Por qué los perros adoran los juguetes chillones pero no la pirotecnia
Los perros son capaces de comprender que alguien se ríe de ellos. Son animales muy empáticos; así que, cuando escuchan la risa graciosa de un bebé, se sienten atraídos e imitan esta reacción. Puedes darte cuenta de que tu perro disfruta la risa de un bebé por su boca abierta, su adorable respiración agitada y sus ojos brillantes. Comprar campanas de viento no solo llenará tu hogar de sonidos placenteros, también de acciones bonitas por parte de tu mascota. Muchos perros adoran el sonido de las campanas y los sacudidores, y algunos incluso cantan con ellos. Los cláxones clásicos de autos y las cornetas de aire suelen llevar a los perros a ladrar, a mover la cola y hasta a saltar juguetonamente hacia la fuente del sonido. Sin embargo, algunos perros podrían estresarse, así que ten cuidado.
Los perros aprenden a asociar el timbre con la llegada de un familiar. Por eso se entusiasman y ladran cada vez que escuchan el timbre, los golpes a la puerta o el ruido de las llaves. Los sonidos que emiten los gansos y los patos atraen a los perros y despiertan sus instintos de persecución, así que son una buena opción si quieres hacerle una broma al tuyo. Muchos perros perciben el beatboxing como una invitación a saltar a los brazos del artista y lamerle la cara. Algunos dueños de perros incluso afirman que sus mascotas pueden aprender a hacer beatbox si practican juntos. Silbar es un recurso clásico para llamar la atención de un perro. Si usas un silbato especial, asegúrate de no soplarlo muy fuerte ni muy cerca de su cabeza; esto podría dañar sus oídos sensibles.
La mayoría de los perros adoran los juguetes chillones. El sonido que producen cuando los muerden estimula un centro de placer en su cerebro. Mientras más chille, más placer sentirán. También les gusta morderlos porque el ruido suele llamar la atención del dueño, y ellos adoran tu atención más que ninguna otra cosa. Cuando un perro oye los ladridos de otro perro, se siente atraído y mueve la cola. Y esto no es sorpresa: todos necesitan comunicarse con los suyos. Si reproduces una grabación de aullidos de perro, es probable que tu mascota también aúlle.
Los sonidos de gatos, caballos y vacas son útiles si quieres hacerle una broma a tu perro. Si reproduces una grabación con sonidos de animales, probablemente se pondrá rígido, mirará fijo y comenzará a quejarse o a ladrar. Pero ten cuidado con el volumen. Tu perro puede percibir frecuencias que tú desconoces completamente. Por eso, los sonidos sutiles que producen animales como las moscas, las abejas, los grillos, los saltamontes y hasta las arañas pueden alterar a tu mascota. Si tu perro se queda inmóvil repentinamente cerca de un arbusto sin ninguna razón obvia, lo más probable es que haya escuchado a una de estas criaturas.
Estos sonidos son los más populares, pero tu perro puede haber adquirido sus propias preferencias únicas según su experiencia de vida. Los humanos solo escuchan sonidos con frecuencias de hasta 20 000 Hz, mientras que los perros perciben hasta 45 000 Hz. Una sensibilidad más alta se traduce en niveles de estrés más altos, así que aquí tienes algunos sonidos que pueden asustar a tu perro. La mayoría se asusta cuando escucha una tormenta. Si no puedes aislar a tu mascota de este sonido, al menos intenta quedarte cerca, poner música agradable y consolarla. Al igual que con la risa de los bebés, los perros reaccionan de una manera muy emotiva cuando un bebé llora. Algunos no pueden soportar este sonido agudo, así que se esconden. Igual que yo. Otros se ponen nerviosos y corren de un lado a otro.
En general, los perros no son muy amigos de las aspiradoras. No solo son ruidosas, sino que además se mueven por la casa, cosa que tu perro podría percibir como una invasión a sus límites personales. Los estallidos de globos y los fuegos artificiales son fuertes e impredecibles, y suelen asustar a las mascotas domésticas. A los perros no les agradan los autobuses ni los camiones de basura porque su llegada trae una serie de sonidos azarosos, como chillidos o bocinazos, y ellos detestan los sonidos impredecibles. Lo mismo les sucede con los sonidos de una construcción.
Las ruedas de un skateboard sobre el pavimento pueden asustar a un perro: son ruidosas, impredecibles y capaces de despertar sus instintos de persecución. También puede alterarse por el sonido de las sirenas de patrullas y ambulancias, ya que emiten frecuencias muy agudas. Encender o apagar repentinamente el aire acondicionado o el horno es otra de las cosas que puede asustar a un perro. Si tu mascota se altera y se queda alerta cuando oye estos sonidos, tal vez sea hora de comprar electrodomésticos más silenciosos. A los perros tampoco les gusta cuando los aviones y los helicópteros pasan volando por encima.
Intenta alejar a tu mascota todo lo que puedas de los sonidos aterradores. Por ejemplo, si le asustan las construcciones o los fuegos artificiales, sería razonable salir a pasear a un lugar tranquilo para mantener a tu perrito lejos de los sonidos desagradables. Pero claro, esto no siempre es una opción. Un entrenamiento adicional podría resultar útil. Puedes conseguir una grabación de lo que asusta a tu perro y reproducirla. Primero hazlo con un volumen muy bajo, y auméntalo progresivamente. De esa manera, aprenderá a tolerar el sonido con el tiempo.
Esta técnica simple hará que la vida de tu perro en este mundo ruidoso e impredecible sea un poco más fácil. Pero sé muy cuidadoso y usa refuerzos positivos. Apresurarte, exigir de más e ignorar el lenguaje corporal de tu perro puede empeorar aún más sus miedos. No olvides recompensarlo con comida o juguetes cada vez que logre reaccionar con tranquilidad a un sonido que lo asuste.
Los oídos caninos son sensibles no solo a los ruidos, sino también a la entonación de la voz. En algunos casos, los perros pueden entender el significado de las palabras y hasta detectar cuando intentas mentir. Por ejemplo, si llamas a tu perro “chico malo” con un tono de voz alegre y lleno de entusiasmo, comprenderá que no estás feliz con él. Los perros pueden diferenciar una palabra de una seudopalabra, pero se sienten mucho más atraídos cuando escuchan versiones nuevas de palabras conocidas. Así que, si decides jugarle una brama a tu perro y decirle “¡vamos a marear!” en lugar de “¡vamos a pasear!”, es probable que se entusiasme aún más. Y no, no está bien ilusionarlo de esa manera.
Algunos perros se ponen muy ansiosos cuando se quedan solos en casa. Y no es una sorpresa: cualquier sonido que te parezca fuerte es aún más fuerte para tu mascota. Poner música relajante antes de irte puede ayudarla a lidiar con este problema. Un poco de jazz tranquilo o música clásica de fondo hará que tu perro se sienta menos solo, lo protegerá de los aterradores sonidos potenciales de la calle y aliviará su estrés.
Hoy en día puedes hallar una enorme variedad de selecciones musicales diseñadas para tranquilizar a perros y gatos. La lista de sonidos que los gatos adoran se parece bastante a la de los perros: puertas que se abren y se cierran, sacudidores, sartenes, abrir una bolsa de papas o una lata, los juguetes chillones, los timbres, instrumentos de viento de madera, la comida al caer sobre el tazón y, por supuesto, “Pspsps”. Sea lo que sea que eso signifique.
En cuanto a otras mascotas, no necesitas adivinar cuál es el sonido favorito de un loro, los aprenderá y repetirá todo el día. El loro es uno de los pocos animales capaces de aprender y comprender el idioma humano. Algunas aves salvajes pueden imitar las voces humanas, pero los loros son los campeones a la hora de copiar nuestro lenguaje. Ciertos loros profesionalmente entrenados incluso pueden entender lo que decimos.
Si tienes un loro, ten cuidado: son capaces de aprender frases nuevas, pero no pueden olvidarlas. Sin embargo, esa frase se puede reemplazar con otra si la repites lo suficiente.
Los lagartos también son muy sensibles a la música y prefieren algunos sonidos por encima de otros. Suelen disfrutar de los sonidos tranquilos y suaves y detestar los más fuertes. Si tienes dudas, puedes poner diferentes géneros musicales para tu mascota y ver cómo reacciona. Si lo disfruta, girará hacia el sonido, se acostará y se relajará. Los dragones barbudos incluso pueden cambiar de color si no les gusta el sonido que los rodea, y a veces hasta llegan a oscurecerse para indicar que les molesta tu gusto musical. El silencio, las caricias y un baño ayudarán a aliviar el estrés.
Los conejos no pueden entender el lenguaje humano, pero es posible entrenarlos para que te entiendan a través de indicadores conscientes, como órdenes verbales y gestos. También reaccionan al tono de tu voz y a tu lenguaje corporal. Por lo general, los conejos disfrutan de la música tranquila, sobre todo si ya crearon una asociación positiva con ella. No les gustan los ruidos fuertes y repentinos ni la música pesada.
Los hámsteres reaccionan positivamente a varios géneros musicales, como la música clásica, el pop, el rock y hasta los éxitos de Broadway. Los ruidos fuertes pueden estresarlos mucho, así que ten cuidado. Al principio, tu hámster no entenderá ninguna palabra humana ni reconocerá tu voz. Pero, si te tomas el tiempo de establecer un vínculo con él, se sentirá más unido a ti, y hasta formará una conexión entre algunas palabras y acciones.