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La aromaterapia ha evolucionado con el paso de los siglos desde que era utilizada en el Antiguo Egipto en la realización de ritos religiosos. En 1964 fue reconocida como terapia natural gracias a los estudios aportados por el Dr. Jean Valnet, quién, en la Segunda Guerra Mundial, aplicó con éxito varios aceites esenciales para desinfectar las estancias y el material quirúrgico de los hospitales y para curar a los heridos. En la actualidad, son varios los médicos que realizan aromatogramas, análisis clínicos que prueban cómo afectan los aceites esenciales a diferentes tipos de cultivos de bacterias.
En la actualidad, los problemas emocionales y el estrés forman parte de nuestra vida diaria. Por ello, la práctica de terapias alternativas como la aromaterapia cada vez es más frecuente. En Genial.guru te contamos en qué consiste la aromaterapia y cómo puedes practicarla para aprovechar al máximo todos sus beneficios.
La aromaterapia es un tratamiento terapéutico que se practica desde hace miles de años en Oriente.
Este tratamiento se basa en la utilización de aceites naturales o esenciales que se obtienen de plantas, árboles, hierbas o flores, teniendo cada una de estas diferentes propiedades.
El poder que ejercen estos aromas en nuestro cuerpo y nuestra mente nos ayuda a evadirnos, a relajarnos y a llenarnos de energía y vitalidad.
Hay que tener en cuenta que la aromaterapia en ningún caso sustituye la medicina tradicional, sino que sirve como complemento para encargarse de la parte emocional y hacer que nuestra recuperación sea más rápida y de forma completa.
Son muchos los beneficios que provienen de la aromaterapia, sobre todo en el tema psicológico y emocional. Estos son algunos de ellos:
Los beneficios varían dependiendo de cuál sea la composición del aceite natural escogido.
Los aceites pueden aplicarse de diferentes maneras dependiendo del tipo de aceite y del problema a tratar.
Los métodos más utilizados son:
Los aceites que más se usan debido a sus múltiples propiedades son:
Estos aceites puedes encontrarlos en herbolarios o en tiendas especializadas en aromaterapia.
Son cada vez más los spas y centros estéticos que ofrecen tratamientos de aromaterapia, pero, si lo que prefieres es crear tu propia sesión, sigue los pasos detallados a continuación y disfrutarás de una agradable sesión en tu propia casa.
Lo primero es reunir todos los materiales que vamos a necesitar: aceites, difusores, toallas, velas... elige el aceite de acuerdo con sus propiedades para que te ayude a aliviar los problemas que padeces.
Cuando ya disponemos del material a utilizar, tenemos que escoger el espacio de nuestro hogar que mejor se adapte a la sesión. Dependiendo del método que vayamos a usar (baños, masajes...), tendremos que escoger una u otra estancia de la casa. Es importante la comodidad y que sea un lugar silencioso. Para conseguir relajarte y así obtener mayores beneficios, puedes ayudarte con velas, música relajante... eso ya depende de los gustos de cada uno.
Tómate tu tiempo y no tengas prisa. No existe una duración determinada para que la sesión sea efectiva, pero dedicarle tiempo hará que llegues a notar tu cuerpo y tu mente en un estado mayor de relajación y bienestar.
Mientras estés realizando la sesión, intenta dejar tu mente en blanco, relajada, sin preocupaciones y solamente piensa en ti, en el aroma que te rodea y en lo beneficiosa que puede llegar a ser tu sesión de aromaterapia. La repetición de las sesiones dependerá de cada persona y del tiempo del que disponga. Lo recomendable es ser constantes para poder notar las propiedades de los aceites en tu cuerpo.
También puedes utilizar aceites esenciales por toda la casa en forma de ambientador. Así podrás beneficiarte de las propiedades diariamente y durante más tiempo que sólo en la sesión.
Como ves, son muchos los beneficios que te aporta la aromaterapia. ¿Ya la has probado? ¡Cuéntanos cuál es tu aroma favorito y cómo sueles usar aceites esenciales!