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En un avistamiento tan inusual como escalofriante, el fotógrafo de vida marina David Jara y la bióloga marina Laia Valor captaron imágenes de un pez abisal flotando cerca de la superficie frente a la costa de Tenerife. Se trata del diablo negro (Melanocetus johnsonii), conocido por su señuelo bioluminiscente y su aterradora apariencia, que normalmente habita a más de 2,000 metros de profundidad. Según BBC Wildlife’s Discover Wildlife, este avistamiento ha generado debate entre los científicos sobre los misterios de las profundidades marinas y posibles cambios ambientales.
Biólogos marinos han registrado el avistamiento de un rarísimo pez abisal nadando cerca de la superficie del océano. El diablo negro (Melanocetus johnsonii), una especie que normalmente habita en la oscuridad absoluta de las profundidades marinas, fue visto frente a la costa de Tenerife, en las Islas Canarias. Se cree que esta es la primera observación documentada de esta especie a plena luz del día y cerca de la superficie, dejando a los científicos tanto fascinados como desconcertados.
Los investigadores aún intentan determinar qué provocó este inusual fenómeno. Aunque no hay una respuesta definitiva, algunos científicos sugieren que ciertos ejemplares de esta especie pueden ascender a la superficie durante eventos de El Niño, que reducen el afloramiento de aguas frías frente a la costa de América del Norte.
Lamentablemente, el pez abisal no sobrevivió mucho tiempo tras ser descubierto. Actualmente, ha sido preservado en el Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife, donde será estudiado en profundidad por expertos.
Este avistamiento no es un caso aislado. En agosto de 2024, un pez remo de 3.6 metros, otra criatura de las profundidades, fue encontrado flotando cerca de San Diego por un grupo de kayakistas. El pez remo habita en la zona mesopelágica, donde no llega la luz solar, y solo ha aparecido en California unas 20 veces desde 1901.
Estos eventos recientes plantean preguntas clave:
El océano profundo sigue siendo una de las regiones más desconocidas y enigmáticas del planeta. El reciente avistamiento de un diablo negro cerca de la costa de España ofrece una oportunidad única para estudiar una especie que rara vez se deja ver fuera de las profundidades. Los científicos creen que factores ambientales o estrés biológico podrían haberlo obligado a emerger, resaltando la urgencia de seguir investigando los misterios ocultos del océano.
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