Caminábamos con una amiga por la plaza a medianoche y de repente nos rodeó un grupo de hombres y nos pidieron todo lo que llevábamos. De la nada, aparece corriendo una chica que andaba con ellos y les dice: “Oigan, a las chicas no se les roba”. Nos pidieron disculpas y ella nos dijo que tuviéramos cuidado porque por ahí era peligroso. © meryjosephine / Twitter
A una conocida de mi barrio entraron a robarle a la casa en el 2005. Se puso a discutir con el ladrón porque eran los últimos 100 pesos que le quedaban de la jubilación. Así que terminaron acordando mitad y mitad. La señora fue a la panadería, pidió cambio y volvió a darle sus 50 pesos al rufián. © Bal_dorf / Twitter
A mi abuela le robaron la cartera con el sueldo recién cobrado. Ella persiguió al ladrón con un palo; él, asustado, iba tirando billetes para que ella los fuera juntando y no lo alcanzara. Cuando ella volvió a su casa, vio su sueldo en la mesa de noche. Resulta que no lo llevaba en la cartera, al final le robó ella al ladrón. © PazDiazPosse / Twitter
A un amigo lo quisieron asaltar en la calle. Le pidieron el celular y no lo tenía, le pidieron dinero y no tenía nada. Literalmente no llevaba ni sus llaves, le dio vuelta a los bolsillos. El ladrón le dijo: “Oye, ¿cómo vas a andar sin dinero? Toma, 2 pesos”. © gffda12 / Twitter

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