11 Cosas que vale la pena dejar de hacer para llegar mejor a fin de mes

hace 4 años

Existe solo una manera de hacerse rico: aumentar los ingresos y reducir los gastos al mismo tiempo. Una cosa no funciona sin la otra, así que no importa cuánto gane uno: los gastos no controlados consumirán todo el sueldo. Al mismo tiempo, no importa cuánto se reduzcan los gastos para las necesidades diarias, ya que, sin un aumento en el salario, la inflación y el aumento de precios aniquilarán cualquier esfuerzo. Parece comprensible: gana más, gasta menos. Pero se antoja difícil seguir esta regla día a día.

En Genial.guru estudiamos a fondo muchos artículos científicos y nos familiarizamos con los resultados de docenas de estudios para descubrir qué hábitos diarios nos impiden aumentar los ingresos y reducir los gastos, lo que, en definitiva, supone hacerse rico.

1. Tirar las cosas innecesarias

Tirar basura todos los días es una tendencia popular, pero no concilia bien con la filosofía de la riqueza. Por supuesto, deshacerse de las cosas que ya no aportan alegría o no sirven es lo correcto. Pero no hay nada de vergonzoso en darle una segunda vida más alegre a esos objetos (como coser los agujeros de una prenda, quitarle las bolitas y combinarla con nuevos accesorios).

Es mejor no deshacerse de las cosas viejas. De este modo, no aportarás nada bueno a la naturaleza. Es mejor publicar un anuncio de venta en aplicaciones de segunda mano o entregar el objeto a alguna tienda para obtener un descuento en futuras compras. Mientras tanto, en el trastero de casa puede descubrirse alguna rareza antigua que en la actualidad cueste una fortuna, ¡y que podrías haber tirado a la basura desconociendo su valor!

2. Lavar con frecuencia

El lavado perjudica tanto a las máquinas lavadoras como al medio ambiente. Las prendas tienen un cierto período de vida útil que no resulta económico alterar. Y, aunque debes cambiarte a diario la ropa interior, un suéter de cachemira se sentirá mejor si no lo lavas tras el primer uso.

Los jeans se lavan después de 4 o 5 usos, poniéndolos al revés y cerrando todas las cremalleras y botones para que las partes metálicas que cuelgan no dañen el tambor del electrodoméstico. Y, entre lavado y lavado, puedes limpiar manchas pequeñas con un cepillo de dientes.

3. Programar el pago automático por servicios públicos

Las penalizaciones por pagos atrasados ​​son los gastos más ridículos que uno puede llegar a imaginar. Sin embargo, muchos operadores de pago afirman que no vale la pena programar el pago automático de los servicios públicos. Los impuestos de vivienda y comunidad deben mirarse con lupa, y no solo para controlar las lecturas de los medidores, sino también para comprobar la factura, ya que las compañías se equivocan calculando los totales con mucha frecuencia.

4. Fregar los platos inmediatamente después de comer

Desde el punto de vista económico y ecológico, es mejor acumular los platos sucios y ponerlos en remojo. Si friegas de una vez un fregadero lleno de vajilla, gastarás menos agua que lavando cada plato por separado. Pero si los utensilios tienen muy poca suciedad, será mejor lavarlos de inmediato.

Otro truco es verter el líquido lavavajillas en una botella con un dispensador estrecho. De este modo, el jabón caerá más lentamente, por lo que gastarás menos. Al usar botellas habituales de jabón se suele verter más producto del necesario, lo que hace que “comamos” hasta medio litro de residuos de este producto con cada plato.

5. Calcular el costo de las cosas con dinero

Intenta convertir el precio de las cosas que deseas comprar en tu tiempo de trabajo y esfuerzo. Divide tus ganancias por la cantidad de horas que pasas trabajando. Si obtienes 300 USD por una semana de trabajo de 40 horas, entonces ganas 7,5 USD por hora. Ahora piensa que unos zapatos nuevos, que cuestan 150 USD, equivalen a 20 horas de trabajo continuo. De esta manera, verás con más claridad si realmente necesitas ese artículo y si estás dispuesto a pagar por él con horas de tu vida.

6. No tener una cuenta de Instagram para uno mismo

Mantener una cuenta de Instagram puede ser no solo un plus económico, sino también tu principal fuente de ingresos, al igual que un blog personal en cualquier otra plataforma. Con su ayuda, puedes monetizar tu pasatiempo favorito (por ejemplo, vender ositos de peluche hechos a mano), o simplemente hablar de la vida y recibir ingresos por publicidades. Por lo tanto, los blogueros no son holgazanes que no hacen nada, sino personas de las que podemos aprender algo (al menos, no avergonzarse de ganar dinero con una afición y no percibir el trabajo como una tarea forzosa e inevitable).

7. No unirte a otras personas que buscan ahorrar

La manera más fácil de ahorrar es uniéndote a otras personas. Obviamente, es más rentable viajar en BlaBlaCar que en taxi, y es mejor reservar un apartamento por Airbnb, es decir, directamente del propietario. Y también puedes comprar productos a granel, poniéndote de acuerdo con otros sujetos.

8. Poner a hervir agua con el recipiente lleno

Si quieres hacer una infusión o un té, es mejor verter en el hervidor justo la cantidad necesaria de agua. De esta manera, ahorrarás no solo líquido, sino también energía: la naturaleza te lo agradecerá. Al mismo tiempo, esto te servirá como una razón adicional para vigilar el estado de tu hervidor, sin que se acumule más cal de la cuenta en él.

9. Ir de compras con zapatos cómodos

Los científicos aconsejan utilizar zapatos con tacón para ir de compras. Un estudio reciente demostró que tomamos decisiones más equilibradas cuando pensamos en mantener el equilibrio mientras caminamos. Las participantes que acudieron a la tienda con tacones eligieron productos de alta calidad de un segmento de precio medio en lugar de los más caros o de baja calidad. Lo mismo sucede con las compras que se realizan después de hacer yoga, e incluso tras usar una escalera mecánica (¿en qué estaban pensando los expertos en marketing al equipar los centros comerciales con ellas?).

Los investigadores también recomiendan mascar un chicle o ingerir caramelos de menta: sirven para combatir los olores que utilizan los vendedores para animarnos a hacer compras impulsivas.

10. Guardar dinero una vez al mes

Estudios demuestran que es más sencillo para nosotros ahorrar pequeñas cantidades todos los días que una grande una vez al mes. Casi el 30 % de los participantes afirmó que podía ahorrar 5 USD al día, mientras que solo el 7 % de los encuestados aceptó ahorrar 150 USD al mes. Pero la cantidad total de ahorro en ambos casos es la misma.

11. Ir de compras los días soleados

Estudios han demostrado que, en condiciones de luz brillante, es más probable que las personas asuman riesgos. El efecto no es muy notorio, pero las estadísticas son significativas. Por lo que, para cometer grandes gastos o tomar decisiones financieras, siempre son mejores los días nublados.

Bono: no vayas al baño antes de ir de compras

Psicólogos han descubierto el siguiente fenómeno: cuando una persona quiere ir al baño, toma decisiones más ponderadas a largo plazo, y es menos propensa a cometer impulsos irracionales (aunque, al parecer, debería suceder lo contrario). Los investigadores pidieron a los participantes que eligieran entre una recompensa rápida pero pequeña, y una cantidad mayor, pero que recibirían más tarde, por ejemplo, 16 USD al día siguiente, o 30 al terminar el mes. Las personas eran más propensas a elegir la mejor oferta si querían ir al baño.

Este efecto psicológico se denomina propagación de la disuasión, y sucede cuando una inhibición influye en otras no relacionadas con ella.

¿Qué hay de ti? ¿Conoces algún otro truco para ahorrar? ¿O prefieres aumentar tus ingresos? Cuéntanos en los comentarios.

Imagen de portada Depositphotos, Pixabay

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Se podría agregar comprar solamente lo que realmente se necesita. Preguntarte si puedes dejar para después esa compra y si es así puede ser que nunca compres eso.

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