Vivo en Estambul y contaré cómo se ahorra en Turquía y por qué no se necesitan tacones altos aquí

Lugares
hace 3 años

¡Hola! Mi nombre es Anna Fedorova. Me eduqué en Alemania y luego trabajé como profesora y traductora de alemán. Ahora vivo en Estambul y soy estudiante de posgrado en una universidad turca de una especialidad en jurisprudencia.

Espero poder transmitirles a los lectores de Genial.guru cuánto amo esta ciudad antigua. Y también contaré cómo hay que vestirse aquí y por qué cada mujer local tiene una botella de jugo de limón en su cocina.

Lo que sorprende a los viajeros inexpertos

  • En Turquía, es costumbre besar en la mejilla 2 veces. Parece no ser nada especial, pero en mi país saludamos con solo un beso. Pero estoy tan acostumbrada a la versión turca que ahora a veces ocurren malentendidos con mis compatriotas: cuando hago el intento de dar el segundo beso, la gente a veces retrocede bruscamente.
  • Una vez, cenamos en un restaurante turco tradicional. Comimos y pedimos la cuenta. Y entonces el camarero trajo un plato con clavos de olor. Es extraño, pensé, ya nos vamos y nos trae condimentos. Resultó que aquí es costumbre masticar clavo de olor después de comer, ya que combate el mal aliento. Así que es una especie de aromatizador otomano.
  • Aquí se supone que solo hay que beber té recién hechocomer solo los platos recién preparados. ¿Te deleitas con una infusión hecha a partir de las hojas de té que usaste ayer? ¡Es veneno!
  • Los turcos aman todo lo que es suyo, lo propio. De alrededor de 30 canales de radio, solo en 4 o 5 se pueden escuchar canciones en un idioma extranjero. También se visten patrióticamente, con vestidos y camisas de fabricantes locales. El 80 % de los turcos prefiere descansar dentro de su país. Bueno, y el turismo gastronómico y las visitas a los familiares son sagrados.

Cómo mi novio fue reclutado al ejército

El comandante le hacía chistes constantemente: “¿Conque eres el que vino con una promoción?”. El hecho es que, en Turquía, el servicio militar es obligatorio. Pero de vez en cuando, el estado emite una orden según la cual se puede pagar una tarifa especial para servir solo un mes en lugar de 6.

Algunos datos interesantes.

  • Tú mismo compras casi todos los uniformes. Camisetas, calcetines, ropa interior tienen que ser solo de un color y patrón especificados. La compra nos costó 115 euros (137 USD) en total.
  • Se despiertan a las 5 a. m., se acuestan a las 11:00 p. m. Comen muy abundantemente: unas 5 000 calorías al día. Practican deportes, pero no de forma demasiado activa.
  • Se permite utilizar un teléfono móvil sin cámara ni acceso a Internet. El Nokia 3310 que estaba tirado en un cajón en casa nos salvó: nos llamábamos regularmente.

Sobre los estudios en una universidad turca

La persona más importante de la facultad no es el decano y ni siquiera el jefe del departamento. Es la persona que está a cargo del té. Cuando llegué por primera vez a la facultad, enseguida me aconsejaron: sube al segundo piso, allí, a la izquierda, está Tarik-bey, pregúntale dónde encontrar a quién. Y él realmente lo sabía todo sobre todos: dónde se sienta quién, cuál es el horario de atención de todos. Y, por supuesto, tiene el lugar más estratégico del edificio para estar en el epicentro de los eventos y observar.

Mi primera clase comenzó con la pregunta de quién bebería qué. Inmediatamente enviaron a buscar a Tarik-bey: después de 5 minutos, apareció con una bandeja y comenzó a distribuir los pedidos (cabe aclarar que no se trataba de una conferencia para 200 personas, sino de un curso de maestría y doctorado para 7 a 10 estudiantes). Mientras esperaba a Tarik-bey, el profesor hablaba de las últimas noticias o preguntaba a todos cómo estaban sus asuntos. A mí me preguntaba sobre el significado de mi nombre y apellido.

Cómo se visten en Estambul

¡Definitivamente no como en esta foto! Especialmente si no estás acostumbrada a llamar mucha atención en todas partes. Enumeraré algunas cosas que definitivamente serán útiles.

  • El chal es una prenda universal. Si quieres, te lo atas en la cabeza en la entrada de la mezquita; si quieres, lo envuelves alrededor del cuello para protegerte de los vientos del Bósforo, y, si quieres, te lo pones en los hombros y te cubres los brazos o escote.
  • Zapatos cómodos de suela plana. Deja las botas de tacón en casa, son inútiles en el terreno montañoso local.
  • Falda voladora hasta el suelo. También mata un par de pájaros de un tiro: en primer lugar, revolotea maravillosamente con el viento (¡fotos!), y, en segundo lugar, cubre las piernas: se te permitirá ingresar a las mezquitas sin cambios de ropa adicionales.
  • Chaqueta con capucha. Chicos, aquí no hace calor todo el año. E incluso en verano suele haber viento. Y en otoño e invierno también llueve.
  • Lentes de sol. Para no entrecerrar los ojos y ganar arrugas mímicas en los días soleados.
  • Playera de manga corta. Recuerdo que, cuando era niña, mi madre me obligaba a usar camisetas debajo de los suéteres. Bueno, las turcas también lo hacen, y tanto las adultas como las niñas. Yo también lo hago: así nada se trasluce a través de la blusa.

