Autores y amigos de Genial hablaron sobre los apodos más cursis que se pusieron con su pareja

Gente
hace 2 años

Cuando dos personas se ponen en pareja, utilizar apodos cariñosos es lo más normal del mundo. Pero algunos no pueden domar su creatividad y los comunes “bebé”, “conejito” o “gatita” se transforman en “cerdiscípulo”, “papaya” o un impronunciable “chiquirrinpuntkiss”. Sin embargo, lo importante de cada apodo inusual es la historia que hay detrás de él.

En Genial.guru les pedimos a nuestros colegas y amigos que nos contaran cuáles son los apodos más cursis y poco comunes que se han puesto con su pareja, y este fue el resultado.

  • Hace unos años, una compañera vio que el profesor de matemáticas tenía agendada a su esposa como “Pollita”. Y mi novio y yo al principio de la relación nos llamábamos “ratoncitos”, porque yo empecé a llamarlo “Gus gus” (de Agustín), como el ratoncito de Cenicienta.
  • Mi novio me dice “Arcoíris”. A todos les cuenta que es porque “llené de colores su vida”, pero la verdadera razón es que el pelo me cambiaba de color (a veces se veía negro y al sol brillaba rojizo). Me decía “Pelo arcoíris”. Por otro lado, yo le digo “Fosforito”, porque en una ocasión se tiñó el pelo de rojo y parecía la cabeza de un fósforo.
  • Mi esposo y yo nos llamamos mutuamente “Pato” y “Pata”. Todo empezó porque al final de mi embarazo, mi panza era tan grande en comparación con mi tamaño que me llamaba a mí misma “pato” por la forma de caminar y después de eso se nos quedó. Ahora somos “la familia Pato”.
  • En un viaje paramos a comer pollos asados, y la señora que nos atendió era muy cariñosa y amable. Cuando mi novio pidió un caldo de gallina, ella le preguntó qué pieza prefería, y él le respondió: “Pechuga”. La señora gritó a la cocina: “Un caldo de pechuguita para el niño” (tenía 39 años). Así que ahora le digo “Pechuguita”. También nos decimos “pericos” por nuestros apellidos Pérez/Peri.
  • Mis padres siempre se dijeron “Chaparro” y “Chaparra”, pues porque son chiquitines. De niño no podía decirlo bien y le decía a mi mamá “Papaya” y a mi papá “Papayo”. Hasta la fecha tengo a mi papá guardado con ese nombre.
  • Hace muchos años, con una novia que tuve, por las confusas e inexplicables dinámicas de pareja, nos terminamos apodando “Cerdo” y “Cerda”. Pero la cosa siguió y hasta nos creamos personajes con los que dibujábamos cómics y todo. Teníamos varios juegos de palabras vinculados a eso: si uno le enseñaba o le mostraba algo al otro, era el “cerdocente”, y el otro el “cerdiscípulo”.
  • Mi esposo me decía Chiquirrinpuntkiss. Ve tú a saber...
  • Mi marido me dice “Oru”, por oruguita, a veces “Oruguita”, porque no me gusta caminar y se supone que soy lenta (igual de bebé, caminé recién a los dos años, hasta esa edad solo me arrastraba, justo como una oruga).

¿Cuál fue el apodo más inusual o cursi que tú o alguien que tú conozcas se puso con su pareja?

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