciados.
  • Aprender a tener un tiempo para ti. Tener tiempo de calidad contigo misma es tan importante como el tenerlo en pareja. Recuerda que consentirte y cuidarte puede ser una forma de relajarte y evitar concentrarte en el cansancio mental que se acumula en casa.
Imagen de portada sheisapaigeturner / TikTok

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