14 Tareas inútiles a las que deberías haber renunciado hace tiempo

Consejos
hace 3 años

Los científicos estadounidenses han calculado que limpiar, cocinar, lavar los platos y otros “placeres” domésticos lleva casi 2 horas al día. Pero este precioso tiempo se puede dedicar a actividades mucho más interesantes.

En Genial.guru no nos gusta el desorden, pero creemos que la vida es demasiado corta para gastarla en una limpieza constante. Sobre todo porque muchas de las tareas domésticas pueden hacerse con mucha menos frecuencia de la que estamos acostumbrados, y algunas de ellas no tienen ningún sentido.

1. Limpiar las juntas entre los azulejos

Arrastrarse por el piso con un cepillo de dientes y restregar las juntas entre los azulejos es un “trabajo de Sísifo”. Antes de limpiarlas, las juntas estaban un poco sucias por igual, pero no presentaban mal aspecto. Pero, ¿qué pasará si empiezas a lavarlas? Algunas juntas se lavarán de color blanco, mientras que otras permanecerán oscuras. Defectos, anteriores apenas perceptibles, llamarán descaradamente los ojos. Además, dedicarás mucho tiempo, esfuerzo y muchos productos químicos domésticos.

En cambio, es mejor cubrir las juntas con un producto sellador una vez al año o probar un truco popular: pasar a lo largo de las juntas una vela de parafina.

2. Lavar los utensilios de cocina de hierro fundido

El hierro fundido se oxida por el agua y este material no requiere ningún detergente. Para evitar que los alimentos se quemen, la sartén debe utilizarse más a menudo y “aceitarse” en lugar de fregarse después de cada uso. En la mayoría de los casos, basta con quitar los restos de comida con papel, engrasar el fondo con aceite y guardar la sartén hasta la próxima cocción. Esto es exactamente lo que hacían nuestras madres y abuelas, y los utensilios de cocina de hierro fundido les sirvieron durante décadas.

En caso de mucha suciedad, la sartén se puede lavar, pero luego tendrá que secarse inmediatamente con un paño y guardarse lejos del agua.

3. Doblar ordenadamente la ropa interior

La ropa interior de encaje fino se rompe fácilmente, por lo que es mejor enrollarla con cuidado y guardarla por separado de otras cosas, pero las bragas normales simplemente se pueden tirar en un cajón.

4. Limpiar la estufa y el horno después de cada uso

Las manchas y rayas frescas se pueden eliminar fácilmente con un paño húmedo. Basta con lavar la encimera una vez a la semana y las rejillas una vez al mes. Los productos químicos domésticos agresivos pueden dañar el revestimiento, por lo que es mejor no utilizarlos.

Se recomienda limpiar el horno solo de 3 a 4 veces al año. Los alimentos no entran en contacto con las superficies y la alta temperatura elimina la mayoría de los gérmenes. Para evitar limpiar las salpicaduras de aceite de las paredes, cubre el horno con papel de aluminio y cámbialo cuando se ensucie.

5. Pulir con frecuencia los muebles de madera

Los expertos dicen que es necesario pulir con aceite y cera solo los muebles que ya están cubiertos previamente por estos productos. La mayoría de las veces se trata de antigüedades y artículos de diseño caros. Todos los demás elementos tienen un acabado que se borra con la limpieza frecuente. Esto hace que los muebles se ensucien y se opaquen más rápido.

Basta con aplicar agentes abrillantadores un par de veces al año. El resto del tiempo, limpia las superficies con un paño húmedo y elimina cualquier mancha en lugar de lavar todos los muebles de arriba a abajo.

6. Lavar a menudo las cortinas

En promedio, hay que lavar las cortinas una vez cada seis meses, y no antes de cada fiesta, como siguen haciendo muchas familias. Pero si no hay animales domésticos en la casa, las ventanas no dan a una calle concurrida o no las abren tan a menudo, las cortinas pueden permanecer limpias más tiempo.

Debido a los lavados frecuentes, el tejido puede perder color o deformarse. Por lo tanto, de vez en cuando se pueden aspirar las cortinas en lugar de lavarlas, incluso sin quitarlas de la barra. Un limpiador de vapor también es una excelente manera de eliminar la suciedad y refrescar las cortinas.

7. Lavar absolutamente todos los productos

Si el paquete de verduras o lechugas dice “listo para comer”, no es necesario lavar cada hoja. No hará que la comida esté más limpia, pero será fácil “contaminarla” con patógenos del fregadero o de otras superficies de la cocina.

Tampoco es necesario lavar la carne. El agua es impotente frente a los gérmenes y las bacterias: necesita un tratamiento térmico, que se realizará durante la cocción.

Es mejor limpiar las setas simplemente con una toalla de papel seca. Tras el lavado, se estropean más rápido, cambian de sabor y sueltan mucosidad al freírlos.

8. Planchar constantemente la ropa y la ropa de cama

Imagínate cómo puedes hacerte la vida más fácil comprando ropa hecha de materiales que no se arruguen: mezclilla, spandex, lana, cachemira, lyocell. También existen los llamados tejidos de planchado permanente, que, en principio, no necesitan plancharse; los reconocerás por la inscripción de planchado permanente en la etiqueta.

Pero incluso si la prenda está arrugada, hay formas de evitar el planchado. Por ejemplo, puedes colgar la ropa que aún esté ligeramente húmeda en una percha.

9. Secar los platos lavados con una toalla

Incluso los paños de cocina visualmente limpios a menudo contienen flora patógena y pueden dejar pelusas de la tela en los platos. Una forma más fácil e higiénica es simplemente dejar que los platos se sequen solos.

Otra tarea inútil es enjuagar los platos antes de ponerlos en el lavavajillas. A menudo es suficiente simplemente eliminar los restos de comida de ellos. Echa un vistazo a las instrucciones del aparato; es posible que tampoco necesites enjuagar los platos antes de lavarlos.

10. Fregar manualmente las superficies sucias

Para realizar el trabajo de limpieza lo más rápidamente posible, aplicamos los limpiadores domésticos a las superficies e, inmediatamente, empezamos a fregar la suciedad. Pero si le das más tiempo, tendrás que hacer mucha menos limpieza. Eso es lo que hacen los empleados de servicio de limpieza en los hoteles y los lavaplatos en los establecimientos de restauración.

La suciedad fuerte en la ropa puede tratarse de la misma manera: remojarla en un detergente y, después, meterla en la lavadora. Es una cosa pequeña, pero no tienes que limpiar las manchas a mano si no salen.

11. Limpiar el desagüe y las tuberías “por precaución”

Todos los limpiadores de desagües domésticos contienen productos químicos agresivos a los que no les importa lo que disolverán: obstrucciones o tuberías. Por supuesto, si el desagüe está obstruido, debes actuar, pero verter el producto “por si acaso” no tiene sentido e, incluso, es peligroso.

12. Exagerar en el lavado de teteras y cafeteras

Los expertos creen que los residuos de café en las paredes de la taza hacen que la bebida sea más sabrosa, y muchos amantes del café están de acuerdo con ellos. Lo mismo ocurre con el té: el tanino absorbido en las paredes de los utensilios hace que el sabor sea más rico e intenso. Los tazones y teteras de las máquinas de café, en lugar de lavarlos con productos de limpieza, simplemente se pueden enjuagar con agua.

13. Aspirar y lavar los pisos con regularidad en todo el apartamento

Aspirar fregar el suelo una vez a la semana es suficiente para mantener la casa limpia, y limpiar los desórdenes localizados sobre la marcha. Por ejemplo, limpia una mancha en el suelo con un paño en lugar de coger un trapeador y pasarlo por el piso en toda la casa.

Aspirar constantemente la alfombra debajo de la mesa ratona o trapear el piso en una habitación vacía cada semana también es una molestia adicional. Estos simplemente no acumulan polvo. Las instalaciones que se visitan con poca frecuencia se pueden limpiar generalmente una o dos veces al mes. Es cierto que, si hay niños pequeños y animales en el apartamento, tendrás que limpiarlo con más frecuencia.

14. Pelar todas las verduras antes de cocinarlas

Las cáscaras contienen enormes cantidades de fibra, antioxidantes y otras sustancias beneficiosas que simplemente tiramos a la basura. Lo mismo ocurre con el dinero que pagamos por la comida y el tiempo empleado en pelarla.

Intenta no pelar las papas, las zanahorias, los zapallitos y otras verduras de cáscara blanda, a menos que vayas a hacer puré de papas. De este modo, ahorrarás tiempo y descubrirás un nuevo sabor en alimentos conocidos. Las excepciones son las verduras y las frutas que tienen una cáscara demasiado dura: calabaza, batatas, etc.

¿Has considerado cuántas horas a la semana dedicas a limpiar, cocinar, planchar y otras tareas del hogar?

Imagen de portada Depositphotos

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas