Eché a mi suegra por llamarme mal padre, pero mi esposa cree que ella tiene razón

Historias
hace 10 meses

La llegada de un bebé a la familia puede poner la realidad patas arriba. Sin duda es un momento de mucha felicidad, pero para que la casa no se torne un caos, también exige paciencia y contención entre los miembros. Así que por muy grande que sea el amor entre padres e hijos, la falta de sueño y la necesidad de adaptarse a un cambio de rol, a veces pueden sacar canas verdes a cualquiera. Como este usuario, que ni siquiera se puede poner de acuerdo con su suegra y su esposa sobre a qué hora debería irse a dormir.

Bueno, tal vez ha llegado el momento de que esta familia se siente a conversar y a planificar

  • Un bebé trae muchos cambios a la familia. Es normal que la llegada de un recién nacido sea un gran caos, ya que un nuevo integrante de la familia cambiará la estructura de la misma y la forma en la que se desarrollaban las cosas. Todos los padres pueden tener sus momentos de crisis, y no hay que sentirse culpable por ello.
  • La licencia por maternidad no hace que la madre sea la única responsable del cuidado de la bebé. Por lo que podemos entender de esta historia, el usuario ha mostrado mucha predisposición en el cuidado de su hija e hijastros durante el día. Sin embargo, nunca está de más recordar el hecho de que una madre que se toma licencia laboral para dedicarse a su bebé, está en todo su derecho de sentirse agotada, por lo que precisa ayuda y contención para descansar.
  • Aprendamos a establecer límites. Tal vez la suegra no tomó la decisión más acertada al irse a vivir a la casa de su hija y criticar al esposo de la misma. Dichas impertinencias pueden ser realmente molestas (¡y vaya que tenemos historias de suegros que dejaron mucho que desear!). Así que ante este tipo de situaciones, por muy desagradables que sean, es bueno aprender a poner límites, para que todos sean conscientes de lo que podría considerarse ayuda y lo que es toda una impertinencia.
  • La comunicación es muy importante. Tanto la suegra como la misma pareja de esposos, tienen motivos para quejarse. Sin embargo, además de soltar las razones por las que están disconformes, también sería valioso apreciar lo que los demás hacen, expresando las preocupaciones y problemas que se tienen de forma calmada. Cuando puedan conversar, sin excusarse, ni prejuzgarse, muy probablemente podrán llegar a resultados mucho mejores.
  • Organizar los horarios establece contención. Si todos los integrantes pueden dejar en claro cuáles son sus posibilidades para prestar ayuda y expresar sus limitaciones, seguramente podrán llegar a un mejor resultado que criticarse los unos a los otros. La planificación facilitará el proceso de adaptación y harán sentir a todos más contenidos. Cosas como una lista de tareas, y un cronograma diario, serían buenas herramientas para que todos puedan ver cuál es el granito de arena que aportan los demás a las responsabilidades familiares.
Imagen de portada Better_Command3720 / Reddit

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