Mi novio se negó a pagar la mitad de la plaza de aparcamiento y ahora me siento mal por habérselo pedido

En una encrucijada entre la comodidad y la aventura, una pareja se ve impulsada hacia un cambio inesperado. Con una ciudad vibrante de trasfondo, sus decisiones cobran vida propia, tejiendo un relato donde el amor, la adaptación y la independencia se entrelazan en una trama urbana llena de sorpresas.

“Mi novio es legalmente ciego y no puede conducir. Actualmente, vivimos en una ciudad segura y caminable. Un lugar de estacionamiento para mi auto está incluido en nuestro alquiler. Ambos tomamos el autobús al trabajo, así que principalmente uso mi auto para hacer mandados y para visitar a sus amigos y familiares que no son accesibles en transporte público.

Hacia el final de nuestro contrato de arrendamiento, me dijo que no estaba feliz viviendo en nuestra ciudad actual y que quería que nos mudásemos a una ciudad más grande y cercana por las varias razones”:

“Quiere estar más cerca del trabajo y del tren, que usa para moverse y visitar amigos. En nuestra ciudad actual, tiene que tomar un autobús de 15-20 minutos para llegar al tren, pero preferiría vivir en algún lugar donde pueda ir caminando. Odia el autobús. Además, si nos mudamos al centro de una ciudad más grande, ambos podríamos ir caminando al trabajo.

Siente que nuestra ciudad actual es aburrida. Dice que no hay nada que hacer y que el centro, que cuenta con un teatro, bares y restaurantes, está demasiado lejos (a 1.6 Km)”.

“Quiere un apartamento con comodidades como lavavajillas, aire acondicionado y lavadora/secadora dentro del apartamento. No siempre es fácil encontrar unidades renovadas con todas estas comodidades en nuestra ciudad actual porque los edificios son más antiguos. En la ciudad más grande, hay edificios más nuevos.

Tenía las siguientes reservas sobre mudarnos a la ciudad más grande:

El área en la que quiere vivir no es segura. No podría dar un paseo por mi propio vecindario. Cuando tengamos amigos, sus autos estarán en riesgo de robo”.

“Los apartamentos son caros. Tendremos que buscar un compañero de cuarto. Esperaba dejar de tener compañeros de cuarto y extrañaré nuestra privacidad. Incluso con el compañero de cuarto, ambos pagaremos más en alquiler.

Casi siempre pagas extra por un lugar de estacionamiento. Estamos viendo un edificio donde un lugar cuesta 175 dólares al mes.

A pesar de mis reservas, acepté mudarnos a la ciudad más grande. Él es quien vive con una discapacidad, y el fácil acceso a pie al tren significa independencia para él. Si quiero dar un paseo o visitar mi ciudad antigua, está a solo 15 minutos en coche. Decidí que sería justo pedirle a mi novio que compartiera el costo del lugar de estacionamiento conmigo por las siguientes razones:”

"Ambos nos beneficiamos de que yo tenga un auto.

Estoy haciendo concesiones en lo que valoro en una situación de vida para hacerlo más cómodo, gastando más dinero para vivir en un lugar que me gusta menos.

Solo estoy pidiendo ayuda con el estacionamiento porque ese costo está directamente relacionado con esta mudanza. Nunca le pedí que contribuyera con nada más relacionado con el auto.

“Le pregunté si consideraría contribuir con el estacionamiento. Me dijo que no. Inmediatamente, me sentí tan avergonzada y codiciosa por siquiera preguntar. Me disculpé y ni siquiera intenté defender por qué pensé que podría ser justo”.

Sin embargo, no puedo evitar sentir que no fue una solicitud tan descabellada. Estaba pensando en volver a mencionarlo, así que me gustaría saber si soy la mala por pedirle a mi novio legalmente ciego que pague la mitad del lugar de estacionamiento para mi auto".

Para dar respuesta a la pregunta de nuestra protagonista y tratar de aportar algunas soluciones a su problema, en Genial.guru hemos querido buscar algunos tips que podrían ser la clave para resolver la situación:

• Conversa sobre tus preocupaciones: No tengas miedo de expresar tus preocupaciones sobre la seguridad y el costo adicional de vivir en la nueva ciudad. Es importante que tu pareja comprenda tus inquietudes y que trabajen juntos para encontrar soluciones.
• Busca alternativas de vivienda: Explora otras opciones de vivienda en la ciudad actual o en áreas cercanas que puedan ofrecer una combinación de comodidad, seguridad y accesibilidad para ambos.
• Negocia compromisos equitativos: Si decides mudarte a la nueva ciudad, asegúrate de que las responsabilidades financieras y logísticas se compartan de manera justa entre ambos. Busca un acuerdo que satisfaga las necesidades de ambos sin sacrificar tu propia comodidad o seguridad.
• Busca apoyo emocional: No dudes en buscar el apoyo de amigos, familiares o incluso asesoramiento profesional para ayudarte a lidiar con el estrés y la incertidumbre asociados con esta importante decisión de vida.