15 Personas descaradas cuya arrogancia ha sido finalmente destrozada

Vivir en pareja es un desafío que, requiere compromisos, ajustes y constantes acuerdos. Por eso, cuando una pareja casada decide, o se ve obligada, a compartir su hogar con otros familiares, las dinámicas pueden llegar a complicarse y, lo que en principio parece una solución práctica, puede convertirse en una fuente de tensión y conflictos. Justamente, eso le sucede a la pareja de esta historia, quienes, por querer hacer un bien, terminaron mal.
"Mi esposa Sarah y yo hemos estado casados por cinco años y juntos, somos propietarios de una casa. La hermana de Sarah, Emily, ha estado pasando por momentos difíciles desde su divorcio el año pasado. Ella ha estado teniendo problemas de dinero y no ha podido conseguir una vivienda estable. Me siento mal por ella, pero no ha tomado buenas decisiones y eso ha causado mucha tensión en la familia.
Hace unas semanas, la mamá de Sarah vino a vernos y, básicamente, nos dijo que Emily necesitaba un lugar donde quedarse por un tiempo. No me entusiasmaba la idea, pero acepté porque quería apoyar a Sarah y ayudar a su hermana. Sin embargo, dejé claro desde el principio que se trataba de un acuerdo temporal y que necesitábamos establecer límites para que no se convirtiera en una situación indefinida".
"Emily se mudó y de inmediato sentí que nuestro hogar ya no era nuestro. Ella no hacía ningún esfuerzo por encontrar otro lugar para vivir y prácticamente se estaba apoderando de nuestro espacio. Llegué al punto en el que no podía relajarme en mi propia casa.
Hablé con Sarah al respecto y ella se mostró comprensiva, pero no quería presionar a Emily demasiado rápido. Luego, la semana pasada, le pregunté amablemente a Emily si había visto algún lugar nuevo para ella, solo para tener una idea de cuánto tiempo podría durar esto, pero ella se molestó mucho y al rato, apareció mi suegra en nuestra puerta, exigiendo hablar conmigo".
"Ella me acusó de ser despiadado y de falta de apoyo, diciendo que la familia debería ser lo primero. Me dijo que si no podía soportar tener a Emily cerca, entonces tal vez debería irme. Me quedé completamente anonadado y Sarah se quedó allí parada, atrapada en el medio, sin defenderme.
Estaba tan frustrado y enojado que hice las maletas y me fui para enfriar los ánimos. Estos últimos días, me he estado quedando con un amigo, tratando de decidir qué hacer. Ahora, Sarah está enojada conmigo por haberme ido y dice que he empeorado aún más las cosas. Siento que me han puesto en una posición imposible: tratar de equilibrar el apoyo a la familia de mi esposa, con el hecho de que nuestro hogar ya no es nuestro".