15 Cosas que son completamente normales para la gente de otra generación, pero que nos dejan estupefactos

La crianza de los hijos es una tarea compleja y desafiante, y se puede complicar aún más cuando los abuelos, con las mejores intenciones, no respetan los límites y las normas establecidas por los padres. Esta dinámica intergeneracional puede generar tensiones y malentendidos, como sucede en el caso de esta mujer, quien quiere hacer respetar su estilo de crianza ante su suegra, pero su marido tampoco es de gran ayuda en su propósito.
Mi suegra suele ayudarnos con el cuidado de nuestra bebé. Ella vive en un estado distinto al nuestro, pero aun así insiste en quedarse con nosotros y pasar aquí las noches. Ella siempre ha estado muy involucrada en nuestro matrimonio y nos da un montón de consejos no solicitados.
Cuando cuida a nuestra bebé, hace lo que quiere con ella. Dice que yo la estoy malcriando porque la cargo, pero es una bebé de solo 7 meses e incluso desde que tenía pocas semanas, ya ella me decía que no debía cargarla tanto y que debo dejarla llorar más o de lo contrario, tendré una niña malcriada.
Desde que comenzamos a hacer destete dirigido por la bebé, ella no lo ha querido seguir, sino que hace lo que le da gana, y yo ya me di por vencida en esa batalla con ella, porque de todas formas, la bebé necesita comer. Con la rutina para las siestas durante el día, ha sido todavía más duro porque ella tampoco la sigue y dice que yo soy muy estricta.
Hace poco, una niñera empezó a trabajar con nosotros y es una maravilla. Sigue todo lo que le digo al pie de la letra y eso es un gran alivio, pero mi suegra insiste en que deberíamos ahorrarnos ese dinero para que ella pueda ver a la bebé más seguido. Yo le dije que puede venir a pasar la noche todos los fines de semana, pero ella quiere estar más tiempo con la bebé.
No me cabe en la cabeza cómo es que ella insiste en venir desde el estado en el que vive y me frustra que se sienta con derechos sobre mi hija. Mi marido está considerando la posibilidad de dejar que ella venga, aunque sea solo un día, porque, de alguna manera, él cree que a la bebé no le afecta el cambio de rutinas y que puede dormir a cualquier hora.
Yo le dije que no, que yo hablaría con mi suegra, pero me dijo que no lo hiciera. Él está menospreciando mis sentimientos, porque, como ella es difícil de manejar, prefiere complacerla a ella, y yo realmente quiero hacerlo, pero no estoy lista para asumir las consecuencias.