24 Historias que demuestran que la elección del nombre de un hijo puede convertirse en toda una aventura

Crianza
hace 3 años

La llegada de un hijo puede convertirse en uno de los momentos más emocionantes y hermosos de nuestra vida; sin embargo, la elección del nombre puede ser algo difícil, costoso y realmente estresante. Para escoger el nombre, muchas veces hay que ponerse de acuerdo con la pareja e incluso los abuelos tienen algo que decir en estas ocasiones. Hay que buscar entre miles de ellos y seleccionar aquel que signifique más para nosotros.

En Genial.guru hemos querido conocer las historias que se esconden tras la elección del nombre de los hijos de nuestros usuarios, o de los suyos propios, y queremos compartir contigo algunas de las mejores. Prepárate, porque entre ellas encontrarás desde las más conmovedoras hasta las más cómicas.

  • Mi mamá falleció un año antes de que yo tuviera a mi hija, también debo decir que mi mamá falleció el 25 de junio y mi hija nació el 24 de junio del siguiente año (casi un año exacto después). Sentí que era una señal de que debía ponerle su nombre: TERESA. — Arelyz Ortiz / Facebook

  • Yo quería un nombre que sonara bien en tres idiomas: inglés, español y portugués. También fácil de escribir y que no genere dudas sobre la forma en que debe escribirse en cualquiera de los tres idiomas. Hicimos una lista de todos los nombres que cumplían los requisitos y elegimos: Oliver. Me vino a la mente porque era fanático de Súper Campeones, o Captain Tsubasa, cuyo protagonista se llamaba Oliver Atom. — Armando Morel / Facebook

  • Cuando mi esposo y yo éramos novios, él estaba haciendo su maestría. La única forma de pasar tiempo juntos era sentarme junto a él a leer novelas mientras estaba estudiando. Como pasábamos horas así, leí muchísimo. Un día terminé de leer El mundo de Sofía y tenía La casa de los espíritus a medias. Me volteé y le dije: “Si un día tenemos una hija, se va a llamar Alba Sofía (combinación de los nombres de los personajes de cada uno de esos libros)”. Once años después, nació nuestra primera hija y así se llama. — Blanca Algarra / Facebook

  • Soy fan de los Beatles y hasta una semana antes de ir a parto, creía que era un niño, por eso durante todo mi embarazo lo llamaba Harrison. Una semana antes, la doctora me dijo: “Noticias nuevas, ¡es una niña!”. Tuve cuatro días para asimilarlo. Mientras veía mi serie favorita, CSI: Miami, llegó a mí la señal cuando en un capítulo aparece la hija del hermano, supuestamente muerto, de Horatio, a quien ama y cuida como a una hija (creo que amaba en silencio a la madre de la niña). Así mi hija tuvo su nombre, como la sobrina de Horatio. — Rose Izquierdo De Acosta / Facebook

  • Cuando mi esposo y yo empezamos a buscar nombres para nuestro hijo, lo primero que le dije fue que no se iba a llamar como él: Juan de Dios. Primero porque en su familia muchos se llaman Juan (Juan Manuel, José Juan...) y segundo, porque cuando dijera el nombre, no iban a saber a cuál de ellos le hablaba. Nos dedicamos a buscar en Internet nombres de niño y su significado. Mi hijo se llama Ian, el significado es “Dios es misericordioso” y viene del hebreo; pero en otras partes encontramos que es el equivalente bretón de “Juan”. Así que, a fin de cuentas, también se llama Juan. — Nelly Ubaldo Mejía / Facebook

  • Cuando conocí la música de Backstreet Boys, inmediatamente me gustó el nombre de Brian, así que le dije a mi mamá: “Cuando tenga un hijo, se llamará Brian”.
    Pasaron los años y me embaracé, el primer nombre para el bebé siempre fue Brian; no quise saber el sexo, pero así le decía cuando hablaba con él. Al nacer mi hijo, lo primero que hice fue llamar a mi mamá (todavía estaba en la sala de partos) y le dije: “Mááá, ya nació Brian”.

    Cuando le dije a mi hijo el porqué de su nombre, solo se llevó las manos a la cabeza. Hasta la fecha sigo siendo fan de Backstreet Boys. — Mayeli Vázquez / Facebook

  • Siempre quise que los nombres de mis hijos empezaran con la misma inicial: Stefanía (coronada con gloria), Samuel (Dios me escuchó) y Sarah (princesa). Todos con significados muy especiales. El nombre es uno de los primeros regalos que se les da a los hijos, algo que van a llevar con orgullo y los va a definir, así que hay que buscar siempre uno que sea tan especial como ellos. — Elena Barrantes Castro / Facebook

  • Los nombres de mis hijos mayores los tomé de libros que leí en mi adolescencia. Al terminar la primaria leí Sinuhé, el egipcio, y así se llama mi hijo mayor. En primero o segundo de secundaria, el maestro de español me dio a leer un libro sobre historias de España, ahí leí una de moros y cristianos y de allí tomé el nombre de mi hija mayor, Siannáh. Mi tercera hija se llama Merith, que también viene de Sinuhé, el egipcio. — Mery Rios / Facebook

  • Les contaré la historia de mi nombre. Resulta que cuando mi mamá estaba embarazada de mí, le pidió al doctor que le dijera el sexo del bebé (todo esto sin que mi papá lo supiera, porque tenían una apuesta). A mi mamá le dijeron que iba a ser niño, entonces ella muy segura le dijo a mi papá: “Si es niño, yo le pongo el nombre; si es niña, tú le pones el nombre”.
    Y pues, ¿qué creen?, el doctor se equivocó y gracias a su dichosa apuesta, llevo el nombre de mi abuelita paterna. — Grace Corona / Facebook

