Por fin me pude vengar de todos los desplantes y groserías que me hizo mi suegra

Historias
hace 1 mes

Imagina estar en medio de un divorcio, viviendo bajo el mismo techo con tu ex, mientras navegas por las aguas turbulentas de las relaciones familiares. Ahora añade a la mezcla una suegra con la que nunca te llevaste bien y que, de repente, quiere quedarse en tu casa por unos días. ¿Qué harías? La protagonista de esta historia lo tenía muy claro y actuó sin titubear.

"Tengo 34 años y estoy en proceso de divorciarme de mi esposo, quien tiene 33 años. Aunque estamos en buenos términos, aún vivimos juntos en mi casa (la cual está a mi nombre y fue comprada antes del matrimonio, lo que, según las leyes de mi país, significa que él no tiene derecho sobre ella). Él no se ha mudado todavía debido a problemas financieros, algo con lo que estoy de acuerdo. Recientemente, comenzó un nuevo trabajo y espera poder mudarse en uno o dos meses.

Mi suegra es una persona desagradable con quien nunca me llevé bien. Nunca le caí bien y siempre se aseguró de que me sintiera excluida de la familia. El mes pasado, me llamó el día de mi cumpleaños solo para decirme que estaba contenta de no tener que comprarme nada, ya que, según ella, yo ya no formo parte de la familia (ella acababa de enterarse de que nos íbamos a divorciar)."

"Ayer, me llamó de nuevo porque mi exmarido estaba en el trabajo y no pudo contestar, así que decidió llamarme a mí para informarme que vendrá a quedarse en nuestra casa por dos días la próxima semana, ya que se someterá a un procedimiento médico en nuestra ciudad (la capital). Como no conduce, no puede regresar a su casa inmediatamente después del procedimiento y planeaba pasar la noche con nosotros para tomar un autobús al día siguiente. Le dije rotundamente que no, que ya no es parte de mi familia, que la casa es mía, y que no quiero a personas que no me agradan en mi hogar.

Ni ella ni mi ex pueden permitirse un hotel, y él no puede llevarla de regreso debido a su nuevo trabajo. Yo tampoco lo haré porque ya no es mi responsabilidad. Mi ex está muy enfadado conmigo y me dijo que no debería desquitarme con su madre. No lo estoy haciendo; simplemente no quiero tenerla aquí porque no me agrada, y ya no siento que deba soportar esta situación. Ya no somos pareja. ¿Soy yo la mala en esta situación?"

Las relaciones con las suegras pueden ser complicadas y por eso, en Genial.guru, hemos buscado algunos consejos para esos momentos en los que podríamos desear alejarnos de ellas lo más posible:

  • Ofrecer Alternativas: Aunque no deseas que tu suegra se quede en tu casa, podrías considerar ofrecer alguna alternativa, como sugerirle un albergue económico o ayudar a buscar un lugar seguro donde pueda quedarse. Esto podría demostrar que no estás simplemente rechazando a la madre de tu ex, sino buscando una solución adecuada para todos.
  • Buscar Apoyo Legal o de Mediación: Dado que están en proceso de divorcio y aún cohabitan, puede ser útil consultar a un abogado o un mediador. Ellos pueden ayudar a establecer reglas claras y justas para ambas partes durante este período de transición.
  • Priorizar el Autocuidado: Este es un momento emocionalmente agotador, y es importante que cuides de tu bienestar mental y emocional. Buscar apoyo en amigos, familiares o incluso en un terapeuta podría ser útil para manejar el estrés y las emociones difíciles.
  • Reevaluar la Relación con la Suegra: Si bien es comprensible que no quieras interactuar con tu suegra debido a su historia, también podría ser una oportunidad para reflexionar sobre si mantener una postura tan rígida es lo mejor para tu bienestar a largo plazo. A veces, adoptar una postura más neutral y evitar conflictos innecesarios puede ser más beneficioso.
  • Planificar el Futuro: Dado que tu exmarido espera mudarse pronto, podría ser útil planificar cómo quieres manejar la situación mientras aún conviven. Tener un plan claro puede ayudar a evitar situaciones incómodas o conflictivas en el futuro.

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