12 Razones científicas explican por qué el 84 % de los vegetarianos vuelve a comer carne

El vegetarianismo y el veganismo no son solo una dieta en concreto, sino también un estilo de vida. Se aboga por ello atendiendo a una serie de razones sociales, ecológicas y éticas. Pero, ¿sería capaz una persona que durante al menos 18 años estuvo comiendo carne cambiar a una dieta basada en vegetales para el resto de su vida? Científicos británicos realizaron un estudio, durante el cual se descubrió que el 84 % de los vegetarianos y veganos volvieron a consumir carne. Y esta decisión la explican varias buenas razones que encontrarás en este artículo.

Genial.guru estudió cuidadosamente los motivos, no solo desde un punto de vista moral, sino también teniendo en cuenta las características físicas del ser humano.

1. La planificación de la dieta por adelantado

Si estás acostumbrado a comer refrigerios y con frecuencia te olvidas del almuerzo o la cena, el vegetarianismo, seguramente, no es para ti. Tu dieta no puede consistir de una barra de chocolate y una pequeña cantidad de brócoli cocido: debe ser planificada meticulosamente y los productos preparados con antelación. Y además, antes de ir a un restaurante, deberás examinar cuidadosamente el menú y la composición de los platillos.

2. Deficiencia de vitaminas

Además de la proteína y el hierro, la comida vegetariana carece de vitaminas y microelementos, incluidos la B12, la D, así como calcio y cobre. Su déficit viene acompañado de los siguientes síntomas:

• В12: entumecimiento de las extremidades, dolores de cabeza y depresión. Su principal fuente son los mariscos (camarones, salmón, sardinas) y la carne (vacuna, cordero, hígado de ternera).
• D: debilidad general, dolor óseo, infecciones frecuentes. Esta vitamina abunda en productos lácteos frescos, queso, yogur, huevos.

Por eso, en este caso, tendrías que tomar estos elementos a través de pastillas y suplementos que se añaden a tu dieta principal.

3. Déficit de zinc

La deficiencia de zinc es uno de los fenómenos más peligrosos para el cuerpo humano, lo cual es más común en los veganos estrictos. Si notas una pérdida severa de cabello, nerviosismo permanente, alteración en la coordinación, y las heridas en tu piel tardan en curarse mucho más de lo habitual, debes consultar a tu médico.

Aunque muchas plantas contienen oligoelementos necesarios que reaccionan con el zinc, aun así estos inhiben el proceso de su absorción. Al digerir productos de origen animal, como la carne, el zinc se absorbe mucho más fácil y rápido.

4. Síndrome del intestino irritable

Si pese a lo anterior decidiste convertirte en vegetariano o vegano, primero deberías consultar con un gastroenterólogo. Una dieta que consiste completamente en alimentos vegetales ricos en fibra, como verduras y frutas, así como los sustitutos de la leche, puede desencadenar el síndrome del intestino irritable. Esto fue confirmado científicamente a partir de un estudio en 2017.

A raíz de esto, las personas que decidieron llevar este tipo de alimentación, necesitan reducir la cantidad de jugo de fruta y consumir más alimentos ricos en hidratos de carbono, como son las papas y la avena.

5. Alergia a la soja

La soja es una de las principales fuentes de proteínas en platillos veganos y vegetarianos. Alrededor del 12 % de la población sufre de alergias a la soja y sus productos derivados. Se encuentra en alimentos como el tofu y el tempeh, así como también pueden estar presentes en los aceites de nueces, postres y condimentos. Según Verywell Health, la soja puede encontrarse en caldos de verduras instantáneos, barritas de proteínas y algunos alimentos congelados. Este tipo de alergia puede limitar notoriamente la variedad a la hora de elegir la comida.

6. Alergias a los frutos secos

La crema de anacardos, la mantequilla de maní, la leche de almendras y los quesos a partir de nueces son solo algunas de las opciones tentadoras para los veganos que desean añadir a su dieta grasas saludables y aromas agradables. Pero si eres alérgico a los frutos secos, esto puede ser un obstáculo para una buena nutrición vegana. La enfermedad se manifiesta a través del enrojecimiento de la piel con picor, náuseas y vómitos, e incluso puede causar un shock anafiláctico con resultado letal.

Debido a que las nueces se usan a menudo como una fuente de proteína en los platillos y postres veganos (por ejemplo, la leche de almendras la podemos encontrar en el chocolate vegano), es muy importante advertir si sufres de alergias cuando visitas restaurantes o te inviten a alguna comida con amigos.

7. Componentes animales allí donde menos esperas encontrarlos

Las personas que siguen una dieta vegetal deben asegurarse de obtener todas las vitaminas que necesita su organismo y evitar los productos de origen animal que pueden esconderse de manera inesperada. La revista Eluxe informó que algunos alimentos vegetarianos pueden contener pequeñas cantidades de origen animal.

Entre ellos, el jugo de naranja industrial (algunos fabricantes añaden a este ácidos grasos omega-3 derivados del aceite y la gelatina de pescado), salsas (por ejemplo, la inglesa, que se hace a base de pescado), la goma de mascar e incluso los higos. Esta fruta contiene proteína animal, que permanece como resultado de la escisión con una enzima especial, la ficina, de avispas muertas. Los insectos ponen huevos en los higos, y además, algunos insectos no tienen tiempo para dejar la fruta antes de que esta madure, por lo que mueren en ella.

8. Falta de hierro en mujeres embarazadas y lactantes

Otro problema que afecta a la mayoría de los vegetarianos es la falta de hierro. No importa lo rico que sea el producto vegetal en este, el fenómeno se explica porque se absorbe mal al tener una forma diferente y menos accesible que la presente en los productos animales. La deficiencia de hierro es especialmente peligrosa para las mujeres embarazadas, lactantes o que están planificando un embarazo, así como las mujeres con sangrado intenso durante la menstruación. Por ejemplo, en mujeres embarazadas, este tipo de deficiencia puede provocar un parto prematuro y bajo peso en el recién nacido.

9. Las mascotas tienen su dieta y tú, la tuya

Si has optado por ser vegetariano, en ningún caso debes aplicar tus preferencias a tu perro u otras mascotas que, por su naturaleza, son depedradores (especialmente, los gatos) u omnívoros. E incluso si te resultó fácil acostumbrar a tu peluchín a una alimentación vegetariana y estás convencido de que les aporta placer, ya que si les das a elegir entre alimentos de origen vegetal o animal, lo más probable es que elijan este último.

10. Rechazo forzado de ciertos medicamentos, así como a la cebolla y el ajo

La mayoría de los medicamentos contienen ingredientes de origen animal, por lo que los veganos estrictos se ven obligados a renunciar a ellos. En el proceso de pasar a una dieta diferente, en los intestinos de un vegetariano aparecen bacterias saprófitos, que procesan la fibra y producen los mismos aminoácidos esenciales de origen animal. Y estas pueden ser destruidas con estos medicamentos.

En cuanto a los “antibióticos naturales”, como son la cebolla y el ajo, tienen un efecto perjudicial sobre la microflora intestinal. Por lo tanto, las personas con una dieta vegetal deben abstenerse de consumir dichos alimentos y controlar cuidadosamente la microflora intestinal.

11. Los atletas necesitan de un equilibrio especial en su alimentación

Sí, el mismísimo Mike Tyson es vegano. Pero no se convirtió mientras se dedicaba al boxeo de manera profesional, sino 5 años después de concluir su carrera. Las proteínas de origen animal ayudan a mantener el cuerpo en buena forma. Por lo tanto, al practicar deportes y optar por una dieta vegetal, debes planificar cuidadosamente tu alimentación y mantener en ella un equilibrio de proteínas, grasas e hidratos de carbono.

12. Los niños necesitan de una nutrición completa para crecer y desarrollarse

Este año, una pareja vegana casi mató de hambre a su bebé de cinco meses, renunciando a la leche de fórmula e introduciendo una a base de papas, cuya receta encontró por Internet. El pequeño fue descubierto con las mejillas huecas y las costillas salientes y pronunciadas, sin fuerza suficiente incluso para moverse.

Por lo tanto, al elaborar una dieta para niños de edades tempranas, al igual que con los adolescentes, es necesario incluir en ella los productos de origen animal: los requieren para el desarrollo normal de un cuerpo joven. Por ejemplo, la carne contiene proteínas, que actúan como material de construcción de las células, y el colesterol, a pesar de la creencia generalizada de que es perjudicial para el organismo, en realidad, es beneficioso ciertamente para el sistema nervioso y el cerebro.

En cualquier caso, la elección es tuya. Pero antes de optar por cualquier dieta, asegúrate de consultar con tu médico.

¿Eres vegano o vegetariano? ¿Dejaste de serlo o has empezado ahora? Cuéntanos tu experiencia.