  • Me enteré muy tarde del embarazo de mi hijo (casi a los 7 meses), así que el día de la ecografía fueron los abuelos maternos y paternos, y entre ellos elegirían el nombre si era niño, pero si era niña, se llamaría Martina en honor a mi papá. No había discusión.
    Al ingresar nos enteramos de que era un hermoso hombrecito. Mis papás querían que se llamase Emilio y mis suegros, Camilo, así que para tenerlos contentos a todos, se llama Emiliano. — Nathalia Puentes Suárez / Facebook

  • Yo veía la novela El clon y me encantaba. En la novela la protagonista tenía una sobrina. Recuerdo que cuando la sobrina nació, al ponerle el nombre dijeron: “Te llamarás Samira, la que trae alegrías”. Desde ese momento dije: “Cuando tenga una hija, la llamaré Samira”, y desde hace 14 hermosos años, Samira trae muchas alegrías a mi vida. — Shira Moran / Facebook

  • A mi esposo y a mí nos gusta mucho el cantante Luis Miguel, y la canción de “Isabel” siempre la cantamos y nos pone de buenas. Un día en el carro mientras la cantábamos, le dije: “¿Y por qué no Isabel? Ese será el nombre de nuestra bebé. Es algo que nos recordará nuestros buenos momentos”. — Aura Aguilar / Facebook

  • Muchos años antes de tener a mi hija, estaba viendo un programa junto con mi hermana en el canal once que se llamaba De todo, y contaban que había nacido una cebra en una reserva de África. La habían estado esperando por mucho tiempo y la nombraron Merey, que significa “largamente esperada”. Mi hermana y yo nos volteamos a ver y concordamos en que ese era el nombre que tanto había estado buscando y que cuando fuera el momento, así la llamaría. Mi hija va a cumplir 12 años y se llama Abril Merey. — Alin Reyes / Facebook

  • Yo me llamo Ana Linda, un nombre nada común (si se menciona junto), pero mi mamá me decía que le encantaba desde pequeña y que siempre pensaba que el día que tuviera una niña, se llamaría así. Años después conoció a mi papá y buscando un nombre, él dijo: “Que se llame Ana Linda, suena bonito”. Mi mamá dice que se quedó muda, porque era el mismo que ella había pensado años atrás y, aparte, decía que ese nombre era bonito porque, aunque alguien me hablara enojado, por más enojado que estuviera, siempre me halagaría.
    Mi hijo se llama Damián, porque mi esposo lo soñó así. — Ana Cervantes / Facebook

  • Mi hijo se llama Yerik. Es un nombre ruso que mi suegro escuchó emigrado en Alemania, y cuando regresó, quiso ponérselo a su segundo hijo (mi marido). En el registro no le dejaron ponerle Yerik, y le acabó poniendo Erik, así que cuando me lo contó, le dije que cuando yo tuviera un hijo, le pondría ese nombre. Así fue, con alguna que otra pega, pero se llama Yerik. — Silvia Fernández / Facebook

  • En mi trabajo tenía una compañera repelente; en uno de mis rifirrafes con ella, después de escuchar todo su saco de basura, solo alcancé a decirle: “Con ese nombre tan bonito, ¿cómo puedes ser tan mala?”. Así es como mi hija se llama Iris. — Sonia GC / Facebook

  • El nombre de mi segundo hijo tiene un significado especial para mí. Yo no lo esperaba, porque estaba en pleno proceso de separación y en la angustia que sentía de traer a un hijo en esa situación, me aferré a él y a darle amor por sobre todo. Busqué los nombres por su significado: Mirko (el que aseguró la paz) y Ain (nombre mapuche que significa “amar”). No me equivoqué, él es mi paz y me da un amor inmenso. Ama su nombre. — Maby China Costilla / Facebook

  • Siempre quise ponerle a mi hija Miletzi, pero ¡sorpresa!, nació el 12 de diciembre y todos, hasta los doctores que la recibieron, le empezaron a decir Lupita desde el primer momento en que nació. A esa hora empezaron las mañanitas de una capillita a la vuelta de la clínica y ahora tengo a mis Lupitas (mi mamá se llama Guadalupe, pero es del 10 de diciembre). — Cuatianquiz Berenice / Facebook

  • Mis hijos se llaman: Adrián, por un sacerdote de una novela mexicana; Nataly, por una canción muy hermosa, y Alison, por un concurso de quinceañeras que cantaban, en la que la participante que fuera ganadora recibiría como premio su fiesta de quince. Mi esposo y yo éramos fans de Alison y afortunadamente fue la ganadora. — Lucila Clavijo / Facebook

¿Cómo se llaman tus hijos y por qué elegiste esos nombres? ¿Cuáles son los nombres que nunca les pondrías a tus hijos y por qué?

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La abuela paterna hizo la promesa a la virgen que todos sus nietos varones se llamarían Nicolás y los padrinos eligieron el primer nombre: mi hijo se llama Facundo (por Cabral) y Nicolás (por la virgen).
Cuando quedé embarazada otra vez pude elegir el nombre yo... María (por mi abuela) y Julieta (porque estaba mirando Romeo y Julieta y deseaba que viviera una gran historia de amor)

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