Una historia sincera de una hija que tardó 25 años en entender y admirar a su madre

Historias
hace 2 años

Conforme pasan los años, podemos cambiar la manera en que vemos las situaciones difíciles que vivimos. La edad y las experiencias que sumamos a lo largo de la vida nos hacen mirar hacia el pasado con otra perspectiva.

Esto muchas veces sucede cuando nos enfocamos en nuestros padres. En la infancia y la adolescencia, no logramos tener una noción real de lo que es criar a un hijo, incluyendo todas las responsabilidades y desafíos de ese papel. Cuando nos volvemos adultos, pasamos a tener una visión más madura sobre la maternidad y la paternidad. Podemos perdonar. Y también pedir perdón.

En Genial.guru encontramos la historia emocionante de una hija que demoró 25 años en entender finalmente que su madre no era una mujer tóxica, sino una luchadora.

Quiero contar una historia sobre mi mamá. Durante alrededor de 20 años, yo fui la hijita de papá y veía a mi madre como una persona tóxica. Cuando mi padre la dejó y formó otra familia, yo me puse de su lado y creí con fuerza que todo era culpa de mi mamá. En definitiva, ella era una esposa con la cual era difícil lidiar y, por eso, no era de extrañar que mi padre no la aguantara.

Años después me mudé y estoy reconstruyendo lentamente la relación con mi mamá. Ella ya no tiene ese temperamento explosivo ni levanta la voz. Me escucha y está siempre disponible para mí y para mis hermanos. Es como si una nube oscura la hubiera dejado y ella finalmente tuviera tiempo y energía para amarnos. Pasaron algunos años y por fin lo entendí todo. Mi mamá nunca fue tóxica.

Ella era una trabajadora que crio a tres hijos prácticamente sola. Era ella quien hacía la mayoría de las tareas, las compras, participaba en los eventos escolares, planeaba las fiestas, revisaba nuestras notas y encima ayudaba a mi padre con su trabajo. Ella siempre fue quien nos disciplinaba, mientras que mi padre era el “papá divertido”. Ahora me doy cuenta de que todo lo que él hacía era darnos dinero, mientras ella cargaba con todo el trabajo físico y mental de cuidar a los hijos.

Ella nunca fue tóxica. Mi padre la hizo así. Ella tuvo que lidiar con todo, incluso con los asuntos de mi papá, que nosotros, tan pequeños, no conocimos hasta años después. Estaba sola, y sentía que ni sus hijos estaban de su lado. Todavía me arrepiento de no haber abierto los ojos antes.

Ahora, no puedo dejar de admirar su hermosura. Tengo 20 y pocos años y ella parece más joven que yo a primera vista. Se viste a la moda y de manera elegante. Sale con sus amigas a almorzar y hace trabajos comunitarios. Es tan querida que las personas le envían comida y regalos con frecuencia. Está floreciendo desde que dejó la sombra de mi padre atrás. Nunca fue tóxica. Era una mujer fuerte que se estaba desmoronando, pero estoy feliz de que haya encontrado sus alas de nuevo. Lamento no haberlo percibido antes.

Pretendo compensarla y llevarla a viajes de madre e hija. Me arrepiento de haber estado resentida con ella en mi juventud. Espero hacer un buen trabajo al mostrar cuánto la aprecio.

En cuanto a mi padre, el karma finalmente le llegó. Se juntó con una mujer 25 años más joven y se está dando cuenta de que no es como se la imaginaba. Constantemente me pide que le pregunte a mi mamá si está interesada en retomar la relación o, aunque sea, ser amigos.

Él le llegó a ofrecer su segunda casa, pues sabía que, a veces, era difícil para mi madre mantenerse con el salario que ganaba. Pero mi mamá la rechazó. Dice que ninguna cantidad de dinero podría hacerla volver con mi padre. Vive una vida simple y feliz con sus amigos.

Este relato abre el espacio para reflexionar. Ahora que eres adulto, ¿sientes que la relación con tus padres se transformó? ¿Cambió tu visión sobre ciertas situaciones del pasado? Comparte tu historia con nuestro equipo y nuestros lectores.

Imagen de portada moonswallower / Reddit

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