Cómo Yolanda Hadid transformó a sus discretas hijas de adolescentes tímidas en estrellas de la pasarela

Crianza
hace 1 año

Probablemente haya pocas personas que no hayan oído hablar de la familia Hadid: hermanas supermodelos, el hermano que aparece en las revistas y su madre, una exmodelo a cuyo fuerte carácter algunos atribuyen los logros de sus hijos. En sus primeros 30 años de vida, Yolanda Hadid ha pasado de ser una empleada en una granja holandesa y lavaplatos a ser una modelo que ha hecho carrera en las pasarelas de todo el mundo y que les ha pasado su profesión a sus dos hijas, Gigi y Bella.

En Genial.guru decidimos averiguar cómo Yolanda Hadid convirtió a sus hijas en exitosas supermodelos e íconos de la moda.

Yolanda Hadid perdió a su padre a una edad temprana, por lo que su madre los crio a ella y a su hermano sola. El mayor sueño de Yolanda en el mundo era dedicarse a la equitación. Ahora Yolanda no se avergüenza de haber trabajado interminables horas en la granja, limpiando establos y alimentando a los animales. Al menos tuvo la oportunidad de montar a caballo. Pero el dinero nunca era suficiente, y los fines de semana trabajaba a tiempo parcial en un restaurante chino lavando platos. “Al final del día estaba tan sucia y olía tanto a cocina que mi madre me obligaba a desvestirme antes de entrar a la casa y me mandaba directamente a la ducha”.

El punto de inflexión en el destino de Yolanda fue un desfile de moda en Ámsterdam, al que asistió por casualidad. Un diseñador vio a una rubia alta y le pidió que sustituyera a una de sus modelos en la pasarela. “Nunca usé maquillaje ni llevé tacones, pero recuerdo que miraba a otras chicas y copiaba su forma de caminar”. Ese día Yolanda fue vista por un cazatalentos de una agencia de modelos y así comenzó su carrera.

Yolanda trabajó como modelo durante 15 años antes de conocer al rico desarrollador inmobiliario Mohamed Hadid. Su matrimonio duró solo 6 años, pero durante ese tiempo nacieron Bella, Gigi y Anwar.

Al dejar la pasarela, la exmodelo se centró en sus hijos. A Yolanda le gusta hablar de cómo educó a sus hijas. Por ejemplo, cuando las hermanas tenían 4 y 5 años, su madre las llevó al centro de Los Ángeles y les mostró a las personas sin hogar. Así, pensó, las niñas debían aprender una lección de humildad y gratitud por lo que tenían. Nunca tuvieron ropa de diseño. Gigi tuvo su primer bolso Chanel cuando cumplió 18 años, al igual que Bella.

Las chicas montaban a caballo todos los días y pasaban los fines de semana en espectáculos ecuestres. Se levantaban a las 4 o 5 de la mañana. Yolanda creía que el deporte disciplinaba a sus hijos.

Para Yolanda era importante seguir siendo económicamente independiente. Quería enseñarles a sus hijos a hacer lo mismo. “Hice una apuesta con Mohamed y le dije: ’A los 21 años, nuestros tres hijos serán económicamente independientes y vivirán su propia vida’. Si yo lo hice, mis hijos podrán hacer lo mismo”.

Las chicas tenían sus propios sueños: Bella se estaba preparando para convertirse en jinete profesional y competir en los Juegos Olímpicos, pero la enfermedad de Lyme frustró sus planes. También se dedicaba a la fotografía. Gigi estudió psicología criminal durante 2 años antes de iniciar su carrera de modelo, pero abandonó los estudios para dedicarse al modelaje.

Yolanda no permitió que sus hijas se dedicaran seriamente al modelaje hasta que cumplieron los 18 años. Esto provocó discusiones con Gigi, quien ya quería hacerlo a los 16 años y no entendía por qué no se lo permitían. “Le dije que confiara en mí y que esperara, y 4 años después me agradeció que le diera esos dos años extra de infancia”. Gigi debutó en la Semana de la Moda de Nueva York en febrero de 2014. La chica participó en el desfile de la marca española Desigual.

Seis meses después, Bella se unió a su hermana mayor. Siguió los pasos de Gigi debutando en Desigual en septiembre de 2014.

Gigi admite que su look ha cambiado desde que empezó a trabajar en las pasarelas, pero según ella, todo es gracias al poder del maquillaje. “Cuando salía en mis primeras alfombras rojas, no tenía estilistas, me maquillaba yo misma”. A lo largo de los años, Gigi aprendió los secretos del contouring con uno de los mejores especialistas, lo que les dio a sus rasgos faciales un aspecto más expresivo.

Según Bella, su padre no quería que sus hijas usaran maquillaje, así que no lo hicieron. “Sin embargo, aprendí sobre la belleza con mi madre, sobre todo en cuanto al cuidado de la piel. Ella siempre decía que una buena piel es mucho más importante que lo que se pone sobre ella”, dijo la modelo.

Con el inicio de la carrera de modelo, Yolanda hizo ajustes en ciertos aspectos de la vida de Gigi. Por ejemplo, no estaba contenta con que su hija jugara al voleibol y le pidió que eligiera entre el deporte y el modelaje. En el reality show The Real Housewives of Beverly Hills, donde en aquel momento trabajaba Yolanda, aparecieron momentos en los que le daba lecciones a Gigi sobre dietas y le impedía comer un trozo de tarta en su fiesta de graduación.

Se cree que las chicas corrigieron los defectos de su aspecto que les habrían impedido tener una carrera de modelos de éxito con la ayuda de esteticistas y cirujanos. Pero Yolanda niega que Gigi y Bella se hayan sometido a inyecciones de belleza o a cirugías plásticas. En su 55.o cumpleaños, admitió que finalmente se deshizo de los implantes mamarios, el bótox y los rellenos. Cuando los comentaristas le preguntaron por sus hijas, respondió: “Ninguna de mis hijas ha utilizado nunca rellenos ni se ha hecho nada en el cuerpo. Me ven y saben por lo que tuve que pasar”.

Viendo las fotos de los álbumes familiares que las supermodelos y sus padres publican activamente en las redes sociales, parece que Gigi heredó los rasgos de sus parientes maternos.

Y su hermana Bella sacó los rasgos del padre.

Actualmente, Gigi y Bella son unas de las modelos mejor pagadas del mundo. Han colaborado con numerosas marcas de ropa, calzado, accesorios y cosméticos.

¿Crees que Gigi y Bella le deben su éxito a su madre?

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