Algunas palabras sobre los vecinos y las paredes delgadas

Un hombre de mediana edad que vivía bajo el techo (aquí hay departamentos en los áticos), se mudó a Estambul desde algún lugar del interior. Aparentemente, esto debía justificar todas sus características únicas: el hábito de levantar la voz cuando hablaba por teléfono, fuertes carcajadas con los amigos, pero lo peor era su costumbre de cantar viejas canciones turcas mientras hacía cualquier trabajo.

Y por alguna razón estaba ocupado trabajando entre las 3 y las 5 de la mañana. Las paredes en Turquía parecen hechas de cartón y nuestras habitaciones están separadas solo por una pared. En principio, advirtió que en caso de problemas, solo había que golpear la pared con el puño. Pero para mí esta es una forma extraña de comunicación.

Estambul es famosa por su amor por el arte contemporáneo

¡Es imposible imaginar la vida aquí sin pintura callejera! Los distritos de Beyoğlu, Cihangir y Kadıköy pueden presumir de coloridos grafitis. Pero el microdistrito de Yeldeğirmeni rompe todos los récords. Caminando por aquí, de vez en cuando te encuentras con enormes murales a lo largo de toda la pared de un edificio residencial sobre los temas más fantásticos.

Los mejores artistas extranjeros de arte callejero del mundo son invitados a Estambul cada año. Desde 2012, el municipio de Kadıköy organiza un festival internacional de murales. Allí, incluso sobre el edificio de la administración municipal hay 3 obras de autor.

Un tema delicado son los baños urbanos

¿Dónde ir en Estambul, si te dieron ganas de ir al baño? En primer lugar, a los baños en cafés y restaurantes. Si no eres un cliente, pero realmente necesitas ir, pide permiso cortésmente, generalmente nadie dice que no. Puedes usar los baños en los centros comerciales, las grandes tiendas de comestibles y de mejoras para el hogar, e incluso las estaciones de servicio de forma gratuita (generalmente son muy limpios). Mi opción menos favorita es el baño en los ferris, que son comparables al aseo en un tren de larga distancia.

También hay baños de pago (cuestan aproximadamente 0,1 a 0,2 USD). Se trata de casetas naranjas urbanas ubicadas en los parques y terraplenes, en definitiva, donde más se necesitan. Puedes pagarlos con la tarjeta de viaje Istanbul Kart.

Lo que se llama el ingrediente secreto de la cocina turca

Es jugo de limón. Casi ningún plato está completo sin él. ¿Necesitas un aderezo para ensaladas? Toma jugo de limón. ¿Necesitas darle acidez a la sopa? ¡Jugo de limón! ¿Refrescarse en verano? Bueno, ya captas la idea. Los turcos incluso preparan este cítrico en salmuera.

Para el postre, aquí se te puede servir pastel de limón y crema de limón. Incluso hay una sopa de limón especial. Bueno, y, por supuesto, está la limonada casera. Cuando hace calor, es algo absolutamente necesario. Cada mujer turca que se precie tiene en casa una botella entera de jugo de limón (que se vende en una tienda, no es necesario exprimirlo).

Cómo ahorran en Turquía

Aquí van algunos trucos de vida de una tacaña local como yo:

  • Puedes ir a cursos públicos y gratuitos de absolutamente cualquier cosa (ISMEK).
  • Estambul tiene una gran selección de exposiciones, proyecciones de películas, conferencias y conciertos gratuitos; solo asegúrate de seguir los anuncios.
  • Lleva tu propia bolsa de tela a los supermercados: es ecológico y permite ahorrar dinero en bolsas.
  • Es mejor comprar ropa de marcas locales en tiendas comunes, y comprar productos de marcas extranjeras en los outlets.
  • ¡Regatea! En todas partes: en un taxi, en los puestos y, por supuesto, en el bazar. Pero no pidas descaradamente un descuento, sino que actúa de forma más sutil: conversa, haz preguntas, gánate al vendedor. Entonces tu interlocutor solo querrá ahorrarte dinero. Porque siempre vale la pena darle un descuento a una buena persona.

Y finalmente: ¿por qué Estambul?

Sí, Estambul no es del todo Turquía, al igual que CDMX no es del todo México. Pero al mismo tiempo, es la concentración de todo lo turco, mezclada asombrosamente con el deseo de ser una capital europea. Esta es una enorme olla de cocción, donde se mezclan cafeterías de moda y pollos en la carretera, los hípsteres de Kadıköy y los residentes conservadores de Ümraniye, las chozas en ruinas de Balat y las villas de los ricos en Bebek. Es el hogar de estudiantes adinerados de universidades privadas, gente de provincias y expatriados europeos que querían echarle un vistazo al exotismo oriental.

Y aunque durante casi 100 años la capital de Turquía ha sido Ankara, sabemos que lo más importante está aquí. ¡Te amo, Estambul!

¿Alguna vez has vagado por las calles de esta ciudad turca? ¿O prefieres relajarte en la zona de los resort sin salir del hotel?

Imagen de portada anya_instambul / instagram

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas