Un niño que una vez fue nombrado el más gordo del mundo demostró que con fuerza de voluntad nada es imposible

Gente
hace 1 año

Arya Permana, un adolescente indonesio que llegó a pesar 191 kg, era tan grande que tenía que ducharse al aire libre en una piscina especialmente construida. Aunque ha sido etiquetado como el “niño más gordo del mundo”, demuestra que el trabajo duro siempre da sus frutos. Averigüemos más sobre la historia de Arya.

¿Tienes objetivos que estás decidido a lograr sin importar nada? ¿Tienes una historia inspiradora que quieras compartir? ¡No podemos esperar a leerla!

Fue apodado “el niño más gordo del mundo”

AFP/EAST NEWS

Arya Permana tiene 15 años y solía comer 5 comidas al día, que incluían arroz, pescado, carne, sopa de verduras y una hamburguesa de soya tradicional. Era suficiente comida para servir a 2 personas adultas, en promedio. El niño tuvo que dejar de asistir a la escuela ya que se quedaba sin aliento rápidamente mientras caminaba. Debido a que sus padres ya no podían encontrar ropa que le quedara bien, Arya estuvo usando nada más que un pareo durante mucho tiempo.

Pero finalmente, decidió hacer un cambio

Arya Permana se transformó de un niño que pesaba 191 kg en una versión mucho más delgada de sí mismo. El estudiante indonesio perdió una cantidad significativa de peso llegando a pesar solo 83 kg, e incluso ha estado motivando a otros a adoptar estilos de vida más saludables. Ade Rai, su entrenador, lo ayudó a aprender sobre actividad física y una dieta balanceada.

Ahora Arya es un símbolo de esperanza

Su entrenador dijo que Arya pesaba 85 kg antes de que su apetito creciera drásticamente. Ahora está adelgazando sin perder el ánimo. Esta es una cualidad rara entre los adultos. Se ha convertido en un símbolo de esperanza, y ahora la gente dice cosas como: “Incluso Arya puede perder peso, ¿por qué yo no?”. El niño combina un estricto programa de entrenamiento con una dieta nutritiva y atención médica. Ade Somantri, el padre de Aria, afirmó que la pérdida de peso de su hijo fue posible gracias a la atención médica, una estricta rutina de ejercicios y una dieta.

Arya solía no poder estar de pie por más de unos pocos minutos a la vez. Ahora, después de haberse sometido a una operación importante para reducir la cantidad que come, puede jugar al fútbol y hacer otros deportes con sus amigos y caminar a la escuela. ¡Y nos alegramos mucho por él!

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas