25+ Platos y productos que no les gustaban a los internautas en la infancia, pero por los que ahora están dispuestos a vender su alma

hace 3 años

A los niños les encantan los dulces por una razón: necesitan la energía que proporciona el azúcar para crecer. También tienen varias veces más papilas gustativas en la boca que un adulto. Quizá sea por eso por lo que nuestras preferencias alimentarias cambian a medida que crecemos.

Los protagonistas de esta selección hecha por Genial.guru admitieron honestamente en un hilo qué productos odiaban en la infancia, pero que aman apasionadamente ahora que son grandes.

  • Cuando era niño, no comía ninguna carne, excepto la de pollo. Hoy como cerdo y ternera. Solo no como cordero: no me gusta su olor. © John Dee / Quora

  • Mi mamá cocinaba una olla grande de avena para que los niños “nos calentáramos la barriga” antes de ir a la escuela. Había que comerla porque no había tanto dinero y la avena era casi lo único que teníamos. Hoy me encanta: si le agregas un poco de azúcar y leche, no sabe nada mal. ¡Es uno de mis cereales calientes favoritos! También aprecio el hecho de que mi madre nos preparara el desayuno y se asegurara de que estuviéramos llenos, aunque no siempre teníamos dinero suficiente. © Marianne Howard / Quora

  • En mi familia preparaban el hígado de una manera repugnante. A medida que fui creciendo, me di cuenta de que es un producto maravilloso si se prepara correctamente. Especialmente si le agregas un poco de cebolla. © June Reister / Quora

  • Cada vez que mi mamá cocinaba comida mexicana, yo ponía las rodajas de aguacate en el borde del plato. Hoy en día es un componente importante de mi dieta diaria: me siento incompleto si no lo como en al menos una de las comidas. © Ruby Abellanosa / Quora

  • ¡Coles de Bruselas! Mamá sabía cocinar, pero no tenía idea de qué hacer con estas pequeñas bolas verdes. Las cocinaba hasta que empezaban a oler desagradablemente. El truco consiste en freírlas en un poco de aceite y sazonarlas con sal y pimienta. Luego agregas un vaso de agua o caldo y cocinas hasta que estén suaves. ¡Listo! © Amanda Goshay / Quora

  • Nunca me gustaron las aceitunas. Pero no las quitaba de la pizza o de la ensalada griega porque sabía lo que era el verdadero hambre. Además, pagué por ellas. Después de unos 40 años, probé unas aceitunas normales y las encontré deliciosas. Así que ahora las compro, sobre todo rellenas de queso de cabra o de feta. Lo importante es que no estén rellenas de esos horribles pimientos hervidos. © Michael Hogue / Quora

  • Shawarma. Pero hoy soy prácticamente adicta a él. Por supuesto que es difícil llamarlo comida, pero ¿qué importa? © Minika Efa / Quora

  • Odiaba lo que les encantaba a todos los niños: la pizza. Fui a una fiesta de cumpleaños en un café y la pizza era horrible: queso sin sabor, masa como cartón y un charco de aceite. Después de eso, me negué a comerla durante mucho tiempo hasta que probé una muy sabrosa. Hoy disfruto de la pizza napolitana y la de Chicago. © Megan Malzkuhn / Quora

  • Si de niño había cebollas en mi comida, no podía tocarla. Hoy estoy convencido de que una hamburguesa sin cebolla no es una hamburguesa. © Dalton Jeffords / Quora

  • Mi hermano y yo éramos muy exigentes, ¡una verdadera pesadilla para nuestra madre! Hace 4 años me fui a estudiar a 1 500 km de casa, y eso cambió mis hábitos. Me di cuenta de que comía comida deliciosa todos los días en casa, y aprendí a apreciarla. En particular, el requesón. Antes lo odiaba, pero ahora me gusta mucho. ¡Cuánto tiempo lo ignoré! © Aklank Jain / Quora

  • Fui a un kínder donde por la tarde nos servían trigo sarraceno con leche. Mi madre enseñaba alemán en una escuela cercana e iba a buscarme durante el descanso de 15 minutos entre las clases. Después de eso, yo la esperaba en la sala de profesores, pero lo primero que tenía que hacer para irme del kínder era comer ese trigo con leche. Así que me lo metía en la boca desesperadamente mientras mamá esperaba detrás de la puerta. Ahora me gusta este plato, especialmente si le agregas una cucharada de manteca y una pizca de sal. © Ilana Halupovich / Quora

  • Hongos. No me gustaba su textura. De adulta descubrí que me encantaba el aroma de los champiñones crudos y luego aprendí a cocinarlos. Es una pena que muchos en mi familia sean alérgicos a ellos. © Betty Graham / Quora

  • Hasta los 20 fui muy exigente con la comida. No comía verduras si no tenían salsa, o frutas si no tenían almíbar. Una vez probé una ensalada de espinacas con un aderezo francés. Me abrió el mundo de la comida sana. Mi familia estaba impactada: pensaban que yo solo comería galletas regadas con leche de almendras. © Kathy Holman / Quora

  • Solía ​​odiar las bananas. Cualquier cosa con sabor a banana me parecía la cosa más terrible del mundo. ¡Pero ahora me gustan locamente! Tanto que no puedo ir a un supermercado y no comprar una banana. © Diana Luu / Quora

  • No me gustaban los espaguetis hasta que fui a la universidad. Allí comencé a comerlos en lugar de los fideos ramen con frijoles. Ahora me encantan. © Mike Criner / Quora

  • Cuando era niño, solo comía pan blanco y nunca consumía mariscos. Ahora prefiero el pan integral. En lo que respecta a los mariscos, todavía soy un poco quisquilloso, pero los camarones, las langostas, los moluscos y algunos pescados están firmemente presentes en mi dieta. Todavía no me gustan las ostras crudas, pero son increíbles si se cocinan con tocino y salsa de tomate. © Eric Hahn / Quora

  • Al ver algo picante, perdía el apetito. Muchos de mis compañeros de la universidad nacieron y se criaron en Sri Lanka, donde la comida picante se prepara tradicionalmente. Mi mejor amigo y yo éramos propensos al “masoquismo suave” y competíamos para ver quién podía comer el plato más picante. Por supuesto, ganaba él, pero de esa forma se me hizo más fácil comer picante e incluso comencé a disfrutarlo. © Kay Skjo / Quora

  • Huevos. Hasta el año pasado me daba náuseas tan solo escuchar la frase “huevos revueltos”. Papá era el jefe de cocina en casa y los huevos que cocinaba olían fatal. Yo solo los comía duros condimentados generosamente con sal. Después de un tiempo, me fui, y comencé a cocinar solo, sin tratar de complacer los gustos de otras personas. Ahora como al menos un huevo al día. © Addison Taylor Rich / Quora

  • Había algo en el dulce aroma cítrico de las naranjas que yo no podía soportar cuando era pequeña. Comía limones, limas y pomelos, pero por alguna razón evitaba las naranjas. ¡Y hoy, su dulce sabor cítrico me parece simplemente increíble! © Addison Taylor Rich / Quora

  • Mi querida madre cocinaba brócoli hasta convertirlo en papilla. Verlo en un menú me daba escalofríos. Cuando comencé a cocinar por mis propios medios, descubrí que el brócoli frito con una pequeña cantidad de vinagre balsámico es un plato delicado, sabroso y jugoso. Nunca escuché a nuestros hijos quejarse del brócoli, y dos de ellos incluso lo llaman su comida favorita. © Benjamin Abbott-Scott / Quora

  • Toda mi vida pensé que odiaba las batatas. Una vez, en un restaurante, mi esposa pidió batatas fritas. Las probé y me enganché. Desde entonces, he llegado a amarlas en cualquier forma, y ​​a menudo las horneamos. © Robert Crooks / Quora

  • El cilantro era mi producto menos favorito de todos cuando era niño. Esta hierba era parte de casi todos los platos que comía, tanto en México como en casa (teníamos una ama de llaves mexicana). Estaba en sopas, en guisos y en ensaladas. Pero cuando tenía 60 años, un restaurante de comida rápida añadió salsa de soja y aderezo de cilantro a mi comida. En ese momento me di cuenta de que no estaba tan mal como pensaba. Desde entonces, uso cilantro para cocinar. © C. Brooke Gruenberg / Quora

  • Cuando era niño, no comía pollo en absoluto, y hoy no puedo vivir sin él. © Nilotpal Neogy / Quora

  • Odié las castañas de cajú con cada fibra de mi alma hasta los 18 años. Una vez, mi sobrino las comió frente a mí como si fueran comida de los dioses. Probé una y me enamoré de estas nueces. Cuando mi madre me las esconde, a veces incluso las robo. © Srilekha K P / Quora

  • Cualquier cosa dulce. Sí, hablo en serio. Me sentía como en el cielo si me daban 2 limones y un salero para espolvorearlas. Más tarde, mis preferencias gustativas cambiaron, y ahora, en lugar de lo ácido me gustan los dulces. © Nicole Moncada / Quora

  • Mi mamá hace muffins de camarones. Esta es una mezcla frita de camarones, queso, mayonesa y curri en un panecillo inglés. Este plato me repelía cuando era pequeña, y ahora no puedo imaginar cómo alguna vez no me gustó. © Holly Ball / Quora

  • Cuando era más chica, mi tía siempre me alimentaba con lechuga y yo la odiaba. La tiraba a la basura mientras ella miraba las noticias. Pero a medida que fui creciendo, comencé a apreciar todos sus beneficios. Desde entonces, me gusta y la como con regularidad. © Sharon-Mary / Quora

¿Eras quisquilloso cuando eras niño? ¿Qué producto o plato odiabas en ese momento, pero amas ahora?

Imagen de portada Michael Hogue / Quora

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas