Una modelo de 57 años respondió a los haters que la llamaron “abuela desesperada” cuando publicó sus fotos en bikini

Paulina Porizkova, exsupermodelo, se encontró en el centro de la polémica tras publicar unas fotos en bikini en las redes sociales. A pesar de que en las fotos lucía impresionante y segura de sí misma, Porizkova fue objeto de comentarios prejuiciosos. Algunos incluso llegaron a llamarla “abuela desesperada”. En respuesta, Porizkova lanzó un poderoso mensaje sobre la positividad corporal y el amor propio.

Su carrera comenzó a una edad temprana

Paulina Porizkova nació en 1965 y comenzó su carrera de modelo a los 15 años. Porizkova apareció en las portadas de numerosas revistas de prestigio. Además, participó en varias películas, programas de televisión y videos musicales. En los últimos años se ha dado a conocer por sus escritos sinceros y perspicaces sobre temas que van desde los cánones de belleza hasta el dolor y la pérdida.

Ha criticado abiertamente la discriminación por motivos de edad en nuestra sociedad y en su vida personal

A sus 57 años, Porizkova ha desafiado las normas sociales al seguir ejerciendo de modelo y publicando en las redes sociales sus fotos en bikini. Paulina ha criticado abiertamente las actitudes discriminatorias por razón de edad: “Soy una mujer de 57 años, y parece que en la sociedad, cuando entras en la madurez, pierdes en cierto modo la licencia para aparecer también en bikini”. Porizkova también se ha pronunciado sobre los comentarios negativos que ha recibido, como que es “una abuela desesperada” o “demasiado mayor para dedicarse a esto”.

Durante 28 años, Porizkova estuvo casada con Ric Ocasek, el fallecido frontman de la icónica banda de rock The Cars. En una entrevista, Paulina reveló que su relación tuvo sus altibajos y que habían estado distanciados durante varios meses antes del fallecimiento de Ric en 2019. Ella habló con franqueza sobre los desafíos que enfrentaron: “Simplemente noté que compartíamos cada vez menos, y nos comunicábamos menos, y luego él como que dejó de desearme”.

Porizkova también compartió que tenía dudas sobre su propio envejecimiento: “Desde que llegué al final de mis 40 y principios de los 50, creo que pensé, tal vez no le gusto porque me estoy haciendo mayor”. A pesar de estas dificultades, ella sigue destacando el amor y la conexión que compartieron, y ha seguido honrando la memoria de Ocasek desde su fallecimiento.

Porizkova quiere que las mujeres abracen su envejecimiento

Ahora se ha convertido en una firme defensora de abrazar el envejecimiento y aceptar el proceso natural de hacerse mayor. Habló abiertamente de su decisión de no someterse a cirugía plástica ni a mejoras estéticas: “Mi deseo es ser una mujer mayor sin alteraciones”.

Porizkova también expresó su aprecio por los signos físicos del envejecimiento: “Lo que me gusta de mi cara ahora, a los 57 años, es que es como una buena novela de la historia de mi vida, como si todo estuviera escrito en mi rostro”.

Además de sus elecciones personales, Porizkova también ha hecho hincapié en la importancia de cambiar las actitudes de la sociedad hacia el envejecimiento. Ha realizado un llamamiento para que más mujeres acepten su edad y muestren sus logros: “Tenemos que conseguir que envejecer esté de moda, lo estoy intentando de verdad, pero necesitamos más mujeres que acepten sus años y sigan pregonándolos, diciendo ’miren lo que hago a mi edad’”.

Con su propio ejemplo y su labor de defensora, Porizkova se ha convertido en una voz poderosa en el movimiento para redefinir el envejecimiento y promover el amor propio a cualquier edad.

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