Vitalidad es su palabra de cabecera. 18 abuelitos que parecen haber encontrado la fórmula de la vida eterna

Historias
hace 1 año

Cuando pensamos en un abuelito probablemente se nos vengan a la mente palabras como bastón, medicamentos, bata, tejido, entre muchas otras. Sin embargo, hay algunos ancianitos que nos demuestran que están muy pero muy lejos de estos términos. Sus cuerpos están tan llenos de vitalidad, que la energía que poseen no tiene nada que envidiarle a la de una persona más joven.

Además de energéticos, muchos abuelitos demuestran que sus mentes poseen soluciones maestras para resolver casi cualquier problema que se les presente. Pero no solo eso, también son una fuente de inspiración consejos para sus nietos.

  • Mi suegra cumple 100 el mes próximo. Sale de paseo y ya se le ve muy incómoda con su garrota, cómo le dice ella. Y no quiere ni muleta ni andador. Dice que eso cuando es para cuando sea más mayor. Las que lo llevan son las viejas.© Conchi Bernad Guerrero / Facebook
  • Mi mamá tenía 95 años. Si salíamos, había viento y le queríamos tapar su cabeza con una pashmina decía: “No, ni que fuera una viejita” © Carmen Gallardo / Facebook
  • Mi mamá es joven aún, tiene 73 años. Pero una vez me estaba diciendo que le dolían mucho las piernas y le dije que le iba a comprar una crema especial para quitar el dolor y lo cansado y me dijo: “no, mejor cómprame un tinte para el cabello, la gente no sabe que me duelen los pies, pero sí me ven la cabeza con canas” © Lorena Montalvo / Facebook
  • Un día ayudaba a mi abuelita en el baño y de repente se mira al espejo y me dice: “que bien estoy, no me parezco en nada a esas viejas”. Era una genia, murió siendo una reina con sus 86. © Claudia Ortiz / Facebook
  • Yo le llevé a mi madre de 97 años unos zapatos estilo babuchas, le dije: “mami para que te levantes los días que amanezcan fríos”. Me dijo: “muchas gracias ‘mija’, están muy bonitos”. Cuando mi hermana se los fue a colocar una mañana, ella le dijo: "no me pongas eso, no me gustan. Parecen zapatos para viejita".© Eucaris Noreña Garcia / Facebook
  • Qué bonitas anécdotas he leído aquí. Yo trabajé unos años en una care home, en el área de personas con demencia. Un día que llevaba de la mano a una viejita hacia el comedor (la tenía que llevar porque si no se perdía por su demencia), me dijo: “mira, toda esta gente está loca, por favor si ves que un día empiezo a actuar como ellos, mátame, prefiero eso que a verme ridícula”. Yo solo la abracé y le dije que sí. Al llegar al comedor empezó a pelear con otra viejita por unas muñecas. Para mí ha sido el trabajo más gratificante de mi vida, aprendí tanto de ellos y de mí. © Sandra Torres / Facebook
  • Mi tía acaba de cumplir 100 años y cuando le preguntas que tal está, te contesta: “Bueno, bien, aunque hay días que me duelen un poco las piernas”. © Luz Alvarez Benegas / Reddit
  • Tengo una anécdota de mi mamá. Ella estaba en una fila y de momento llega el organizador de la fila y le dice “los acianos por allá”. Cuando llegó a la casa nos dio la queja de que ese “hombre me dijo anciana”. Ellas están llenas de vida. Dios las proteja siempre. © Lucy Martinez / Facebook
  • Fui a comprar sujetadores con mi madre de 92 años y la chica empezó a sacarle sujetadores de algodón. Ella le dijo que esos sujetadores eran de abuela, que ella los quería con encaje. © Carmen Vila Grande / Facebook
  • Mi papá tiene 92 y medio, no quiere usar bastón, canta con la banda, maneja, nadie le gana en el billar, come como bendito, no usa lentes, tiene todos sus dientes, oye bien y maneja una presión arterial de 120-80. Cuando festejamos sus 80 le pregunté de cuántos años realmente se sentía, me contestó que de 50. O sea que se siente más joven que yo. © Yadira Franco / Facebook
  • Tengo un amigo que cuando su abuelita tenía 96 años, la iban a llevar a Dallas a conocer a sus nietos y bisnietos. Cuando le fueron a sacar el pasaporte su abuelita insistió en que tuviera vigencia de 10 años... Y se lo sacaron con vigencia de 10 años. © Alvaro Casas / Facebook
  • Mi abuela falleció el año pasado, tenía 96 años y siempre decía: “cuando yo sea una viejita haré esto, cuando yo sea una viejita no daré lata como todos los viejitos”. Le encantaba el baile y en los eventos familiares era la primera que abría la pista. Bordaba sin lentes y nunca quiso usar bastón. De buena madera la abuela y gran ejemplo a seguir. © Fabiola Duenez / Facebook
  • Mi mamá tenía 100 años en ese entonces, cuando me encargó crema para la cara. Ella compró una nueva marca por 3 meses que decía que quitaba las arrugas. Me dijo: tráeme la Pond’s, la otra no es como dice, no quita las arrugas“. Me causó mucha gracia. © Margie Morales / Facebook
  • Mi abuela tiene 105 años y quiere un perro, pero que dure bastante © LaNena Morales Muñoz / Facebook
  • Mi mamá tenía más de 80 e iba a visitar su prima de más o menos su edad. Cuando volvía me comentaba: “por dios, qué esta vieja esta chiquilla”. © Victoria Chávez Devia / Facebook
Imagen de portada Lorena Montalvo / Facebook

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