La ciencia explica cómo la ira te hace ganar peso

hace 1 año

La ira no es solo gritar y estar de mal humor. Hay 3 tipos de ira. Y cada uno de ellos tiene sus propios síntomas, que incluyen, por ejemplo, el sentido de culpa, el comportamiento de riesgo, llanto falso y muchos otros. Por lo tanto, la ira no es tan simple como puede parecer. Además, su influencia sobre nosotros puede ser mucho más seria que una pelea o una velada arruinada. Uno de sus efectos secundarios es la obesidad.

Todo comienza con la adrenalina

La ira se manifiesta no solo en nuestro estado emocional, sino también en los procesos químicos de nuestro cuerpo. Cuando nos enojamos, se libera adrenalina. Nos sirve para prepararnos para “luchar o huir”. Nos activa y provoca la ansiedad.

Debido al flujo de sangre desde los órganos internos a los músculos, no sentimos hambre mientras estamos enojados. Pero esto solo tiene un efecto a corto plazo.

Después de que el nivel de adrenalina baja, sentimos la necesidad de reponer la energía perdida, entonces comenzamos a comer. Pero el hecho de que estamos nerviosos puede llevarnos a recurrir a la alimentación emocional e irracional. Esto significa que podríamos comer algo que no es bueno para nosotros, que nos traerá alegría y comodidad, sin tener en cuenta si es saludable para nosotros o no.

Qué puedes hacer

Trata de no comer para combatir tu estrés. Sigue tu dieta y detente cada vez que te des cuenta de que estás llena. Esto te ayudará a prevenir el aumento de peso.

Nuestra ansiedad provoca más estrés

La ansiedad aumenta el estrés. Debido a esto, el nivel de la hormona cortisol aumenta. Además de ser perjudicial para el corazón y la tensión arterial, también afecta nuestro peso.

El cortisol convierte el azúcar en la sangre en grasa e inhibe la digestión. Y como resultado, conduce al aumento de peso y forma grasa que puede ser perjudicial para nuestra salud.

Qué puedes hacer

Combate tus emociones negativas con un pasatiempo activo. Ve al gimnasio, haz ejercicio o sal a caminar por el parque. Esto te ayudará a cambiar tu estado de ánimo y a ordenar tus pensamientos.

Perdemos el control del apetito

El estrés a su vez conduce a problemas para dormir. Cuando no dormimos lo suficiente, no tenemos energía. Y es más probable que intentamos compensar su falta con carbohidratos, que se encuentran en bebidas dulces, golosinas y otros alimentos poco saludables.

Al mismo tiempo, nos resulta más difícil controlarnos. La falta de sueño afecta el funcionamiento de las hormonas que controlan el apetito.

Qué puedes hacer

Encuentra una manera de restaurar la armonía en tu vida. Intenta leer más, reunirte con tus amigos, hacer lo que más te gusta o algo más que te brinde paz y placer.

¿Con qué frecuencia te sientes enojada? ¿Conoces otras razones que puedan llevar al aumento de peso?

Ten en cuenta: este artículo se actualizó en diciembre de 2022 para corregir el material de respaldo y las inexactitudes fácticas.
Ilustrado por Natalia Breeva para Genial.guru

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