He estado viajando durante 10 años y quiero contarte sobre las pequeñas cosas que pueden arruinar cualquier viaje

Consejos
hace 3 años

Durante 10 años de viajes visité más de 26 países y 106 ciudades. He estado en centros turísticos abarrotados, he subido a la cima del volcán Etna, he viajado a lo largo de la Gran Serpentina rumana y he atravesado una tormenta en el Océano Índico. Durante este tiempo me di cuenta de que donde sea que uno vaya, siempre pueden surgir situaciones desagradables que podrían haberse evitado.

Especialmente para los lectores de Genial.guru, Tina Bochareva advierte sobre importantes pormenores de los viajes, que pueden costarte dinero, nervios o tiempo perdido. Y cuenta cómo evitarlo.

1. La agencia de viajes no es una garantía

Antes del viaje a España preparé la ruta del viaje por mí misma por primera vez, pero decidí confiar la compra de los pasajes de avión a una agencia de viajes. En ese entonces, todavía eran muy pocas las personas que compraban pasajes por Internet. Empaqué mi maleta y llegué al aeropuerto, pero en la recepción me dijeron que mi reserva no había sido pagada y que no había más asientos de clase económica disponibles. Resultó que la agencia de viajes no había comprado mis pasajes, y a la pregunta “¿qué pasó?”, solo respondieron: “hemos estado atareados y lo hemos olvidado, perdón...”

Conclusión: una agencia de viajes no es garantía de que todo estará bien. Es mejor comprar los pasajes por cuenta propia, o verificar que todo esté pagado y reservado al menos un par de días antes de la partida. Eso es lo que yo hago antes de cada viaje.

Por cierto, aquella vez llegamos a España de todos modos. Tuvimos que comprar pasajes por nuestra cuenta y volver a hacer las reservas de los hoteles. Pero todo valió la pena.

2. No siempre vale la pena despachar el equipaje

Durante un vuelo con trasbordo, la salida de uno de los aviones se retrasó 15 minutos y el tiempo de trasbordo entre vuelos era de solo 1 hora. Había que correr de una terminal a otra. Nosotros logramos llegar a tiempo, pero las maletas que habíamos despachado, no.

Conclusión: si el tiempo de trasbordo entre los vuelos es inferior a 2 horas, no conviene despachar equipaje, especialmente si se llega a una terminal y se sale de otra. Lleva equipaje de mano u organiza la transferencia de equipaje con anticipación.

Aeropuerto de Kazan, donde esperamos en vano por nuestro equipaje.

3. Lleva varios adaptadores de corriente alterna contigo

En Rumania alquilamos un automóvil. El modelo era nuevo, pero la configuración era vieja. Por lo tanto, el automóvil no tenía un conector USB para cargar los teléfonos móviles. Y hasta el enchufe más cercano quedaban 200 km a través de un camino montañoso. En Rumania hay niebla, muchos caminos no están iluminados, y las noches son oscuras. Cuando las baterías de todos los teléfonos se agotaron, ya no pudimos verificar si seguíamos la ruta correcta, y no nos quedaba más que rezar para no perder el rumbo.

Conclusión: Lleva contigo un adaptador de corriente alterna, o mejor varios. Especialmente si viajas con amigos: que todos lleven uno.

Niebla rumana, como en las clásicas películas sobre Drácula.

4. No discutas con el clima

Teníamos que ir de una isla de las Maldivas a otra, cuando de repente, por una advertencia de tormenta, se cancelaron todos los viajes por mar. Pero teníamos que ir en ese momento. Así que hicimos un trato con el propietario de un pequeño bote a motor para que nos llevara a una isla vecina. Ni bien nos alejamos de la orilla, entramos en una fuerte tormenta: las olas inundaban el bote, la espalda dolía de la tensión y las bolsas se escapaban de las manos. Al final de nuestro viaje estábamos agotados y empapados.

Conclusión: No discutas con el clima, siempre es mejor ​​cambiar los planes. Ahora soy más flexible en este aspecto e intento pensar una opción de respaldo para el caso de circunstancias imprevistas.

Este hermoso bote fue el que canceló el viaje por la tormenta. Y en el que finalmente viajamos, fue el de la izquierda.

5. Vigila el contador

Pasó en Turquía. Habíamos salido del aeropuerto y nos tomamos un taxi para llegar al hotel. El taxi tenía un contador, pero el conductor dijo que no funcionaba, y no nos dijo el monto exacto que nos cobraría por el viaje. No de inmediato, pero se nos ocurrió abrir el mapa, y nos dimos cuenta de que habíamos hecho varias vueltas alrededor del hotel. Y cuando finalmente llegamos, el conductor anunció un monto que era 3 veces más alto que el que debía ser. Es mejor no discutir con los locales, por lo que tuvimos que pagarle.

Conclusión: si el taxi tiene un contador digital, hay que asegurarse de que lo enciendan, si no lo tiene, hay que especificar el monto total antes de subirse, o cambiarse a otro taxi. También es bueno usar un navegador, y no será una mala idea sentarse en el asiento delantero para que el conductor vea que estás siguiendo la ruta.

La ciudad de Büyükada (cerca de Estambul). Aquí está prohibido viajar en auto, así que en lugar de taxis hay unos carros como estos. Claro que no tienen contadores digitales pero, por un viaje así, tampoco duele tanto pagar de más.

6. Resuelve el problema con el banco

Durante el viaje a Sicilia (Italia) quise retirar dinero de un cajero automático. Inserté la tarjeta e indiqué el monto deseado, pero apareció un error y el dinero no salió. Otro cajero automático cercano dio el mismo resultado. Entonces fui al hotel, verifiqué mi saldo y vi que los montos que había solicitado se me habían descontado de la cuenta. Decidí averiguar qué había pasado y llamé al banco. Resultó que hubo un error en el sistema, y el dinero me fue devuelto una semana más tarde.

Conclusión: En primer lugar, siempre hay que tener agendados los teléfonos de tu banco para, llegado el caso, solicitar ayuda (el número del banco en el extranjero puede diferir del que opera en tu país). En segundo lugar, no hay que mantener todo el dinero en la tarjeta de un solo banco. Así, en caso de pérdida, robo o mal funcionamiento, puedes usar otra tarjeta.

Sicilia, el bellísimo lugar donde hubo un error en los cajeros automáticos.

7. Guarda las reservas en dos idiomas

Habíamos alquilado una casa en Nuwara Eliya (Sri Lanka), a través de Booking. La casa estaba lejos de la ciudad y el precio incluía el desayuno; era una buena y económica opción. Cuando llegamos, nos establecimos en la vivienda y le preguntamos al dueño: “¿A qué hora es el desayuno?”. Él respondió: “su reserva no tiene el desayuno incluido”. Le mostré la reserva en inglés y dijo que no entendía lo que decía. Nos salvó el hecho de que yo había guardado e impreso la reserva en inglés y en el idioma local.

Conclusión: muchas veces, los empleados del hotel pueden no saber inglés, así que siempre hay que duplicar la reserva en el idioma local.

Los residentes locales en las plantaciones de Nuwara Eliya. La casa que habíamos alquilado estaba en esta zona.

8. Averigua sobre los tipos de engaños

En Estambul puede suceder la siguiente situación: un niño que lleva una caja con cepillos de zapatos camina a tu lado. Cuando pasa cerca tuyo deja caer uno de los cepillos, tú lo levantas y se lo das. El niño comienza a agradecerte, a lustrarte los zapatos (incluso si no lo necesitas), y luego te exige dinero. Y si no le pagas, grita fuerte y llama a sus amigos. Cerca de nosotros deben de haber caído como 5 cepillos. Pero no caímos en la trampa, porque yo había leído sobre este sistema de engaño en Internet.

Conclusión: Todo el mundo intenta engañar a los turistas en todas partes: en los hoteles, en las tiendas, en los taxis, en las cafeterías y hasta en la calle. Antes del viaje lee sobre las formas de engaño a los turistas en esa localidad.

Este tipo de engaños, muchas veces ocurren en los lugares más concurridos. Por ejemplo, en el centro, donde hay muchos turistas.

9. Usa múltiples mapas fuera de línea

Íbamos en auto desde Varsovia a Cracovia. No había Internet, por lo que usábamos un mapa sin conexión. De repente, el mapa estaba mostrando un camino, pero el camino real era diferente. Nos perdimos, y nos detuvimos para preguntar el camino correcto a un hombre que venía manejando un tractor. Él no hablaba inglés, pero logramos entender que estábamos viajando a lo largo de un camino viejo, y que ahora la ruta estaba del otro lado. Nuestro mapa no lo sabía.

Conclusión: antes de viajar, hay que descargar varios mapas sin conexión. Se actualizan a diferentes velocidades, así que si un mapa no te muestra una ruta nueva, puedes usar otro.

Estas señales de “Precaución, fantasmas” se colocan cerca de los castillos. Y lo cierto es que cada castillo decente debería estar habitado por un fantasma.

10. Busca los “días libres”

Durante nuestro viaje a Italia fuimos al Coliseo gratis porque accidentalmente era el único día del mes en el que la entrada al lugar era libre. Hay días similares en muchos lugares: el Foro Romano, los museos de Venecia, el Palacio de Mir, etc.

Conclusión: la información sobre las entrada gratuitas o con descuentos generalmente se encuentra en el sitio web del lugar, por ejemplo, aquí se enumeran los días libres de todos los museos de Venecia.

Además, muchos hoteles ofrecen cupones de descuento para visitar lugares de interés. Solo tienes que preguntar sobre esto en la recepción y recibirás un buen descuento. Mucha gente no lo sabe.

Fue así como ahorramos aproximadamente el 25% del precio de la entrada a la fortaleza de Masada, en Israel.

Imagen de portada lifeside.travel

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