Mira cómo se utilizan perros robot en la vida real

Curiosidades
hace 9 meses

No son solo superbonitos, también superútiles: Boston Dynamics construye robots caminos que podrían ayudar a los humanos en ciertas industrias. Están siendo probados ahora mismo en una planta de almacenamiento por bombeo en el oeste de Austria. Los utilizarán como perros de inspección, capaces de olfatear posibles problemas. No, no olfatean literalmente, utilizan sus cámaras de alta gama para detectar cualquier fuga con visión térmica. Estos robots funcionaron a la perfección en un entorno controlado cuando fueron desarrollados. Lo bien que se las arreglen para trabajar por su cuenta definirá su futuro en la mano de obra.

Un centro de control a 30 minutos de distancia dirige la empresa en Austria junto a otras 20 plantas. No hay humanos trabajando en ninguna de esas instalaciones, a excepción de una persona que las visita para asegurarse de que todo funcione bien. El trabajo de los robots incluye tareas de inspección codificadas por una empresa de software llamada Energy Robotics. Boston Dynamics proporciona el hardware (es decir, los robots), y los muchachos de Energy Robotics crean el código para que estos robots sean inteligentes.

Los robots caninos deberían funcionar perfectamente por su cuenta, ya que llevan incorporado un sistema de navegación y evitación de obstáculos. Los códigos en los que están trabajando pueden permitir que el perro estudie todo el sitio y navegue por él sin tropezar ni golpearse la cabeza por todas partes. Básicamente, este sistema le dirá al perro que se dirija a un punto determinado sin problemas, tome una foto de algo y la envíe a los operadores. Lo mejor de todo es que estos robots de Energy Robotics no son controlados a distancia, están programados automáticamente para hacer las tareas por su cuenta. Se les enseña a hacer una tarea y la repiten a lo largo del día. La ventaja de utilizar estos perros es que pueden pasearse sin problemas por entornos tóxicos y radiactivos siempre que sea necesario. También pueden aprender a detectar si alguien se ha lesionado o ha sufrido un accidente y alertar al centro de control.

El robot puede trabajar hasta 12 horas haciendo inspecciones, con intervalos de 60 min de trabajo y 60 min de carga. Para eso, simplemente regresa a su estación de carga y se sienta a descansar como un buen chico. Tiene un acelerómetro incorporado para saber si está moviéndose, así como sensores de rotación en las articulaciones que determinan cómo se distribuye su peso. Si siente que se inclina hacia adelante, el programa le dice rápidamente que use la pata correcta para mantener el equilibrio. También tiene cámaras en los cuatro costados para ver dónde puede pisar. Boston Dynamics proporciona a sus clientes un joystick inspirado en el de la Xbox. Así que, si eres un fanático de los videojuegos, este robot es perfecto para ti. La empresa diseña robots que permiten a cualquier comprador añadir módulos adicionales para su negocio. Por ejemplo, si quieres crear un modelo 3D del interior de un edificio, puedes acoplar un sensor en el lomo del perro que hará el trabajo por ti.

Las instalaciones de Austria no son nada peligrosas, solo son un inconveniente para la gente que conduce, sobre todo cuando llega la temporada de nieve. Las carreteras de la montaña se vuelven demasiado arriesgadas o inaccesibles. Esta instalación y sus caminos fueron diseñados para que los humanos trabajen allí; por eso se vieron obligados a llevar robots que pudieran maniobrar en un entorno humano, en lugar de conseguir un robot especializado para una tarea específica. Y este es el objetivo de tener robots trabajando: se supone que están diseñados para su tarea. No verás a un humanoide ensamblando piezas en una fábrica; para eso tienen brazos robóticos.

Boston Dynamics también alberga a Atlas, un humanoide que te vencería en gimnasia. Puede correr, cargar cosas, saltar, bailar y hasta hacer volteretas. Siempre viene bien tener a alguien que haga volteretas en un almacén, ¿cierto? Mide aproximadamente 1,5 m y pesa unos 86 kg. Funciona con baterías y cuenta con un impresionante sistema hidráulico para mantener el equilibrio. Tiene muchas de cámaras y sensores de profundidad conectados a su sistema de control, el cual es monitoreado y controlado a través de unas computadoras con humanos.

Si vieras el lugar, creerías que es una especie de gimnasio de parkour, pero todo está ahí para enseñarle al robot a sortear obstáculos difíciles. Además de dar volteretas, el robot puede saltar de plataforma en plataforma. Es capaz de considerar el entorno y elaborar un plan con objetivos a largo y corto plazo para llegar de un punto A a un punto B. También recuerda si ha dado un paso en falso o si ha tenido que superar un obstáculo. Es fácil controlar o programar el robot para que haga una tarea sencilla, pero el principal reto es que logre hacer varias tareas complejas al mismo tiempo y repetirlas. Atlas mueve todos sus componentes para mantener el equilibrio, especialmente cuando hace algo complejo, como una voltereta hacia atrás. Además, puede saltar sobre un obstáculo y utilizar su brazo para que controlar su movimiento y aterrizar sea más fácil.

Supervisarlo y verlo caer todo el tiempo es un trabajo tedioso, pero es así como los ingenieros logran que sea perfecto. También le enseñan a levantarse por sí solo cuando se cae. Hay un equipo que se dedica a desarrollar el software para que puedas ver lo que es capaz de hacer a través de la programación. El equipo de hardware se encarga de crear actualizaciones para Atlas. Los técnicos depuran y reparan todo lo que se daña. El equipo de operaciones arregla la pista de obstáculos cada vez que un robot choca con algo y estudia el trazado si es necesario que estos robots realicen una demostración o una prueba.

Engineered Arts lanzó el robot más realista y expresivo del mercado a fines de 2021. La empresa es conocida por crear robots humanoides para el entretenimiento, los centros científicos, los parques temáticos y las empresas. Lo han llamado Ameca, y lo que hace te erizaría la piel. Es tan detallado y realista que parece un ser humano real despertando de un sueño profundo. Eligieron el color gris para evitar cualquier controversia y hacerlo neutro en términos de género. A diferencia de Atlas, que no tiene algo así como una cara, Ameca parece una persona real cuando lo miras o le hablas.

Tiene una variedad de expresiones que son inquietantemente exactas a las nuestras, y no depende del habla como su fortaleza principal. Para los ingenieros y los diseñadores, el objetivo de un humanoide es lograr que funcione con fluidez y evitar que se parezca demasiado a un robot. Eso significa que no debe hablar con frases monótonas sobre algo banal. Aún no camina, pero funciona a base de una combinación de inteligencia artificial e ingeniería robótica. La comunicación es no verbal; en otras palabras, funciona a través de sus expresiones y sus gestos. No necesita hacer más preguntas y adoptar una expresión vacía si no entiende lo que estás diciendo. Al contrario: tienes la sensación de estar hablando con un organismo vivo.

La inteligencia artificial está programada para utilizar operaciones del sistema de visión, reconocimiento facial, reconocimiento del habla y clonación de la voz. Esto hace que Ameca se distinga de los teléfonos y los demás aparatos sin vida. Los especialistas diseñaron un firmware basado en la nube que puede actualizarse con reparaciones y funciones de software, por lo que no hace falta ser un experto en tecnología para utilizarlo. Con este diseño de software, puedes cambiar el comportamiento del robot desde cualquier parte del mundo. Puedes acceder al software, llamado Tritium, desde un navegador con solo iniciar sesión. Una vez allí, podrás ocuparte de tu Ameca mientras conduces al trabajo, dirigirte a un público a distancia y ver los diagnósticos del sistema desde Engineered Arts.

La inteligencia artificial del robot es tan avanzada que podrías hacer que se encargue de dos tareas diferentes al mismo tiempo. Incluso entenderá qué tarea es más importante y cuál puede esperar. El hardware es igual de impresionante que el software: cuenta con sensores, cámaras, micrófonos y codificadores de posición integrados. Puedes ver la interfaz del sensor en vivo desde tu dispositivo y controlar el tiempo de respuesta y las interacciones. Tiene un buen aspecto y es fácil de entender.

La buena noticia es que puedes comprar uno de estos robots, ya que están a disposición del público. La mala noticia es que cuestan más que un auto: los venden a más de 133 000 dólares. Supongo que no voy a comprar un Ameca en el corto plazo.

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