Por qué los huracanes no pueden cruzar el ecuador

Curiosidades
hace 1 año

Miras por la ventana y ves que los árboles se mueven sin control. Los vientos son tan potentes que prácticamente derriban todo lo que hay en la calle. También llueven toneladas de agua sobre ti. Conduces tan rápido como puedes, pero de repente tu carro se detiene. Has oído los términos tifón, ciclón y huracán, pero lo más probable es que no sepas en qué se diferencian. El término científico oficial para los tres es tormenta tropical. Aunque son prácticamente lo mismo y se forman de la misma manera, son diferentes según el lugar donde se produzcan. Los huracanes son los que se forman sobre el océano Atlántico o el océano Pacífico Oriental.

Los ciclones tropicales actúan como gigantescas turbinas impulsadas por aire cálido y húmedo y se forman solo sobre masas de agua oceánica cálida cerca del ecuador. El aire cálido y húmedo que rodea el océano se eleva y deja al de baja presión cerca de la superficie. A su vez, el aire de abajo se humedece y calienta y también se eleva. El ciclo continúa con el aire cálido empujando hacia arriba y apretando la baja presión cerca de la superficie para subir como aire cálido y húmedo. Cuando el aire cálido y húmedo se enfría, forma nubes. Estas crean las tormentas tropicales que todos tememos. Las tormentas giran en el mismo sentido que la Tierra. Así, las que están al sur del ecuador giran en el sentido de las manecillas del reloj, y las tormentas al norte de este lo hacen en sentido contrario. El ojo de la tormenta se produce cuando esta gira tan rápido que realmente se vuelve visiblemente clara en el centro con baja presión de aire. Pero tendrías que verlo desde arriba, lo cual es muy arriesgado.

Las tormentas tropicales normalmente se mueven a unos 63 km/h. Los ciclones tropicales son mucho más rápidos: alrededor de 119 km/h. También se conocen como huracanes. Si te encuentras en la punta del polo norte o del sur, la rotación de la Tierra parecerá detenerse, aunque el resto de esta experimente el día y la noche como todo el mundo. En los polos, las noches son muy largas y los días duran meses. En el ecuador, el tiempo se mueve junto con la distancia alrededor del planeta, que es de unos 40 000 km. El efecto Coriolis hace que los patrones de viento que viajan largas distancias alrededor de la Tierra parezcan moverse en una curva en lugar de una línea recta. Y debido a la forma única del planeta, las velocidades son diferentes. Esto también afecta a la fuerza de Coriolis y a los huracanes. Al no haber curvatura en la trayectoria del objeto medida con respecto a la superficie de la Tierra en el ecuador, la fuerza de Coriolis es igual a cero.

Un huracán incluye agua profunda y cálida del océano. Todo ocurre en las capas medias húmedas de la atmósfera con una atmósfera fría en la parte superior. También requiere algo de viento bajo y alguna perturbación en la superficie. Y puede alejarse unos 483 km/h de una gran masa de agua donde está el centro de un gran huracán. Lo bueno es que estos se debilitan cuando tocan tierra porque el agua caliente del centro del océano no le da el jugo que necesita para mantenerse bombeado. Pero aun así, los fuertes vientos y la lluvia provocarán una cantidad sostenible de daños.

En 1900, uno de los mayores huracanes azotó cerca de Centroamérica, en el golfo de México. Llegó hasta Florida y Texas y se considera el más devastador de la historia de Estados Unidos. Se detectó por primera vez el 27 de agosto y duró muchos días. Para cuando llegó a la costa de Texas, la tormenta se había convertido en un huracán de categoría 4. Los huracanes se clasifican en función de la velocidad e intensidad de los vientos mediante una escala llamada Saffir-Simpson. Hay 5 categorías diferentes del 1 al 5, siendo 1 la más débil y 5 la más fuerte.

Una tormenta de categoría 1 tiene vientos que se mueven entre 119 km/h y 53 km/h. Se puede esperar que algunos árboles sean arrancados y que las casas móviles sean destruidas. Puede derribar el exterior de algunas viviendas y provocar importantes cortes de electricidad.

Los huracanes de categoría 5 alcanzan una velocidad de más de 250 km/h y no dejan nada a su paso. Pueden incluso arrasar algunos edificios desde sus cimientos. Y como los vientos son más rápidos, hay más daños en su radio. Otra cosa que se puede esperar es una gran cantidad de inundaciones.

Los habitantes de Galveston tuvieron menos de 4 días para prepararse para la llegada de la tormenta, que incluso se extendió hasta Oklahoma y Kansas con inundaciones repentinas de 6 metros. El gran huracán se abrió paso hacia las Grandes Llanuras y giró hacia los Grandes Lagos, Nueva Inglaterra y alcanzó al sureste de Canadá. La tormenta fue tan fuerte que más de 3 600 casas resultaron dañadas a pesar de que eran lo suficientemente resistentes para soportar la tormenta. Teniendo en cuenta las cifras de población de entonces, equivalía a cientos de miles de casas destruidas, por no decir millones.

El total de los daños materiales fue de unos 30 millones de dólares entonces, que serían mucho más ahora debido a la inflación. Tras la devastadora tormenta, los habitantes de Galveston construyeron un dique de 6 km y elevaron el nivel de toda la ciudad hasta casi 5 m. Con el tiempo, elevaron los diques a 16 km por si acaso. Si una tormenta como la de Galveston se produjera en los tiempos modernos, no habría suficientes lugares donde esconderse. La población ha aumentado considerablemente en todas las zonas donde se produjo la tormenta en 1900. Así que imagínate sentado en tu carro y recibiendo las noticias de última hora. Dice que una tormenta acaba de golpear el golfo de México y al este, cerca de Cuba. No es gran cosa, ya que estás en Texas. Así que conduces de vuelta a casa. Hay mucha gente en las gasolineras y en los supermercados. Las noticias dicen ahora que la tormenta probablemente ganará impulso y golpeará justo donde vives. Bien, ahora es el momento de entrar en pánico.

Quieres comprar algunas cosas para prepararte para la tormenta que se avecina, pero todas las estanterías están ya vacías. Todo el mundo se empuja como en un concierto de rock. Tomas todo lo que encuentras y te diriges a tu carro. Tienes la suerte de comprar algunos galones de gasolina extra por si acaso. Conduces de supermercado en supermercado para intentar conseguir algunas cosas, pero no tienes suerte. Finalmente, encuentras un lugar que todavía tiene algunos productos esenciales. Empiezas a abastecer tu carrito cuando las noticias locales instan a todo el mundo a evacuar. Solo tienes unas horas para salir.

¡Pero dejaste a tu perra en casa! Te apresuras contra el tráfico para llegar ahí. Todo tu vecindario está completamente vacío. Recoges a tu preciosa perrita y tomas algunas cosas importantes antes de salir. Queda poco tiempo y ya empiezas a sentir los vientos que se levantan y el océano cerca. Las noticias te dicen que el huracán ya llegó a Florida. Subes al auto, pero no arranca.

Como ibas tan rápido, no te diste cuenta de que se acabó la gasolina. Menos mal que conseguiste esos botes de combustible extra en el camino. Con medio depósito, logras salir de tu ciudad y llegar a un lugar seguro a donde va todo el mundo. Los vientos son cada vez más fuertes. No hay manera de escapar de esta tormenta. No hay nadie a la vista ya que todos se fueron temprano. Empieza a llover con fuerza. Puedes ver algunos árboles que se balancean como locos. Finalmente, encuentras algo que parece un gran refugio. Llegas a él para descubrir que solo es un centro comercial abandonado. Y entonces ocurre lo peor: ¡te das cuenta de estuviste yendo en la dirección equivocada todo este tiempo! Te bajas un poco del auto para estirarte y ver qué camino tomar.

¡El viento es tan fuerte que vuelves al carro solo para descubrir que tu perra se escapó! ¡No la encuentras por ninguna parte! Das vueltas con el auto y la llamas por su nombre, pero no responde. La ves parada detrás de unos arbustos ladrando. Corres hacia ella y descubres que encontró un genial refugio subterráneo abandonado. Los vientos han llegado a un peligroso punto en el que ya no puedes conducir. Recoges tus cosas y bajas. Está completo con todo e incluso tiene una cama. Puedes oír los vientos y la lluvia por encima de ti, pero estás acurrucado con tu perra. Al día siguiente, te levantas y ves que tu carro se ha desviado hacia otra carretera, y que no hay ni un solo árbol a la vista. Pero oye, al menos puedes estar feliz de haber sobrevivido a una de las tormentas más fuertes del mundo.

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