Qué pasaría si la Tierra un día dejara de rotar
No hay dudas de que la ciencia ha respondido a muchísimos interrogantes que los seres humanos hemos tenido durante siglos sobre el funcionamiento de determinados aspectos de la naturaleza. Por supuesto, queda bastante por descubrir; el mundo está lleno de misterios. Pero el conocimiento científico también nos ayuda a elaborar teorías o conjeturas sobre qué podría suceder si ocurriera determinado fenómeno extraordinario; por ejemplo, ¿cuáles serían las consecuencias si la tierra dejara de girar, tanto de pronto como paulatinamente? Veamos, entonces, qué tienen para contarnos los expertos al respecto.
Como bien sabemos, la Tierra es el tercer planeta desde el Sol, y el hogar de toda la vida conocida en el universo hasta el momento. Desde su nacimiento, hace unos cuatro mil quinientos millones de años, nuestro planeta ha estado orbitando alrededor del Sol y, además, girando sobre sí mismo.
Entonces, de acuerdo a cómo los humanos hemos dividido el tiempo y al movimiento aparente del Sol y la Luna en el cielo con respecto a las estrellas, podemos decir que aproximadamente cada 365 días, nuestro planeta vuelve al mismo punto de su órbita. Y para completar una rotación completa sobre su propio eje, es decir un día, es necesario que transcurran 24 horas (aunque no exactas).
Si la Tierra comenzara a girar cada vez más lento sobre su mismo eje, supongamos que gradualmente y de forma casi imperceptible de un año a otro, con el tiempo, los cambios serían significativos, pero al menos tendríamos la posibilidad de encontrar alguna manera de adaptarnos.
Aunque si un día, por ejemplo, llegara a durar varios meses, buena parte de la vida estaría en serias dificultades. Por empezar, las temperaturas podrían ser extremadamente altas o bajas, dependiendo de si es de día o de noche. Además, los ritmos biológicos se desequilibrarían por completo. Los procesos celulares rítmicos controlan nuestro sueño y dependen de la luz solar. Y las consecuencias de que nuestros patrones de comportamiento se alteren podrían ser irreversibles.
Ahora bien, si el planeta dejara de girar sobre su eje de manera abrupta, estaríamos en un escenario digno de una película de destrucción total, ya que tanto la atmósfera como los océanos y todo aquello que no estuviera fijo a la superficie terrestre seguiría su movimiento por la acción de la inercia.
Incluso si la tierra se detuviera durante apenas un minuto, el escenario sería aún más catastrófico que el que se presenta en el filme El día después de mañana; la inercia que mencionamos sobrepasaría por tres cuartas partes a la gravedad que nos mantiene aferrados al suelo, y el resultado sería un empuje con un ángulo de 38°, suficiente como para llevarse todo a su paso.
Volvamos a un escenario de catástrofe no tan abrupto, pensemos que la Tierra deja de girar sobre sí misma de manera gradual. Entonces el agua de los océanos iría progresivamente migrando hacia los polos desde el ecuador. Así, un megacontinente iría surgiendo como un cinturón alrededor del planeta mientras enormes océanos se concentrarían en los polos.
Grandes extensiones de tierra, como Canadá, buena parte de Siberia y Europa, irían progresivamente sumergiéndose. Otros territorios tal vez lograrían mantenerse a flote; por ejemplo, los que se encuentran en la latitud de España, a ambos lados del ecuador; Madagascar se fusionaría con el continente africano y Nueva Guinea e Indonesia, con Australia.
Conviene aclarar que la posibilidad de que la Tierra se detenga en algún momento durante los próximos miles de millones de años es prácticamente nula, más allá de todas estas conjeturas o suposiciones.
De todas maneras, plantear estas situaciones imposibles mediante el “que pasaría si...” nos ayuda a comprender conceptos básicos sobre el funcionamiento de nuestro vasto universo; además, podemos aprovechar para activar nuestra imaginación.