Situaciones en las que está bien decir una mentira blanca

Curiosidades
hace 7 meses

¿Sabes cómo comportarte con extraños y qué decirles para mantenerte a salvo? Aquí tienes algunos consejos. Descubre si los conoces todos. Estás de vacaciones y viajas solo. Hay una larga fila de gente esperando para registrarse en el hotel. Por fin llega tu turno, y la recepcionista inexperta anuncia alegremente que tu número de habitación será el 321.

Sé que estás cansado y que no puedes esperar a entrar a tu habitación, pero, por tu seguridad, pídele que te dé una nueva habitación y que esta vez anote el número en un papel. Nadie en la fila tiene por qué saber dónde vas a alojarte. Antes de entrar a la habitación, asegúrate de que no haya nadie en el pasillo. Cierra la puerta con llave en cuanto entres. Y, antes de irte a dormir, pon algunas cosas delante de la puerta. Si alguien entra en la habitación durante la noche, las cosas se caerán y te despertarán. Si alguien en el vestíbulo del hotel te pregunta si viajas solo, dile siempre: “No, estoy con mis amigos”. La misma regla aplica para los aviones, los trenes y cualquier otro medio de transporte. Nunca sabes si tu compañero de viaje te lo pregunta por curiosidad o si tiene algo malo en mente.

Cuando alguien te pregunte si te alojas en ese hotel, no te apresures a responder “¡claro!”. En lugar de eso, dile que estás esperando a un amigo o un colega. Si necesitas indicaciones y alguien se ofrece a acompañarte al lugar, rechaza la oferta educadamente: “Ya sé cómo llegar”. Lo único que tiene que hacer es indicarte la dirección correcta. Nunca sabes adónde puede llevarte un desconocido si lo sigues ciegamente. Si un extraño te pregunta: “¿Dónde te alojas?”, evita la respuesta o dale el nombre de algún hotel popular, como el Hilton. Esos hoteles están en todas partes. Si quieres o tienes que ser más sincero, reduce la zona en la que te alojas, pero nunca menciones el nombre exacto del hotel.

Si una persona en la calle se interesa demasiado por ti y no se va, actúa de forma extraña. Finge que no hablas su idioma, aunque lo hayas hecho hace 2 minutos, pon caras raras o ponte a cantar. Cuanto más llames la atención, mejor. Nadie le hará nada a una persona que todo el mundo está mirando. Al planificar tus viajes, evita llegar a un nuevo lugar cuando esté oscuro. Siempre es más fácil encontrar tu hotel a la luz del día, cuando hay más opciones de traslado y gente alrededor. Te sentirás más seguro y ahorrarás algo de efectivo. Hablando de efectivo, supongo que todos conocemos el viejo truco de esconderlo en la ropa interior, el cinturón para guardar dinero u otros accesorios. Pero asegúrate siempre de tener al menos algo de efectivo en una billetera falsa.

Si sucede lo peor y alguien lo quiere, siempre puedes dársela para que no se enfade porque no tienes nada que darle. Cuando ordenes comida, no tienes por qué dar tu nombre real. Si te sientes incómodo inventando un nombre falso, simplemente di que es para otra persona y usa algún nombre típico. Si alguna vez tienes que dar tu dirección en una farmacia llena de gente o en una tienda (por ejemplo, para inscribirte en un programa de fidelización), nunca lo digas en voz alta. Susúrrala o escríbela en un papel para que los desconocidos no la oigan. Acabas de terminar de hacer unas compras. Regresas al estacionamiento del centro comercial, que está oscuro y casi vacío, y te subes al auto. Esperen, ¿acaso hay una chaqueta en tu parabrisas?

Decides quitarla. ¡Alto ahí! Este es un truco que usan los sujetos malos para entrar a tu vehículo y marcharse con él. Avisa a los de seguridad y pídeles que te acompañen hasta el auto y esperen hasta que te vayas sano y salvo. El mismo truco funciona con los neumáticos pinchados. Si te sucede después de una visita a tu tienda o restaurante favorito, vuelve a entrar y pídele a alguien que te ayude. Si te acercas a tu auto solo, puede que alguien se acerque a ti y te ofrezca ayuda. Y lo más probable es que ese alguien sea el culpable de lo que le pasó al neumático. Cuando salgas de tu trabajo, no importa si es una pequeña tienda o una oficina, nunca respondas preguntas sobre tu horario laboral.

Di que no es un horario fijo y que tu gerente lo decide. Y si alguien te pregunta si trabajas solo, dile que siempre que hay alguien más en la parte de atrás. ¿Acaso te gustaba inventar lenguajes secretos y palabras en clave cuando eras niño? ¡Ahora puedes usar esta habilidad para tu seguridad! Decide una frase secreta con tu familia o tus amigos cercanos para compartirla si no puedes hablar o enviar mensajes de texto normalmente. “No te preocupes. Me voy a una aventura” podría significar: “¡Envía ayuda lo antes posible!”. Puedes llevar este juego de seguridad al siguiente nivel y esconder el nombre de la autopista en la que te encuentras o el centro comercial donde has subido al auto con alguien con quien ya no te sientes cómodo.

Conocer algunas técnicas básicas de defensa personal nunca está de más. Con suerte nunca llegarás a usarlas, pero recuerda que los puntos más vulnerables a los que debes apuntar son los ojos, la nariz, la mandíbula, la nuez de Adán en la parte delantera del cuello, el plexo solar justo debajo de las costillas, la rodilla y el empeine. Si alguna vez tienes que compartir un viaje en elevador con un desconocido, ponte de espaldas a los botones. De esta forma, no podrá detenerlo entre pisos. Nunca revises ninguna red social cuando llegues a un restaurante, un hotel o un centro comercial nuevo. Hazlo después de salir. Tus amigos estarán igual de emocionados o celosos, sea cual sea tu objetivo, y te protegerás de los acosadores digitales. Estas personas pueden rastrear a cualquiera, especialmente si tienes una cuenta pública.

Si no te sientes cómodo viviendo solo en tu nuevo vecindario, debes aparentar todo lo contrario. Deja algunos pares de pantuflas de diferentes tamaños en la puerta principal. De este modo, cualquier malhechor potencial creerá que hay varias personas viviendo en tu hogar. Conoce a tus vecinos. Puede que termines haciendo nuevos amigos. O no, pero al menos habrá personas que te conozcan y que reaccionen si notan alguna acción sospechosa alrededor de tu casa o departamento. Una vez que descubras que puedes confiar en ellos, también podrás hacerles saber cuándo y cuánto tiempo vas a salir de tu casa. Revisa la iluminación de tu edificio. Informa al personal de mantenimiento sobre cualquier punto oscuro o falta de bombillas en los pasillos. Los estacionamientos, los cuartos de almacenamiento, las salas de correo, las escaleras y otras zonas comunes necesitan una iluminación adecuada para evitar situaciones peligrosas.

Cuando regreses a casa solo, resiste el impulso de escuchar música con tus auriculares o llamar a alguien para sentirte seguro mientras caminas. Al hablar por teléfono te distraes más, tu visión periférica se cierra y solo tienes una mano para protegerte si es necesario. Imagina que alguien te sigue por la calle. Tú cruzas la calle y él hace lo mismo. Te alejas de una calle transitada, y él vuelve a hacer lo mismo. No te alejes demasiado de la calle principal. Detente y finge que has olvidado algo. Toca tus bolsillos, actúa como si estuvieras buscando algo, como tu billetera. No finjas que buscas el teléfono: tu acosador podría creer que no lo tienes e intentar algo arriesgado.

Comienza a caminar en dirección contraria. Es poco probable que quiera seguirte por una calle concurrida. Además, si tu actuación es buena, puede que pierda el interés en ti, ya que no tienes dinero. Si el malhechor sigue ahí, entra a la primera cafetería que veas. Dirígete al baño y espera de 5 a 10 minutos. Si sigue esperándote, pide ayuda a los miembros del personal cuando salgas. Si tienes que esperar al transporte público cuando está oscuro, intenta quedarte cerca de otras personas que también estén esperando. Si no hay nadie, quédate en algún edificio en una zona bien iluminada hasta que llegue tu transporte. Cuando eso suceda, mira a tu alrededor. Si alguien se comporta de forma extraña o parece sospechoso, díselo al conductor. Como probablemente no habrá muchos pasajeros, no vayas a la esquina más alejada del autobús. Quédate más cerca del conductor para pedirle ayuda si es necesario.

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